Boric y Ucrania

Estoy verdaderamente consternado por la orientación de la política exterior de mi Presidente, alineado con una causa tan injusta como peligrosa para el futuro de la Humanidad.

Miguel Lawner(*). Santiago. 15/6/2024. Entrevistado en Alemania, el Presidente Boric se manifestó sorprendido que en América Latina asimilen a Rusia como una “fuente de referencia de la izquierda en el mundo”.

El mandatario criticó la invasión a Ucrania, afirmando que Moscú tiene un “ánimo imperialista, expansionista”.

Pareciera estar preocupado de mostrar en Europa un certificado de buena conducta en esta materia. Es el único mandatario latinoamericano que ha expresado públicamente su apoyo a Ucrania en el conflicto que este país mantiene con Rusia e, incluso, polemizó públicamente con el presidente Lula al respecto.

Es imposible que Boric ignore las causas que motivaron la intervención rusa en la región del Donbas. Es un tema que a mí me toca personalmente, porque mis padres nacieron en Ucrania y se vieron obligados a emigrar desde allí el año 1922, como consecuencia de los asaltos contra las aldeas pobladas preferentemente por familias judías, originadas tras la caída del Imperio Zarista. Desde entonces se conoce la palabra pogrom, que en lengua rusa significa devastación.

Ucrania es gobernada hoy por las fuerzas que asumieron el poder en ese país, tras el golpe de Estado que tuvo lugar en 2014, culminando con el derrocamiento del Presidente Víctor Yanúkovic. Dicha acción, contó con el apoyo total de los EEUU, interesados en detener la creciente influencia política y económica alcanzada por Rusia, tras el ascenso de Putin al poder.

“Victoria Nuland, entonces subsecretaria de Estado para Asuntos Europeos y Euroasiáticos y ahora número tres del Departamento de Estado de Estados Unidos, desfiló personalmente por la plaza de la Independencia de Kiev, que lleva el nombre de Maidán, para animar las protestas contra el presidente Yanukóvich. Se jactó públicamente de que Estados Unidos había invertido cinco mil millones de dólares en el cambio de régimen en Ucrania” ([1])

Stepan Bandera, otro rufián que permanecía encarcelado por el Gobierno soviético en Ucrania, fue liberado por el Ejército alemán que ocupó dicho país al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, tras lo cual se encargó de organizar las legiones ucranianas que lucharon contra la Unión Soviética en su avance hasta Moscú. Recordemos que también participó activamente en estas acciones, el abuelo y el padre de nuestro conocido coronel Miguel Krasnoff, condenado a más de 800 años de prisión por los innumerables crímenes cometidos en Chile, durante la dictadura encabezada por Augusto Pinochet.

Además, Stepan Bandera fue acusado por la Unión Soviética de haber organizado y participado en los pogromos realizados en la ciudad de Lvov, que costaron la vida entre 4.000 a 8.000 judíos.

Sin embargo, el Parlamento de Ucrania (la Rada), establecido tras el golpe militar en 2014, acordó ahora, hace apenas cuatro años, declarar oficialmente el 1° de enero como día conmemorativo del nacimiento de Stepan Bandera. La fecha se ha convertido en una fiesta nacional y es celebrado con regocijo por sectores de la ultraderecha ucraniana. De hecho, es una provocación contra los ciudadanos rusos, cuyos padres y abuelos no olvidarán jamás los crímenes cometidos por Stepan Bandera.

No es posible que Boric ignore estos antecedentes y esté sorprendido que pueda asimilarse a Rusia como una “fuente de referencia de la izquierda en el mundo”.

El sector oriental de Ucrania, conocido como el Donbass, que comprende las regiones de Lugansk y Donetz, fue particularmente reprimido tras el golpe ocurrido en Ucrania en 2014. Es una zona con población mayoritariamente rusa, que conserva su idioma y con el cual se imparte la enseñanza en todos sus niveles. Pues bien, tras el golpe militar de 2014, se prohibió el idioma ruso en todo el territorio del país, decisión rechazada en la zona del Donbass por razones obvias. Desde entonces, se multiplicaron las agresiones y los crímenes cometidos contra ellos por parte de las pandillas fascistas del batallón Azov. En diez años, se contabilizaron 14.000 víctimas fatales. Finalmente, dichas regiones acordaron la creación de las Repúblicas Independientes de Lugansk y Donetz.

Un año más tarde, se firmaron los acuerdos de Minsk (2) estableciendo el alto al fuego en el Donbas, firmado por Rusia y Ucrania conforme a un plan desarrollado por los entonces presidente francés, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel.

