DEBATES DE “EL SIGLO”. Valentina Miranda y Fernando Atria

Ambos convencionales electos abordaron temas relacionados con el funcionamiento de la Convención Constitucional, su Reglamento, las opciones de quién la podría presidir, y cómo podrían reaccionar poderes fácticos, económicos y militares ante una nueva Carta Magna. La ex vocera de la CONES está por insistir en quitar el quórum de los 2/3 y el abogado constitucionalista está por mantenerlo. Los dos plantearon la vinculación con cabildos, asambleas y participación del movimiento social.

Equipo “El Siglo”. Santiago. 04/06/2021. Como cada martes, el 1 de junio se realizó otra edición del programa on line “Debates de El Siglo”. Esta vez los invitados fueron Valentina Miranda, ex vocera de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) y dirigenta de las Juventudes Comunistas, y Fernando Atria, abogado constitucionalista, académico de la Universidad de Chile e integrante del movimiento Fuerza Común. Ambos electos como convencionales en las elecciones del 15 y 16 de mayo recién pasado.

Esta es la transcripción de ese programa, con contenidos determinantes respecto a lo que será el funcionamiento de la Convención Constitucional que deberá redactar la nueva Carta Magna de Chile.

Hugo Guzmán (HG). Nos da mucho gusto que nos hayan conectado en esta nueva edición de Debates de El Siglo. En esta oportunidad tenemos dos invitados que fueron electos convencionales, y serán parte de quienes redacten la nueva Carta Fundamental. Le quiero dar la bienvenida a Valentina Miranda que, hasta donde entiendo, está estudiando Administración Pública en la Universidad de Chile. Valentina fue vocera de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES) y es militante de las Juventudes Comunistas. ¿No sé si sigues militando en la Juventud o ya estás en el Partido, Valentina?

Valentina Miranda (VM): Hola, gracias por la presentación. No, todavía milito en la Jota. Tengo 21 años, me queda harto para pasar al Partido todavía.

HG: Y presentamos a Fernando Atria, abogado constitucionalista, académico de la Universidad de Chile, pertenece al movimiento Fuerza Común, también elegido convencional. ¿Qué tal Fernando?, muchas gracias por estar esta noche con nosotros.

Fernando Atria (FA): Para mí es un gusto estar conversando con ustedes, muchas gracias por la invitación.

HG: Sabemos que los dos están muy ocupados y para aprovechar el tiempo vamos al grano y, por supuesto, con temas que tienen que ver con la Convención Constitucional. Quiero partir con algo muy contingente, no sé si con esto empieza un debate o hay coincidencia, pero cuál es la opinión que tienen de la convocatoria que hizo la Universidad de Chile y la Universidad Católica de debatir con los convencionales o hacer un intercambio.

FA: Ha habido distintas opiniones. A mí me parece que nos inviten a conocer los resultados de un proceso en que las universidades intentaron encontrar ciertas ideas a través de formas participativas, no creo que sea problemático. Puede haber algunas cosas, anunciaron que iba a ver como grupos de trabajo de convencionales y eso ya no me parece adecuado, esa parte no me gusta. Pero la idea de ir a escuchar el reporte de ese proceso que tuvieron, de esa discusión, la recopilación de información, no creo que haya problema en eso.

HG: Y tú Valentina, ¿Cuál es tu opinión, los van a pautear en ese encuentro?

VM: La verdad nosotros como convencionales del Partido Comunista decidimos no asistir a esta reunión, precisamente porque primero se hace la invitación a recibir los resultados de este estudio que me parecen muy importante para poder empezar la conversación constitucional, pero como dice Fernando, creo que hay una intención de pauteo quizás de parte de las universidades y eso yo no lo saludo. Lamentablemente muchos sectores políticos, muchas personas y muchas instituciones quieren de alguna forma pautear la Convención y nosotros como constituyentes también tenemos posiciones propias y le debemos nuestras acciones a quienes votaron por nosotros. Entonces, que vengan instituciones a decirnos que van a hablar de tal y cual cosa, creo que no está bien. Entendemos que existe la voluntad de poder participar sobre todo de las universidades públicas, pero ojalá esa invitación a poder trabajar se hubiera hecho luego de la instalación de la Convención y, como dije, hay una discusión que se tiene que dar antes. La verdad es que fue una invitación apresurada, entendiendo que nosotros le debemos nuestro cargo de representatividad a la gente que votó por nosotros. No estoy de acuerdo en cómo se llevó adelante la invitación, en verdad.

