En carpeta proyecto de Ingreso Básico Ciudadano que reduciría la pobreza en Chile

Clarisa Hardy indicó que el beneficio buscaría que chilenas y chilenos puedan “enfrentar con tranquilidad las incertidumbres de los cambios o emergencias”. La iniciativa contempla una reforma tributaria para captar más impuestos desde los sectores financieramente altos.

Equipo El Siglo. 02/2021. Un grupo de expertos puso en carpeta un proyecto de Ingreso Básico Ciudadano (IBC) que busca generar mejores condiciones de vida e ingresos para la mayoría de ciudadanas y ciudadanos del país, incidir en la reducción de la pobreza y poder encarar momentos difíciles en las familias chilenas.

En conversación con Radio Usach, la académica y presidenta del Instituto Igualdad, y coordinadora del proyecto, Clarisa Hardy, explicó que este IBC busca que las personas puedan “enfrentar con tranquilidad las incertidumbres de los cambios o emergencias” y “no te lo quitan si estás trabajando, es de por vida sin postulaciones o burocracia. Basta que seas mayor de edad y dependiendo del tamaño del hogar se calcula un ingreso que asegure las condiciones mínimas”.

El proyecto se planteó a partir de la premisa de “seguridad en los ingresos como parte de la protección social de derechos” con la idea de aplicación gradual entre los años 2021 y 2030. El equipo que elaboró el contenido fue coordinado por Clarisa Hardy y lo integraron los expertos Hernán Frigolett, Juan Gimeno y Luis Díaz. Se produjo en el ámbito del Centro de Estudios del Futuro (CEF) de la Universidad de Santiago de Chile.

Aunque no tiene un monto fijo se estima que, en principio, el aporte sería en promedio de 108 mil pesos, lo que al décimo año de una eventual implementación podría, incluso, duplicarse.

La manera de financiarlo es, en concreto, por la vía de una reforma tributaria, algo planteado hace mucho tiempo por muchos economistas, que posibilite que las rentas más altas del país, paguen más impuestos.

Víctor Caro, director del Centro de Estudios del Futuro, indicó que “quienes tienen más ingresos, más impuestos debiesen pagar. Por eso, la propuesta va acompañada, también, de una reforma tributaria”. Explicó que “hay distintas fuentes tributarias que se muestran en el estudio y si uno echa mano de todas ellas, con criterios conservadores, podríamos llegar a tener un incremento de la recaudación en torno al 9,5% del PIB, que supera con creces el costo del Ingreso Básico Ciudadano que, estimado a 2030, representa entre 5,5 y 6% del PIB”.

Hablando en Radio Usach, precisó que “se estima que una política pública de esta naturaleza en operación disminuiría en un 10% el coeficiente de Gini”, sistema que mide la desigualdad de los ingresos.

Esta es una propuesta para iniciar la discusión y que tiene en el centro buscar las opciones para garantizar un ingreso a la mayoría de la población, un factor presente sobre todo en el marco de la crisis social por la pandemia del Covid-19, donde cientos de familias del país se vieron gravemente afectadas. Además, va en la línea de garantizar que toda la población tenga un ingreso que le permita encarar las necesidades más básicas de vida y dar una salida a la situación de los sectores más vulnerables. 

De acuerdo a una presentación, este proyecto “pretende ser el punto de partida de una reflexión colectiva y no un punto de llegada. Por lo mismo está sujeto a modificaciones y enriquecimiento frutos de los debates”. 

Se indicó que la idea del Ingreso Básico Ciudadano es que “pueda ser parte de una nueva alternativa que se proponga para hacer de la nuestra una sociedad que avance sin pobreza, reduciendo desigualdades y difundiendo el bienestar con justicia”.

En parte del proyecto se estableció que “se acompaña la asignación del Ingreso Básico con un incentivo al empleo que permite un monto final mayor y con estímulo al trabajo”. También que “la asignación monetaria que se propone  implementar en Chile es automática, sin condicionalidades y por la solo condición ciudadana, por igual para hombres y mujeres e independiente de los arreglos familiares, ocupacionales y de los ingresos”. La idea es que su implementación sea gradual “hasta llegar a ser universal”.