Políticamente incorrecto

Independiente es una palabra fetichizada que puede significar todo y nada. Hemos visto cómo en la Región de La Araucanía han manifestado inscripción más de 100 “independientes” a la Convención Constitucional.

Vicente Painel Seguel. Profesor e investigador mapuche. 04/01/2021. Independiente es una palabra fetichizada que puede significar todo y nada. Hemos visto cómo en la Región de La Araucanía han manifestado inscripción más de 100 “independientes” a la Convención Constitucional…¿Qué hace que se inscriban una diversidad de personas en listas de independientes y algunos incluso como individuos, dificultando su futura elección? Sin duda es legítimo, ahora bien, la legalización es difícil, cada lista de independientes debe juntar 1600 firmas aproximadamente.

La región es la que tiene más organizaciones sociales del país, bajo el concepto de la Ley 20.500: Juntas de Vecinos, Centros Culturales, Clubes Deportivos, Fundaciones, Asociación y Comunidades indígenas; empero el clientelismo es real. Recuerdo el 2016 cuando recién inaugurada la Cooperativa de Ahorro y Crédito Endógena Mapuche Kume Mogen, fuimos a anunciar la buena nueva a la Feria Pinto, repartíamos volantes; los dirigentes sindicales de la Feria Pinto nos ubicaron rápido, y nos “expulsaron”, obviamente les explicamos primeramente la libertad de circulación y lo importante que era tener un Banco Mapuche, pero la respuesta fue muy tajante. Entonces les dijimos que nos íbamos si nos concedían una reunión con las directivas. La respuesta fue que debíamos pedir permiso al municipio; les explicamos que toda organización social debe ser independiente a autoridades, nos respondieron que el alcalde les había dado todo (Sic).

En fin, tiempo después fuimos hablar con las asociaciones del Puerto Seco y Juntas de Vecinos del sector, nos fue mejor, pero la imagen me quedó clara. No se puede generalizar, más la cultura del clientelismo en la región explica el cacicazgo: dirigentes políticos que dan onces a granel, consiguen pegas o pagan cuentas, tienen organizaciones sociales que son su propiedad. La autovalencia no es sinónimo de las organizaciones en La Araucanía, esa es una verdad. Pero además, el individualismo, el narcisismo tipo Facebook, es una indeleble marca en muchos comportamientos de activistas.

Muy pocos “independientes” podrán legalizar sus candidaturas, pudiendo haber ido por listas de partidos, algunos muy consecuentes que no firmaron acuerdo alguno con Piñera, como el Partido Comunista o la Federación Regionalista Verde Social; el relato antipartidista, incluso en quienes al 2019 militaban en partidos de la Concertación pudo más, aquello también es parte de la realidad.

Juntar firmas es tarea ardua; desde el Octubre de Rebelión 2019 hasta la primera cuarentena, se habían legalizado en La Araucanía la Federación Regionalista Verde Social y el Partido Igualdad; además se habían legalizado al menos tres partidos más del entendimiento transformacional: el Partido Ecologista PEV, el PH y un partido troskista. Ahora bien, de esos partidos, solo la Federación Regionalista Verde Social logró converger con el Partido Comunista, y luego con Revolución Democrática y Comunes (FA). ¿Qué sentido tiene que los otros partidos se mantengan solos?

La autarquía partidaria sin afán de rendimiento electoral tiene un sentido económico; en efecto, la Ley de Partidos Políticos permite en la práctica tener PYMES de la política. La vocación convergente propia del altruismo, quizás hará que al menos el Partido Igualdad o el PEV o el PH terminen convergiendo en la sinergia: “Unidos Por el Cambio, Chile Digno y Frente Amplio”; ideal hubiese sido ello hubiese ocurrido antes de la inscripción de pactos, el daño ya está hecho para Abril…En lo pronto, lo más probable es que veremos la imagen de independientes que en realidad estarán financiados por el partido “instrumental” solitario, que se presta, todo por la necesidad económica del núcleo directivo…

La gran verdad de la región es la abominable crisis económica, la pandemia deja 100 mil empleos menos, y en la fase pre-pandemica la región de la Araucanía encabezaba la cesantía en el país doblando el promedio nacional; hace meses la AMRA anunció la quiebra de municipios, a eso debe agregar rubros golpeados como el turismo y una quiebra del pequeño comercio, sumado a anulación de las microeconomías informales; el FOGAPE no llegó ni al 7 por ciento de las PYMES. La militarización solo ha aumentado el negacionismo histórico a la nacionalidad mapuche; las cajas de alimentos compradas a la agroindustria y los colosos de la logística, humillan a los micro productores. Los recursos en salud se han invertido en UCI y UTI y no en atención primaria y salud preventiva; hay ciclo de miseria disparado.

Las responsabilidades de los convergentes pasan por una didáctica política de nuevos cargos como el de Gobernador Regional. Por supuesto, que la Convención Constitucional permite hacer las reformas que apliquen la descentralización y abran una contra-cíclica de equidad territorial. Empero, hay tareas urgentes, como alimentación nutricionalmente adecuada para los niños, recuperación de empleo, y salvamento al microcomercio. Es menester converger en el control social de la Convención Constitucional y sus sesiones, no se puede delegar representatividad abandonando la deliberación participante.

Estas tareas descomunales, solo se podrán realizar de manera  empoderada; es decir si la sinergia Unidos por el Cambio+Chile Digno+Frente Amplio, no se intercambia con un gran arco social autovalente, no se logrará incidir en la política pública, padeciendo índices de octavo mundo generalizado en la Araucanía. El tejido social desde el endogenismo es una necesidad.