¿Quién preside la Convención? ¿Qué pasa ahora con los 2/3?

HG: Hay cuestiones específicas en torno a lo que va a ser la Convención y algo que está en el tapete y mucha gente se lo pregunta desde lo formal hasta del contenido político, es quién va a presidir y qué características debiera tener quien preside la Convención. ¿Cuál es tu mirada respecto a eso Valentina? ¿Hay una opinión ya establecida o crees que todavía falta discutir un poco más?

VM: Es algo que se tiene que discutir. Soy súper partidaria de no seguir estas lógicas que nos impone esta construcción de democracia medio extraña. Con respecto a quien puede presidir o no el espacio, soy partidaria de que tiene que ser una persona que pueda de alguna forma mediar, que pueda tener las habilidades para hacerlo, pero también tiene que cumplir con un rol particular que tiene que ver con representar finalmente el proceso constituyente y desde donde nace. Hemos dicho en varias entrevistas que la machi Linconao pueda presidir el espacio, entendiendo lo que representa ella. Es una autoridad ancestral del pueblo mapuche, uno de los pueblos más golpeado en la historia de nuestro país, aparte de eso representa la imagen de esta guerrera que le gana al Estado de Chile en una demanda internacional, a través de un Convenio Internacional. También creo que puede ser presidido por un hombre y por una mujer.

HG: Fernando, ¿tu posición respecto a eso?

FA: Estoy de acuerdo con lo que dice Valentina, pero un poco más genérico. Cuando se tome la decisión de una presidencia y vicepresidencia, al menos, de cuáles son las funciones que tiene. Las funciones las va a fijar el Reglamento, un Reglamento que todavía tiene que ser aprobado. Hay ciertas generalidades que uno puede asumir qué va a representar la de presidenta/e y vicepresidenta/e, qué va a simbolizar. Va a ser una suerte de símbolo, no el único, pero va a tener un dimensión simbólica. Es una dimensión que será necesario atender, que sea adecuado para la funciones que va a desempeñar, eso tendría que esperar el Reglamento. Tiene que ser una mesa con los dos cargos, tiene que ser paritario y tiene que haber presencia de pueblos originarios. Los nombres es una cuestión que habrá que discutir. Esos dos criterios son fundamentales dado este rol simbólico.

HG: Fernando, algo que también genera polémica es el tema del quórum de los 2/3. A esta altura y después del resultado de la elección donde está clara como quedó la correlación de fuerzas, ¿no variará esto del los 2/3, no debiera variar?  ¿Tú sigues sosteniendo la necesidad o el criterio de mantener los 2/3?

FA: Yo siempre dije que dado que era una Convención que iba a partir desde una hoja en blanco, la regla de los 2/3 no impedía la posibilidad de una nueva Constitución, porque es una diferencia fundamental en cómo los 2/3 han operado durante los últimos 30 años donde no ha sido desde una hoja en blanco, donde la derecha podía seguir utilizando su veto para obligar, por ejemplo, a la privatización del agua por la vía simple de negar sus votos. Pero a quienes quieran privatizar las aguas en la nueva Constitución, van a tener que juntar los 2/3. Era claro que la razón por la que esa regla fue exigida en su momento por la derecha, es porque ellos pretendían tener algún tipo de veto. Ellos, por alguna razón que yo nunca entendí, daban por sentado que iban a tener más de 1/3 en la Convención y que iban a poder administrar un veto. Claro, no un veto positivo, no un veto que obligara a los demás a aceptar normas constitucionales, sino un veto negativo que impidiera que en la Constitución hubiera ciertos contenidos. Yo dije antes de la elección que eso creaba la posibilidad de un bloqueo, que se trancara el proceso constituyente, que había que tomarse en serio esa posibilidad y tener una discusión sobre qué hacer para evitar ese bloqueo y ahí yo decía que una posibilidad que las cosas que tuvieran 50%, pero no 2/3, fueran plebiscitadas, etc.

