HABLEMOS DE LA TELE. La Querencia en el mercado
La verdad es que el proyecto sobre TVN que duerme en el Congreso va más allá y contiene aspectos de administración y programáticos que definan el rol que debe cumplir un canal público -como lo hemos afirmado en estas mismas columnas- con espacios culturales, educativos, de entretención y noticiosos.
José Luis Córdova. Periodista. “El Siglo”. 4/10/2024. La actriz Vivianne Dietz, intérprete del personaje de “Teresita Echeñique” (la hija del patrón en la teleserie “El Señor de la Querencia”), resumió la actual situación en la televisión chilena con la frase “prendo la tele y el noticiero no está tan lejano a lo que estamos grabando”. Se refiere a la violencia y brutalidad que muestra la nueva versión de la obra dramática de Víctor Carrasco que no difiere del morbo exhibido hasta la saciedad por los medios de comunicación audiovisuales de nuestro país.
Hay que recordar que TVN vendió los derechos de producción de esta serie a Mega, estrictamente por razones comerciales y que también obligó a la venta para una nueva edición de “Amores de Mercado”, otra exitosa teleserie del canal público en el pasado reciente.
La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, asegura que con un nuevo sistema de financiamiento vía endowment del Estado estimado en US$30 millones la gestión de recursos que aporte el Fisco tendrá una rentabilidad de 4%.
La directora ejecutiva, Susana García, explicó al personal los números rojos por la baja de ingresos, aumento de los costos de producción y las desvinculaciones -que continúan- , la amortización del proyecto de televisión digital y cambios programáticos para ganar presencia en la denominada franja prime.
Pero Mega y TVN no son los únicos canales que ofrecen habitualmente gran minutaje de informaciones sobre actividades delictuales, crímenes, violaciones y otras atrocidades a las que nos tienen acostumbrados los programas periodísticos por televisión. La realidad es mucho más rica y diversa que la que muestran los canales privados y todas sus frecuencias y plataformas.
En tanto, a través del diario “El Mercurio”, el senador Evopoli, Luciano Cruz-Coke, intercambió opiniones con el expresidente del directorio de TVN, Jorge Donoso Pacheco. El parlamentario se enteró “casi sin sorpresa” que lo que él mismo denomina “canal de todos” tuvo pérdidas que en este primer semestre del año llegaron a los 10 mil 882 millones de pesos, un 35% más que las del año anterior. El exejecutivo le retrucó que la situación actual se generó “porque cuando se discutía la nueva ley de TVN -a comienzos de los años 90- la gestión de la última administración de la dictadura había dejado un forado económico casi inmanejable y fue necesario proveer fondos para que la empresa siguiera funcionando”.
Cruz Coke agregó que en la gestión anterior -durante el Gobierno de Piñera y la gestión liderada por Anita Holuigue (2020-2022)- el canal nacional habría obtenido “utilidades por un promedio de 4.000 millones por año”, recordando, además, que en 2018 “TVN agobiado por administraciones políticas descuidadas, obligó a un rescate aprobado en el Congreso por más de 70 millones comprometiendo su histórico mandato legal (¿?) de autofinanciarse”. El senador derechista planteó derechamente si vale o no la pena preservar a TVN como canal público (o entregarlo a intereses privados).
Donoso recordó acertadamente que antes del golpe de Estado, la Constitución aseguraba un monto determinado al presupuesto de TVN y posteriormente una mayoría circunstancial en el Parlamento -con presencia de senadores designados- impuso finalmente el autofinanciamiento en el marco de su política mercantilista.
“La derecha propuso crear un fondo concursable, que se radicó en el Consejo Nacional de Televisión, al que puede postular cualquier concesionaria de televisión o productora audiovisual, por lo que el autofinanciamiento no forma parte del modelo original de gestión de TVN”, aseguró el exejecutivo.
El parlamentario opositor señaló: “La pregunta que hay que hacerse desde lo público es si vale la pena seguir manteniendo un canal cuya programación no se diferencia prácticamente en nada de cualquiera de los canales de televisión abierta”.
La verdad es que el proyecto sobre TVN que duerme en el Congreso va más allá y contiene aspectos de administración y programáticos que definan el rol que debe cumplir un canal público -como lo hemos afirmado en estas mismas columnas- con espacios culturales, educativos, de entretención y noticiosos.
La idea es proteger el archivo histórico, reforzar el canal educativo cultural y su señal internacional. El primero, un ejemplo ante estaciones como Canal 13 que ocultan o destruyeron filmaciones durante el negro período de la dictadura civil-militar; el segundo, perfeccionar los mensajes hacia niñas, niños y jóvenes y en tercer -pero no último lugar- la renovación de las pautas periodísticas uniformes, sensacionalistas e incentivadoras del consumismo y de la política socioeconómica y cultural impuesta por el neoliberalismo que corroe nuestra identidad nacional.
“El Señor de la Querencia” pretende ahora a “Amores de Mercado”, es decir, el senador Cruz Coke como vocero de la derecha quisiera colocar a la venta el medio de comunicación audiovisual más importante del país, mientras se alzan voces para perfeccionar su visión y misión compatibilizando con el derecho a la información que tienen los y las televidentes.
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