El compañero Barbarroja

Piñeiro militaba desde 1955 en el Movimiento 26 de Julio, la organización política revolucionaria dirigida por Fidel Castro, participó en numerosos enfrentamientos contra la dictadura y en acciones armadas y de inteligencia. Estuvo siempre vigilado y amenazado por las fuerzas reaccionarias  de su país y de otros países y fue objetivo principal del FBI y de la CIA.

Eduardo Contreras. Abogado. Santiago. 31/03/2021. La riqueza de nuestra experiencia de exilio de años en Cuba no tiene límites. La historia de ese  hermoso país hermano, su proceso revolucionario, su cultura, sus expresiones artísticas, su fraternidad, su sencillez y franqueza, su alegría de vivir, significaron para  todos los latinoamericanos acogidos allí,  en tiempos de nuestras respectivas dictaduras, una nueva forma de ver y de vivir la vida.

Ya fuera en Alamar, Altahabana u otro lugar de la propia Habana, o en Santiago de Cuba, o en Camagüey o donde fuera, los chilenos aprendimos mucho ya sea en materias laborales o de rigurosidad científica, de trabajo voluntario, o de música y literatura. En nuestro caso particular tuvimos el privilegio de participar, en 1975, en el proceso constituyente que abrió paso a nuevas formas de organización política de la sociedad cubana, es decir al Estado cubano. Años más tarde Cuba realizó un nuevo proceso constituyente, actualizando la vida de la sociedad cubana. Es decir ese país – al que arbitrariamente se acusó por años de desconocer las normas del Derecho – le ha dado a América y al mundo la lección de saber construir una sociedad más justa, con reglas del Derecho adecuadas a la estructura de su Estado. En todos los casos la participación del pueblo ha sido masiva y de alto nivel, lo que expresa su desarrollo cultural.

En aquellos años pudimos conocer, o volver a ver, a personajes inolvidables. Desde luego Fidel, Raúl, Carlos Rafael Rodríguez, Blas Roca, Nicolas Guillén, Natty Revuelta, Silvio Rodríguez, Carlos Puebla, Pablo Milanés, Leo Brower, César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez….

Por su especial importancia y por su estrecha relación con el exilio, hoy  quiero referirme al  Comandante Manuel Piñeiro Losada, más conocido como el Comandante “Barbarroja”, o  “el Gallego”, quien estaba a cargo del Departamento América del Partido  Comunista Cubano. Corresponde señalar que lo de “Gallego” viene del hecho de haber sido hijo de un matrimonio en que los dos – Serafín y Elisa – eran de origen español y habían llegado a la Isla a comienzos del siglo Veinte, procedentes de familias con recursos y comodidades.

Manuel Piñeiro atendía personalmente al exilio chileno y latinoamericano Nuestros encuentros, en su oficina o en su casa, fueron siempre muy fraternales y reflejaban su enorme capacidad política. Fue una relación extensa y fructífera, tanto cuando me desempeñaba en el Comité Chileno de Solidaridad o en la Dirección Jurídica del Ministerio de Justicia y, más tarde, largo tiempo en las tareas partidarias relacionadas con nuestro país.

Era el tiempo en que él estuvo casado con la escritora y periodista chilena Marta Harnecker, con quien tuvo además una hija. Lamentablemente, este importante personero de la Revolución Cubana ya no está entre nosotros. El pasado día 12 de marzo se cumplieron 23 años desde su muerte en un trágico accidente automovilístico.

Piñeiro militaba desde 1955 en el Movimiento 26 de Julio, la organización política revolucionaria dirigida por Fidel Castro, participó en numerosos enfrentamientos contra la dictadura y en acciones armadas y de inteligencia. Estuvo siempre vigilado y amenazado por las fuerzas reaccionarias  de su país y de otros países y fue objetivo principal del FBI y de la CIA.

A los chilenos nos atendió con especial deferencia y fue puente directo con Fidel respecto de muchos temas fundamentales de la lucha por la democracia en nuestro país. Recuerdo por ejemplo su simpatía y admiración por la espectacular fuga de la cárcel de Santiago de los presos políticos que fabricaron el largor tunel y, por cierto, conoció también al compañero Adrián.

Nuestro recuerdo y homenaje al compañero Manuel Piñeiro, el Comandante Barbarroja de la querida Revolución Cubana y a quienes le acompañaron en aquel inolvidable Departamento América.