En términos de fondo, sigo pensando lo mismo. Ahora bien, creo que como consecuencia de la composición de la Convención, en que nadie o en particular no la derecha, tiene 1/3 suficiente para bloquear unilateralmente, creo que cambia el efecto que se puede esperar, cambia la función de la regla de los 2/3, porque ya no es una regla que conceda a nadie ese veto unilateral, porque nadie tiene lo necesario para vetar. Entonces, es una regla que en el fondo lo que exige es que la nueva Constitución sea lo que yo llamaría el primer y genuino gran acuerdo de estos últimos 30 años, porque hasta ahora, cuando se habla de grandes acuerdos, nunca han significado acuerdos grandes. Lo que querían decir con grandes acuerdos eran acuerdos con la derecha que tenía esta posibilidad de vetar. Esta vez eso ya no es así, no es un gran acuerdo en el sentido de un acuerdo con la derecha, sino un acuerdo suficientemente amplio sobre las condiciones fundamentales de la nueva Constitución.

Dado ese hecho, yo creo que la cuestión, el problema y la posibilidad de que los 2/3 implique un bloqueo al proceso constituyente, no desaparece, pero disminuye considerablemente. En ese contexto, yo creo que hay cuestiones más importantes que discutir, yo no me desgastaría en esa discusión por las razones que ya te he dado.

Hugo: Valentina, ¿tu sí piensas que tienes que desgastarte en eso, es un tema en el que hay que meterse?

VM: Sí, yo creo que sí. Estoy en desacuerdo con lo que dice Fernando, quizás porque no soy candidata del derecho constitucional, soy candidata de la dirigencia nacional del mundo secundario y siempre nos hemos caracterizado por la rebeldía, cuestión que representamos.

Para mí el tema de los 2/3 más allá de cómo se vaya a componer en términos legales o cómo vayan a distribuir ahí el tema de las votaciones, y quizás no lo vean tan terrible como estaba antes de las elecciones de los convencionales, creo que los 2/3 representan algo simbólico y que tiene que ver precisamente con cómo se ha administrado este país en los últimos 30 años y también en el contexto en que nace el Acuerdo por la Paz (firmado por algunos sectores de la oposición y la derecha el 15 de noviembre de 2019). No nos olvidemos que esa noche Abel Acuña muere en la Plaza de la Dignidad, Carabineros lo asesina y van ocurriendo distintas cosas en el camino que creo tienen que ver con la defensa de estos famosos 2/3. Desde mi punto de vista, que comparten muchos compañeros, compañeras y convencionales, y es que más allá del simbolismo, esto es profundamente antidemocrático.

Entiendo que el poder constituyente viene soberanamente de la gente y finalmente quienes tienen que definir las reglas del juego son aquellos que componen ese poder constituyente y no el poder legislativo imponiendo de alguna forma un quórum que representa profundamente a la derecha.

No nos olvidemos que la derecha lo hace con la intención de vetar, pero también lo hace con la intención de dejar un poquito del legado de Jaime Guzmán en todo este proceso constituyente, entonces, sí lo discutiría. Es un tema que se debe dar abierto a la ciudadanía, entendiendo también el rechazo que genera el tema de los 2/3. También entendiendo que quizás no es el mejor quórum.

Podemos generar otros quórum que son mucho mejores, mucho más democráticos y entiendo el punto que hace ahí Fernando con respecto a que hoy día nadie puede vetar a nadie, pero no olvidemos también que tenemos más de 100 constituyentes electos que se declaran independientes y  no todos son antineoliberales. La verdad es que yo apuntaría precisamente a conformar un bloque antineoliberal que pudiera llevar adelante la discusión que del pueblo movilizado en las calles ha presentado desde hace muchos años y que no necesariamente se ve representado por el asunto de los 2/3.

