18/O. Hace un año
La chispa. Desesperada reacción del gobierno. Una histórica huelga general. Un acuerdo entre gallos y medianoche. Violación a los derechos humanos. El plebiscito del 25 de octubre.
Iván Ljubetic Vargas. Historiador. CEILER. 15/10/2020. En tres días más, el 18 de octubre, se cumplirá un año de un acontecimiento histórico: el inicio de la rebelión popular contra el neoliberalismo.
Es uno de los dos momentos estelares de las luchas del pueblo chileno. El otro lo constituyó el triunfo popular del 4 de septiembre de 1979 y el Gobierno de Salvador Allende, la primavera de los mil días, ahogada en sangre y muerte por el imperialismo estadounidense y la reacción criolla.
Al referirnos a la rebelión iniciada hace un año, pensamos que no es acertado hablar del despertar del pueblo chileno. Éste, a lo menos sus sectores más conscientes, no ha estado dormido. Lucha desde los tiempos de Luis Emilio Recabarren, cuando amanecía el siglo XX.
Llevó a cabo acciones heroicas. Como por ejemplo, la huelga de la chaucha, en agosto de 1949 contra el gobierno de González Videla, gatillada por el alza de veinte centavos (la moneda de ese valor se llamaba chaucha) en las tarifas de la locomoción colectiva. También hubo heroicas acciones a comienzos de abril de 1957 durante el segundo gobierno de Carlos Ibáñez, la llamada “batalla de Santiago”.
La rebelión iniciada el 18 de octubre de 2019, es una expresión de la lucha de clases entre los que sustentan el poder económico y los trabajadores (entendiendo por trabajador todo el que vende su fuerza de trabajo para sustituir).
Fue el resultado de dos factores: la acumulación de mucha rabia, de desesperación por tantos abusos, desigualdades, injusticias, miseria, sufrimientos, propios del capitalismo y agudizados por la dictadura fascista. Por lo cual no es correcto hablar sólo de “los últimos 30 años” cuando se busca su origen.
El otro factor, fue la acumulación de muchos combates en el último tiempo: huelga de profesores, movimiento contra las AFP, luchas del pueblo mapuche, impresionantes movilizaciones de las mujeres, etc.
El estallido social iniciado hace un año mostró la acertada estrategia planteada por el XX Congreso Nacional del Partido Comunista (agosto de 1994), para el actual período histórico. Partiendo de la tesis de que la principal contradicción existente es entre neoliberalismo y democracia, trazó la línea estratégica de la Revolución Democrática, cuyo objetivo estratégico es la conquista de un Chile realmente democrático.
La chispa
La chispa que encendió a Chile fue la protesta contra el alza de la tarifa del transporte público de Santiago, que entró en vigor el domingo 6 de octubre de 2019. Centenares de estudiantes se organizaron para realizar actos de evasión masiva en el Metro de Santiago. Estas acciones culminaron el viernes 18 de octubre de 2019. Entonces debieron cesar las operaciones de toda la red subterránea por los enfrentamientos de la multitud con carabineros. El ministro del Interior, Andrés Chadwick interpuso querellas por delitos contemplados por la Ley de Seguridad del Estado contra quienes hubieren cometido daños, saqueos e incendios. Por la noche, grandes movilizaciones.
Desesperada reacción del gobierno
Esos acontecimientos fueron un golpe imprevisto para el Gobierno y la derecha. Los descolocó. Piñera sólo diez antes había asegurado: “En medio de esta América Latina convulsionada veamos a Chile, nuestro país es un verdadero oasis”. Sorprendido y desesperado optó por la salida militar. El sábado 19 dictó el Estado de Emergencia en las provincias de Santiago y Chacabuco, sacando soldados a las calles. Ello se extendió pronto a todo el país.
El domingo 20 Piñera profirió: “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso e implacable”, Esto fue rechazado por el propio jefe militar designado por él para la Región Metropolitana.
El martes 23, el Partido Comunista sacó una declaración apoyando a la Mesa de Unidad Social.
El viernes 25 de octubre tuvo lugar la marcha más grande de la historia de Chile. Sólo en Santiago participaron un millón 200 mil manifestantes. En todo el país fueron tres millones.
El gobierno acusó el golpe. El lunes 28 de octubre estaba a la defensiva. Ante el repudio general levantó el Estado de Emergencia, regresaron los soldados a sus cuarteles. También se vio obligado a realizar cambios en su gabinete. Estos hechos marcaron una derrota de los “halcones”, de la UDI.
Una histórica huelga general
El 12 de noviembre de 2019 tuvo lugar quizás la más grande huelga general del movimiento sindical chileno. Fue convocada por el Bloque Sindical Unidad Social (reunía a 155 entidades CUT, Profesores, No más AFP, organizaciones sociales, feministas, sindicales, estudiantiles etc.) más sindicatos nacionales del sector productivo, portuario, minería privada, construcción, salud, ENAP y otros. Tanto el paro, como las manifestaciones callejeras alcanzaron enorme fuerza. Su primera exigencia: ¡una Nueva Constitución! Fue otro golpe al mentón del gobierno. Ese mismo día, dando una vuelta de carnero, Piñera, anunció que convocaría a “un nuevo Congreso Constituyente”
De inmediato todos los partidos de oposición sacaron una declaración exigiendo Asamblea Constituyente.
