El grupo económico Saieh entra en “default”

Entró en cesación de pagos al no cancelar Corp Group Banking (CGB) los intereses semestrales de un bono de US$500 millones ascendentes a US$ 16,9 millones.

Hugo Fazio. Economista. CENDA. 30/10/2020. El 15 de octubre el grupo económico Saieh entró en cesación de pagos al no cancelar Corp Group Banking (CGB) los intereses semestrales de un bono de US$500 millones ascendentes a US$ 16,9 millones, los cuales habían vencido un mes antes, no pudiendo aprovechar el periodo de gracia de treinta días para efectuarla. Inmediatamente la calificadora de riesgos Standard & Poor’s rebajó los papeles de CGB al nivel de default. “No subiremos las clasificaciones -declaró- hasta que se normalicen los pagos o “si los nuevos términos se modifican y entran en vigencia legalmente” (17/10/20).

Es el mayor default que se produce desde que en 2015 Automotora Gildemeister no pudo cumplir compromisos de un bono de US$700 millones, negociando con los acreedores y dejando el control de la empresa en manos de un fondo buitre. Para hacer referencia cesación de pagos de otro actor económico importante hay que retroceder a comienzos de la década de los ochenta del siglo pasado cuando colapsaron los grandes grupos económicos de ese momento, el de Javier Vial y el Cruzat-Larraín, conocidos como “los pirañas”.

En cesación de pagos entró CGB, la empresa con que el grupo es accionista minoritario del Banco Itau CorpBanca, desde que entregó el control de CorpBanca al grupo financiero brasileño. Esta posición accionaria es el único activo con que cuenta CGB, la cual de otra parte en un porcentaje apreciable está entregada en garantía a Itaú Unibanco por un crédito que le concedió de US$1200 millones, que cuenta con una cláusula cuya cancelación puede acelerarse de no cumplirse el pago a un tercero. En marzo ya había tenido demoras en cancelar los intereses del bono de US$500 millones.

Previo al impago, un grupo de acreedores institucionales que poseen más de la mitad del bono contrataron a dos estudios de abogados para determinar los caminos a seguir. “Estamos asesorando a un grupo de tenedores de bonos que representan más del 50% del total -declaró Paulo Larraín, socio de DLA Piper- y que incluye a NBI, Consorcio, Fynsa, Larraín-Vial y Compass. (…)  la voluntad de este grupo de acreedores -añadió- es ejercer sus derechos que han sido vulnerados, de la mejor forma y de la manera más eficiente posible” (15/10/20). Un 25% de los tenedores del bono pueden exigir que el deudor tenga que responder inmediatamente por el total que se les adeuda, US$516,9 millones.

Los dos equipos de abogados, uno chileno y el otro estadounidense, cuentan además con autorización para solicitar detonar el “levantamiento del velo corporativo” lo cual les permitiría también actuar en relación a otros activos que posee el controlador de CGB, aunque no estén relacionados directamente con la sociedad deudora. “Es una doctrina -dice Paulo Larraín- que desde hace varios años se estila en muchos países y que busca evitar que un deudor incumpla sus obligaciones, a través de la estructura societaria. En Chile explicó hay casos en que se ha aplicado esta cláusula.

CGB al cancelar los intereses en marzo hizo pública una declaración que entraba a un proceso de negociación con el objetivo de alcanzar una solución integral de sus compromisos. “El principal activo de Corp Group Banking- declararon su gerente general, Cristóbal Cerda, y su abogado Salvador Valdés- es su participación en Itaú CorpBanca. Desde una perspectiva de generación de flujos de caja- añadieron-, los dividendos pagados durante los últimos años por el banco no han sido suficiente para cumplir con los compromisos de deuda de esta área de negocios y pese a ello hemos cumplido. Si a ello sumamos el efecto económico de la pandemia y la contingencia del país, la situación se ha hecho insostenible. (…) buscando ajustar los pagos a la generación de efectivo esperada del activo subyacente para los próximos años. (…) estamos considerando todas las opciones y alternativas, siempre que vayan en el mayor interés de todas las partes, pero sin desconocer que este es un bono no garantizado, que se siguió transando sin inconvenientes después que la familia Saieh cediera el control del banco en 2016. Esta hace – recalcaron- que el buen o mal desempeño de Itaú-CorpBanca incida en la actual situación. Lo relevante es que la reestructuración debe considerar la realidad de su principal activo que CGB no controla. Nuestra expectativa -concluyeron- es que Itaú-CorpBanca logre mejorar sus niveles de rentabilidad, llegando a niveles razonables para un banco de su tamaño. (…) desde nuestra posición en el directorio, y asumiendo que no controlamos el banco, estamos trabajando junto a los controladores en ese objetivo”.

El origen del grupo económico Saieh proviene del sector bancario durante los ochenta, en los años de dictadura, cuando Álvaro Saieh, formando parte de un grupo de inversionistas de origen árabe, denominado “Las Diez Mezquitas”, entre los cuales figuraba Carlos Abumohor, adquirieron en una licitación realizada en 1986 el Banco Osorno y la Unión, controlado en ese entonces por el Banco de Santiago, posteriormente adquirido por el español Santander. Diez años después, un Banco Osorno capitalizado y habiendo cancelada su deuda subordinada con el Banco Central, fue vendido al Banco Santander, en un monto muy superior al de la licitación.