Creo que es algo simbólico, pero profundamente democrático cambiar ese quórum que no nos representa y que sí representa muchas cosas malas de este sistema político y que obviamente queremos comenzar no recordando ni perpetuando, sino exigiendo que lo extirpemos de raíz para poder construir un futuro donde este tipo de cosas no se vuelvan a repetir, a producir.

El triunfo de independiente, la Lista del Pueblo y el papel del movimiento social

HG: Fernando, en la línea que estaba comentando al final Valentina, a mucha gente le sorprendió la cantidad de convencionales de la Lista del Pueblo, me refiero a la cantidad de votos que obtuvieron y también la cantidad de independientes, además están los escaños reservados para pueblos originarios. ¿Qué significancia le das a la participación o la representación de independientes, pueblos originarios y al hecho que esta convención vaya a ser paritaria y también a que hayan entrado dirigentes de la Lista del Pueblo?

FA: Creo que hubo varias cosas sorpresivas, y digo desde el punto de vista de la discusión porque hubo 2 o 3 cosas que no fueron tan sorprendentes.

Una es el desfonde de la derecha y digo que no era tan sorprendente porque a mí siempre me ha sorprendido esta confianza que tenía la derecha en que iba a lograr los 2/3 y yo me preguntaba ¿por qué será?, ¿será por la popularidad de su gobierno?…

Lo segundo es la predicción de que la lista de la Unidad Constituyente iba a salir por arriba de Apruebo Dignidad, lo que a  mí me parecía de antemano improbable. Siempre dije que el Frente Amplio iba a recibir una segunda oportunidad con esta elección y eso fue lo que pasó.

La tercera cosa que a mí me sorprendió fue el éxito en términos de escaños de las candidaturas de independientes, incluida la Lista del Pueblo, no la magnitud de su votación, porque todos sabíamos que iba a haber una votación considerable de rechazo a los partidos tradicionales y que se iba a manifestar con esa independencia y hubo candidatos que se toparon con ese argumento, que “de qué partido son porque yo voy a votar sólo por independientes”. Eso lo escuchamos mil veces, estoy seguro que los candidatos lo escucharon mil veces. Entonces, que ellos iban a tener una votación considerable, era previsible, pero que iban a tener el éxito que tuvieron, elegir la cantidad de escaños que eligieron, eso fue inesperado.

Hay algo muy importante, de un temor de antes, era que la votación que tuvieron los independientes no se viera manifestada por escaños y que eso iba a ser un problema desde el punto de vista de la legitimidad de la Convención, pero afortunadamente no pasó eso y lo que sucedió es que eso sí se vio representado en esta votación.

Creo que la Convención Constitucional refleja genuinamente o mucho más de lo que estamos acostumbrados en los órganos representativos, al pueblo chileno. En ese sentido, la legitimidad que tiene la Convención está muy por arriba de lo que nunca había logrado el Congreso. Esa es una muy gran noticia para el proceso constituyente, porque uno de los problemas que este proceso enfrenta, es que no sea visto o actúe como algo parecido a la Cámara de Diputados. Es paritaria, tiene escaños reservados, tiene una composición  mucho más representativa para el pueblo chileno y de su realidad que la Cámara, se está alejando cada vez más del símil con la Cámara de Diputados.

Lo que queda aún por ver es cómo va a operar, porque está la discusión sobre el Reglamento y yo esperaría que ahí se hiciera el punto de que no opere como la Cámara de Diputados o como el Congreso, o como las instituciones formales.