El Gobierno de Ucrania violó sistemáticamente estos acuerdos, por vía del ya mencionado Batallón de Azov, cuerpo paramilitar, encargado de agredir constantemente a las repúblicas independientes del Donbass. Se trata de una organización de ultraderecha, que fundó Andriy Biletsky, un criminal que cumplía condena en la cárcel por asesinato y que fue liberado tras el golpe del 2014. Sus crímenes son incontables, incluyendo 48 sindicalistas quemados vivos, en una escuela de Odessa. También han incendiado sinagogas, todo esto bajo el silencio cómplice de Estados Unidos y de gran parte del mundo, a diferencias de lo que ocurre hoy día con la invasión rusa en Ucrania, que ha motivado múltiples acciones de represalia resueltas por Estados Unidos, por la mayoría de los países europeos, por el ex presidente Sebastián Piñera e, incomprensiblemente por Gabriel Boric.

El batallón Azov nunca ha ocultado su admiración por los nazis. Biletsky profesó su apoyo a la “cruzada de las naciones blancas del mundo contra los subhumanos dirigidos por los judíos”

Por otra parte, se han constituido en una peligrosa escuela internacional destinada a la formación de fuerzas paramilitares, preparadas para agredir y acabar con cualquier manifestación popular que ponga en peligro los regímenes reaccionarios vigentes en cualquier lugar del mundo. Cuentan con pleno respaldo del actual gobierno de Ucrania, que los ha incorporado como un regimiento más de sus fuerzas militares.

Durante la última elección presidencial efectuada en nuestro país, me llamó la atención el despliegue de una extraña bandera, exhibida por manifestantes en favor de José Antonio Kast, quienes recorrieron amenazantes, la avenida Las Condes.

Indagando sobre el significado de dicha bandera, me enteré, por primera vez, de la existencia de este batallón de AZOB, cuyos emblemas son semejantes a los de las fuerzas especiales de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Los ejecutores del genocidio que ultimaron e incineraron a seis millones de personas en cámaras de gases, son los maestros que guían las acciones criminales de estos legítimos neonazis y ya los tenemos en Chile.

Es imposible que Boric ignore estos antecedentes. Más aún, desesperados por la situación de la guerra en Ucrania y por la fortaleza de la economía rusa, las potencias europeas y los EEUU han organizado para estos días una llamada Cumbre por la Paz en Basilea, Suiza. Se trata de una reunión insólita, ya que no se invita a Rusia, una de las partes del conflicto. Nuestro Presidente asiste a dicha reunión acompañado nada menos que de Milei, el despreciable actual mandatario argentino. “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Estoy verdaderamente consternado por la orientación de la política exterior de mi Presidente, alineado con una causa tan injusta como peligrosa para el futuro de la Humanidad, mientras una gran mayoría de naciones independientes, solicitan su afiliación a la organización llamada BRICS. ([2])

El año pasado, los países miembros del BRICS, sorprendieron con su progreso económico, cuyo PIB superó al de sus homólogos del G7 en términos de paridad de poder adquisitivo como porcentaje del PIB mundial.

En la ciudad rusa de Kazán, tendrá lugar en octubre de este año, una reunión bajo el lema “BRICS: Nuevas figuras en el tablero mundial” y reunirá a más de 200 representantes de la comunidad de expertos de los países del grupo, que actualmente integran Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudí y Emiratos Árabes.

Los participantes en el Foro debatirán enfoques para resolver los exigentes retos de la gobernanza mundial y formularán propuestas para reforzar la a todos los niveles. También se centrarán en evaluar los progresos realizados por los países de la asociación, en cuestiones de interés mutuo.

Es admirable contrastar los intereses pacíficos y la cooperación mutua de estos países, respecto a quienes utilizan el conflicto de Ucrania para intensificar su tentativa de acabar con quienes aspiran a un nuevo orden mundial respetuoso de la Paz y un desarrollo económico independiente.

Lamento muchísimo, el incomprensible alineamiento de nuestro Presidente, con quienes están dispuestos a incendiar nuestro planeta, con el fin de conservar sus injustos privilegios económicos. Su política exterior está profundamente equivocada.

(*)Miguel Lawner. Premio Nacional de Arquitectura, fue director ejecutivo de la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU) en el Gobierno de Salvador Allende, académico en universidades chilenas y del extranjero.

[1]  La «democracia» en Ucrania: ¿por qué se arriesga la OTAN a una guerra? Peter Schwarz. 24 enero 2022

2 Minsk. Capital de la república de Bielorusia.

[2] El G7 está formado por Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón. Es una organización que incluye a las siete economías supuestamente más «avanzadas» del mundo.

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