Álvaro Saieh, con los recursos percibidos se hizo del Banco de Concepción, adquirido a la Sociedad Nacional de Minería, el cual tenía en ese momento una participación de mercado de solo 2,8%. En 1997 pasó a denominarse CorpBanca. Posteriormente, en 1998 compró la financiera Condell al Banco Sudamericano. Desde entonces se siguió expandiendo, ampliando su presencia a Colombia en 2016. Luego el grupo tuvo dificultades financieras originadas en la cadena supermercadista SMU, que venía registrando elevadas pérdidas. En esas condiciones entregó el control de CorpBanca al banco brasileño Itaú, quedando como un accionista minoritario, manteniéndose como presidente del directorio su hijo Jorge Andrés, que ocupaba esa función desde 2012, antes de la fusión. En el intertanto, el grupo se había desarrollado en varias áreas, las cuales progresivamente fue traspasando a la dirección de sus hijos. En este lapso, adema del negocio financiero, efectuó inversiones en el sector inmobiliario (CorpVivo), en el de supermercados (SMU y OK Market), en medios de comunicación (Copesa y un grupo de radios).

A mediados de los noventa, Álvaro Saieh constituyó Infisa en conjunto con otros socios. Ingresaron al negocio previsional y de seguros adquiriendo participación en la AFP Provida, el Interbanc en Perú y las aseguradoras Mass y Compensa. En este sector tuvo también durante varios años un proceso de expansión hasta que se desató la crisis en la cadena de supermercados. Para enfrentarla procedió a vender activos[1] En septiembre de 2013 se hizo pública la venta de sus compañías de seguros a Inversiones La Construcción (ILC), el brazo de inversiones de la Cámara Chilena de la Construcción.

El” mecanismo de entendimiento” estableció el traspaso del 67% de Corp Group Vida Chile – controladora de CorpSeguros y CorpVida- a ILC en un monto de aproximadamente US$ 435,3 millones. Trató de retener un 33%, pero esta participación se debió entregar en prenda al adquirente por exigencia de la Superintendencia de Valores y Seguros. Los resultados de las aseguradoras ya en el primer semestre del año habían sido negativas. En ese momento se modificó el mapa de las compañías aseguradoras, el grupo Saieh que ocupaba el cuarto lugar desapareció, mientras ILC que tenía una participación de apenas 0,64% se ubicó en el tercer lugar. El traspaso de las compañías de seguro significo también la reducción en un 3,06% en la participación del grupo en CorpBanca. Ya antes, en el último aumento de capital de la institución bancaria su participación había disminuido en un 5% traspasado a International Finance Corporation, el brazo financiero del Banco Mundial. Quedó así hasta el traspaso a Itaú con una participación accionaria de 50.5%, la cual en diciembre de 2012 era de 60,91%.

Poco antes que se declarase el default de CGB, se suscribió un acuerdo entre OK Market con el consorcio mexicano Fondo Económico Mexicano (Femsa), operador de las tiendas de conveniencia Oxxo, para venderle la totalidad de la cadena, conformada por 123 establecimientos, cuya concreción se produciría en 2021 con una inversión estimada en unos US$55 millones. “Este es un acuerdo no vinculante – explicó Marcelo Gálvez, ejecutivo de SMU – que está sujeto a la revisión de la Fiscalía Nacional Económica y también a procesos de due-diligence que debe hacer Oxxo, y luego viene el contrato definitivo” (09/10/20). En la Región Metropolitana al momento del acuerdo existían 705 tiendas de proximidad, de las cuales OK Market poseía el 15,45% -siendo la más grande- y Oxxo un 1149%. A nivel nacional los porcentajes respectivamente disminuyen a 9,87% y 6,63%, encabezando el listado Punto, de Empresas Copec, del grupo Angelini, con 14,33%.

Femsa ingresó a la economía nacional en agosto de 2015, al adquirir un porcentaje mayoritario de Socofar, operador de la cadena farmacéutica Cruz Verde. Y en 2020. pasó a poseer el 100%, al adquirir el 40% que mantenía en su poder Guillermo Harding, fundador de la cadena. En 2007 instaló en el país la primera tienda de conveniencia de la gigantesca cadena Oxxo, luego de comprar en US$40 millones la cadena Big John, que contaba con un medio centenar de tiendas. Al finalizar 2009 tenía 91 establecimientos Oxxo. De otra parte, es el mayor embotellador mundial de Coca-Cola. Sus cadenas de comercio al detalle, además de México y Chile, están en Colombia, Perú, Ecuador y Brasil. A ello se añade las estaciones de servicio Oxxo Gas. Cuentan con 198.000 trabajadores.

El proceso de transición a sus hijos de los negocios lo fue efectuando gradualmente de acuerdo a un plan elaborado por una consultora estadounidense. “Yo me retiro – declaró Álvaro Saieh en mayo- de los negocios. Mis hijos tienen ahora la llave de todo. Estoy (…) tremendamente entusiasmado con el futuro de la compañía, la que seguiré apoyando desde una posición diferente. Mis hijos -comunicó finalmente- están decididos a hacer de Corp Group no una family business, sino un holding sólido y sostenible” (03/05/20). La declaración la efectuó en un momento en que el grupo económico familiar enfrentaba un momento difícil.

[1] Véase “Las dificultades financieras del grupo Saieh“, en El Mundo del 1%, 0,1% y 0,01%. Editorial USACH 2014, pág. 188-193.