HG: Valentina, esto tiene que ver con los sectores sociales, el movimiento social, pueblos originarios, la sociedad civil, las representaciones en la Convención. Pero hay otro debate, y es el movimiento social, la sociedad civil, pueblos originarios, diversidad sexual, etc., que no van a estar físicamente en la Convención, es la gente que va a estar haciendo cabildos, asambleas. Tú, en estos momentos, qué importancia le atribuyes a que ese proceso territorial, sectorial, social. se ponga en marcha cuando empiece la Convención.

VM: Creo que ya se puso en marcha. A mí, la verdad, ya me han llegado invitaciones de distintos cabildos. Ayer participamos en uno que eran jóvenes por una nueva Constitución ecológica, se están levantando cabildos temáticos, ayer me llegó la invitación a un cabildo del ex constituyente del Observatorio de la Universidad de Chile que hizo la investigación durante el proceso de campaña para visibilizar de alguna forma a les candidates de las diversidades y de las disidencias sexuales y bueno, a mí lo que más me duele, siendo parte de las disidencias sexuales, es que no vamos a tener a un representante del mundo trans al interior de la Convención, habría sido sumamente importante tener un espacio desde ese punto de vista. También que me duele que hasta el momento tampoco tenemos ningún representante o una persona en situación de discapacidad, ahí quedamos un poquito cortos. Pero aun así, creo que este proceso es sumamente democrático y, claro, hoy  día una de las responsabilidades y desafíos más grandes que tenemos como constituyentes -cuando se discuta el Reglamento- es ver cómo hacemos que la participación ciudadana y también el presupuesto que hay para participación ciudadana, que es de 500 millones de pesos, que es muy poco, es cómo el proceso constituyente se ata a través de los territorios. La verdad que no soy muy partidaria de esta identidad territorial del Distrito, a mi particularmente no me gusta, entendiendo que la Constitución se va a escribir igual para todo Chile, pero creo que a los territorios nos debemos no de manera Distrital, sino de una composición de organización política. Cuando hablo de una composición de organización política, hablo de los territorios que hoy día son zonas de sacrificio que sí han generado cabildos que son los espacios que más votaron por el apruebo también en el plebiscito de octubre del año pasado y ahí es donde nosotros como constituyentes tenemos que acercarnos y empezar a generar vínculos con esta parte de la población que no va a estar presencial al interior de la Convención. Que va a estar generando articulación y organización política para poder discutir los temas que se van a discutir al interior de la Convención Constitucional. Creo que ahí tenemos que ser sumamente inteligentes también porque no todas las organizaciones sociales se van a dirigir a nosotros, sino que nosotros tenemos que ser capaces de salir de ese espacio y poder buscar dónde están las discusiones. Ahí las municipalidades, las concejalías y alcaldías tienen una responsabilidad enorme de poder también abrir los territorios a este proceso constituyente. También, insisto, nosotros tenemos el desafío de, por ejemplo, en el Reglamento estipular cabildos vinculantes que puedan generar una retroalimentación del territorio con la Convención.

Escuchaba el otro día a cabres de regiones que proponían que la Convención fuera itinerante, que pudiera ir a las regiones entendiendo que Santiago no es Chile y que todos los territorios tienen distinta demandas y distintas necesidades. Se tiene la responsabilidad de reconocer las distintas problemáticas que existen en nuestro país entendiendo la diversidad primero geográfica, que las demandas de la Región de Atacama no son las mismas de la región del Biobío o las problemáticas no son las mismas, entonces creo ahí tenemos harto que discutir con respecto a cómo este espacio se hace vinculante y cómo también respondemos de manera adecuada y al tiempo que la ciudadanía lo pide. Yo creo que eso va a hacer un desafío sumamente grande y el tema también del presupuesto económico que existe hoy día que, insisto, para mí es muy bajo, entendiendo que estamos en un proceso histórico para nuestro país, donde Chile por primera vez en la historia va a poder escribir una Constitución desde el pueblo, desde las organizaciones territoriales, desde las juntas de vecinos, etc. Entonces yo creo que ahí va a hacer bien importante también la discusión que se dé respecto al presupuesto.

HG: Me voy a permitir hacer un paréntesis más anecdótico, preguntarles a los dos, cómo se sienten ustedes con esto que cuando lleguen al Palacio Pereira o al Congreso, bueno, van a pasar por las vallas papales, los resguardos de Fuerzas Especiales de Carabineros, los van a cuidar harto, ¿cómo están viviendo eso ustedes?

VM: Bueno, estoy acostumbrada ya a saltarme las vallas papales y pasar por el control de Carabineros, estoy acostumbradísima, para mí no es un problema.

Yo soy ciclista, entonces para mi llegar todos los días a la Convención Constitucional en bicicleta va a hacer bien interesante, porque me imagino que la derecha va a llegar en su auto, no sé, como llegan a todos lados, y una va a estar ahí migrando de la comuna de Lo Espejo, una de las comunas más pobre de todo Chile, a un espacio que representa la diversidad de la población chilena. Me genera muchos sentimientos encontrados porque recuerdo que en mayo de 2019, cuando recién me tocó asumir la vocería de la Coordinadora de Estudiantes, les decía a los cabros y cabras, ya no sacamos nada por seguir peleando por un petitorio estudiantil que no se puede solucionar, hay que cambiar la Constitución para poder solucionar ese petitorio estudiantil y que se haga realidad.

Hoy día, después de dos años de haber dicho eso, la verdad que es sumamente emocionante para mí ser parte de este proceso político que tiene que ver con transformarlo todo.

Voy a contar una anécdota. Hoy en el almuerzo hablaba con mi papá, cuando empezó la Cuenta Pública y Sebastián Piñera se pone a cantar el himno nacional. Y yo le digo, uf, me carga el himno nacional. Y me dice “pero por qué si eres chilena”, y le digo que hay cosas que no me gustan, y él me dice, “ya, pero eso es algo que no puedes cambiar”. Yo le dije, bueno, en este proceso constituyente vamos a discutir todo este tema del emblema nacional, el himno, quizás es sumamente simbólico, pero también es sumamente importante. Entonces me daba mucha risa porque él me decía “no puedes cambiar nada” y le decía, tu hija ya salió electa, asúmelo, vamos a cambiar todo. Me daba mucha risa, y bueno, es emocionante vivir este proceso político siendo también la constituyente más joven del país. Creo que tengo una responsabilidad bien importante y me debo a quienes hoy día confían en este proyecto político que desde la juventud de alguna forma representa esa rebeldía, esa garra, ese aguante, esa forma distinta de ver la vida y también la transformación de la cosmovisión de cómo se ve Chile. Estamos construyendo un Chile un poco más justo, un poco más equitativo, más igualitario, más paritario, y ahí los jóvenes tenemos una responsabilidad enorme que llevar adelante.

HG: ¿Y tú Fernando,  vas a llegar en bicicleta, cómo estás viendo el cuidado  que están promoviendo, sobre todo el Gobierno en torno al Palacio Pereira y el Congreso?

FA: No creo que llegue en bicicleta, creo que voy a llegar en Metro. Yo creo que ahí hay un problema, o sea, las decisiones sobre la Convención deben ser de la Convención. La Convención está  atada a una ciudad y en esa ciudad hay un alcalde, vamos a tener una alcaldesa, que va a tener simpatía con el proceso constituyente. También hay un Intendente, hay un Gobierno, entonces, yo esperaría que la Convención asumiera responsabilidad ella misma con decisiones sobre qué tipo de seguridad va a tener, porque creo que es importante que haya una seguridad que no impida la expresión popular alrededor de la Convención, salvo que esa expresión adquiera formas ilícitas.

HG: Estaba leyendo un reportaje, una investigación en Ciper Chile, respecto a que varias y varios convencionales tienen intereses financieros, en propiedades, en empresas. ¿Cómo abordar eso?

VM: Me preocupa que ese pequeño sector, que no es muy grande pero si importante, que tiene intereses económicos, pueda de alguna forma deslegitimar la Convención Constitucional. Hay muchos que tienen intereses económicos y nosotros tenemos la responsabilidad de visibilizar quiénes tienen intereses, porque finalmente en campaña uno puede decir y prometer muchas cosas, pero después cuando vote en la Convención, si tiene intereses detrás, no va a cumplir con la palabra que uno declara. Va mucho más allá de eso, tenemos que ser profundamente democrático y transparentes. En este proceso no hay nada que se pueda esconder y tenemos que mostrar de alguna forma quién es quién. Eso es sumamente importante también para entender cómo se van a llevar adelante las votaciones y también poder explicitar cierto tipo de conductas.

A mí me pasó en un cabildo en la comuna de Maipú, con el Colegio de Profesores y distintas organizaciones de la sociedad civil, que se nos invitó a participar a los constituyentes y uno de los que se negó desde un inicio fue Bernardo de la Maza,  fue el único constituyente electo en el Distrito 8, en la lista de la derecha, que se negó a participar. Un periodista que fue cómplice de los crímenes de la dictadura, un periodista que hoy tiene intereses de poder y que quiere trasmitir, perpetuar lo que fue la Constitución del 80. Los vecinos y las vecinas se preguntan por qué Bernardo de la Maza no había asistido a este espacio, y en realidad él escucha otros intereses. Hay conductas que se explican por los intereses que uno tiene.

Es importante cuando se den estas discusiones, por ejemplo, cuando se toque el tema de derechos de aguas decir quiénes tienen intereses de derechos de aguas. Aquellos que son dueños del agua y aquellos que quieren seguir siendo dueños de esa cantidad de agua, quienes van a ir a defender la postura de que el agua no sea un bien de uso público, un recurso natural de uso del pueblo, eso debe estar transparentado.

El punto del Reglamento

HG: Fernando, hay dudas, hay interrogantes sobre el Reglamento de la Convención. La gente no entiende mucho para qué, cómo funcionará.

FA: El Reglamento lo que hace es que fija el modo en que la Convención va a operar, cuestiones desde si es que van existir comisiones, cuál va a ser el procedimiento de discusión de los temas, hasta cuales van a ser los deberes de los convencionales respecto de cuestiones como las rendiciones de cuentas, de participación  de organizaciones sociales. La posibilidad  de que la Convención sea itinerante. La idea es que la operación de la Convención la decide la Convención. Una preocupación es hacer el Reglamento lo suficientemente rápido para no consumir mucho del tiempo que tiene la Convención para el trabajo constitucional, porque el plazo global es acotado a nueve meses y ampliado a lo más un año.

¿Cómo va a operar esto? En la primera sesión se va a elegir la Mesa, esto me lo imagino que, se llamará a hacer propuestas, se invitará a todos los convencionales a hacer propuestas. Supongo que habrá grupos de conversaciones para hacer propuestas comunes.  Soy optimista de que seremos capaces de hacer un Reglamento en un tiempo breve, una vez que se hagan esas propuestas e ir armonizando.

Algo que será menos complicado de lo que uno esperaba, es que la derecha no tenga más de un tercio, porque antes cuando se esperaba que la derecha tuviera más convencionales, la pregunta central era cómo evitar que se pusiera en riesgo el veto negativo de la derecha. Eso ya no existe.

HG: ¿Cuál es tú mirada Valentina?

Espero que no nos demoremos mucho en discutirlo. Cuando se hizo el proceso constituyente en Bolivia, la Asamblea Constituyente Boliviana se demoró 7 meses en discutir el Reglamento, es un ejemplo latinoamericano. Ellos se demoraron alrededor de tres años y medio en escribir la Constitución.  Mi opinión es que nueve meses para discutir un sistema político que tiene que ver con algo estructural, con la administración del Estado, la administración pública, la verdad es que no sé si vamos a alcanzar, si será suficiente. Con temas relevantes que no sé si en nueve meses o en un año alcanzaremos a discutirlos. Creo que debemos ser tremendamente concisos al momento de debatir los temas que a la ciudadanía más le importan y también ser capaces de llegar a un consenso de manera rápida. Tenemos que dar un ejemplo de trabajar rápido, de como se hace un debate político en favor de la ciudadanía lo más rápido posible.

Cuando hablamos del tema del Reglamento ojalá demorarnos un mes y medio o dos meses discutiéndolo y dejar el resto del tiempo para discutir los temas que importan como derechos sociales  garantizados, derechos humanos, lo de las AFP. Dar una discusión lo más amena posible y de manera rápida, con los argumentos precisos que vengan de los cabildos que se vayan desarrollando.

HG: La nueva Constitución debería tener cambios estructurales en materias sensibles. Nuevo modelo de desarrollo, en las Fuerzas Armadas y Carabineros, cambios que incidirán en grupos financieros, en poderes fácticos. ¿No hay temor de cómo podrían reaccionar los poderes financieros, fácticos, militares?

FA: Si uno mira a Chile y al mundo, el principio democrático siempre avanzó venciendo a los poderes fácticos. Creo que llega un punto en que esos poderes fácticos se dan cuenta que la única posibilidad de tener un orden legitimado es aceptando las reglas del juego democrático, aceptándolas de verdad. Porque las aceptan a regañadientes, con trampa, lo hacen con una Constitución como la actual, hasta que se hace evidente y eso se va deslegitimando. Es lo que pasó cuando llegó el estallido del 18 de octubre. Incluso la derecha económica se  dio cuenta que esta Constitución, esta situación, no es capaz de asegurar estabilidad. La legitimidad del proceso constituyente y su capacidad de darnos orden político legitimado, es la condición que va hacer que esos poderes fácticos acepten las reglas del juego democrático. No están en condiciones de interrumpir el proceso.

VM: Los ricos de este país ya amenazaron con irse, a mí no me genera miedo eso. El golpe electoral que se le dio a la derecha económica en esta última elección es el reflejo vivo de lo que representa y de lo que la gente repudia. Van a tener que ceder. Que acepten incluso algo que se puede parecer a lo que son los sistemas socialdemócratas europeos. No me gusta copiarlo porque tenemos la posibilidad de construir un modelo chileno siendo un ejemplo a nivel mundial, pero creo que van a tener que entender que los europeos y los grandes poderes económicos en Europa mantienen tranquila a las sociedades porque finalmente ceden ante estas presiones porque son importantes. Por ejemplo, el impuesto a los súper ricos de Joe Biden. No se trata de tema de una ideología política, sino que se trata de mantener un orden frente a ciertas situaciones para mantener las movilizaciones de masas en un espectro más tranquilo. Claro que nos vamos a enfrentar a los poderes fácticos de este país y creo que hay que tener un “cuero de chancho” para ir a ese espacio de la Convención donde habrá representantes de esos poderes económicos que quieren pautear la Convención Constitucional, que quieren defender intereses económicos, que tienen intereses en el agua, en las pensiones, en la educación, la vivienda, etc. Ahora, en esta pasada política no van a tener la posibilidad de hacer lo que quieran como la han hecho en estos últimos treinta años. Sobre las Fuerzas Armadas (FFAA), soy partidaria de un escalafón único, no sé qué tan partidario sea Jorge Arancibia, por ejemplo. La verdad es que tenemos una tarea  enorme por enfrentar y por sobre todo esos poderes fácticos de la economía que no nos olvidemos que son sumamente peligrosos, que han asesinado dirigentes sociales y los han hecho pasar por suicidios.

HG: Queremos agradecerles a Fernando y Valentina estar en un medio alternativo, popular, a donde no siempre llegan algunos dirigentes, y decirles que los medios alternativos contribuiremos a la discusión del proceso constituyente. Agradecer a quienes se conectaron este noche y que verán después el programa en las plataformas, a la periodista Daniela Pizarro en todo lo relacionado con la transmisión.

Transcripción: Equipo ES

(El Siglo es Soberanía Informativa. Información para el Conocimiento. Por ello es generador de contenidos que contribuyen al análisis, el debate, la profundización temática)