El jueves 14 de noviembre seis partidos emitieron una declaración apoyando la iniciativa de la Asociación de Alcaldes de convocar una consulta ciudadana. Estos fueron: el Partido Comunista, la Federación Regionalista Verde, el Partido Humanista, el Partido Comunes, el PRO y Convergencia Social.
Un acuerdo entre gallos y medianoche
La UDI, Renovación Nacional y Evópoli que, en estos momentos ya no tenían influencia en las masas movilizadas, buscaron resolver la crisis en el terreno de los partidos políticos, en especial, en el Congreso Nacional.
En un momento de seria crisis del gobierno y cediendo al chantaje militar, los tres partidos socialdemócratas (PS, PPD y PR), la DC y tres partidos del Frente Amplio (Revolución Democrática, Comunes y Liberal), más Gabriel Boric, firmaron el “Acuerdo por la Paz Social y Nueva Constitución”. Fue en la madrugada del viernes 15 de noviembre de 2019. Con ello le proporcionaron un salvavidas a Piñera, abrieron paso a un proceso constituyente, al que impusieron trabas antidemocráticas, como el quórum de 2/3.
El jueves 28 de noviembre la Sala de la Cámara aprobó la acusación constitucional contra exministro Andrés Chadwick. Toda la oposición votó a favor. El miércoles 11 de diciembre, el Senado hizo otro tanto.
Fue una nueva derrota del gobierno.
Pero el jueves 12 de diciembre la Cámara de Diputados rechazó la acusación constitucional contra el Presidente Piñera. Votaron en contra los diputados de derecha, más cuatro democratacristianos (de 13), 2 del PR y dos independientes (René Alinco y Pepe Auth).
Violación a los derechos humanos
El gobierno respondió las protestas pacíficas con represión, atropellando los Derechos Humanos. Cuatro informes denuncian esto. Tres de ONG: Amnistía Internacional, Human Rights Wacht y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. A los que se agregó el Informe de del Alto Comisionado de la ONU sobre DD HH.
Un informe de Amnistía Internacional de fecha 21 de noviembre de 2019:
- Se utilizó armamento militar para controlar las protestas, a veces de manera indiscriminada.
- Se registraron once casos de bombas lacrimógenas lanzadas a colegios, universidades, viviendas y hospitales
- Se documentaron cinco muertes por agentes del Estado (cuatro por militares y una por Carabineros), más de 2300 personas lesionadas (1400 de ellas por armas de fuego), cinco lesiones oculares por perdigón y veinte casos de uso de escopetas como principal herramienta para dispersar las manifestaciones.
- Se registró un número significativo de atropellos y de intentos de atropello con nueve videos que, de acuerdo con la investigadora, eran suficiente prueba para demostrar que no fue por negligencia sino que por dolo.
- Más de 1000 casos de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes
- Setenta delitos sexuales cometidos por funcionarios públicos, incluidas violaciones, abusos, , desnudeces forzadas y amenazas sexuales.
- Se registraron agresiones a defensores de los Derechos Humanos, incluidos personal médico y del Instituto Nacional de los Derechos Humanos y se dio como ejemplo el caso de Jorge Ortiz.
- El Ejército y Carabineros ejerció ataques generalizados en contra de la población usando la fuerza de manera innecesaria para dañar y persuadir a las personas para que dejaran de manifestarse. Se consideran “ataques” porque son múltiples actos de violencia armada, de tortura y de carácter físico y psicológico; y “generalizados” porque no son aislados, sino que se sostuvieron en diferentes puntos del país para castigar a quienes se manifestaran y cuentan con un modus operandi”.
Hubo repudio mundial por la violación de derechos humanos en Chile.
Entre el miércoles 11 y el domingo 15 diciembre se realizó una Consulta Ciudadana convocada por la Asociación de Alcaldes. Votaron más de dos millones: el 92% por una Nueva Constitución; por Pensiones, Salud y Educación.
Aprobada reforma constitucional
La Cámara de Diputados aprobó la reforma constitucional que permite llevar a cabo el plebiscito para el proceso constituyente. La votación contó con 127 votos a favor, 18 en contra y 5 abstenciones. Se estableció que las normas de la Convención serán aprobadas por 2/3 y que, en caso de que la propuesta de nueva Constitución sea rechazada, continuará vigente la actual Constitución.
Se llevará a cabo un plebiscito el 26 de abril en el que se deberá escoger si se aprueba o no la realización de una nueva carta fundamental y el mecanismo. Si lo planteado a la ciudadanía en el plebiscito ratificatorio fuese rechazado, continuará vigente la presente Constitución.
Se aprobaron las dos modalidades: Convención Mixta y Convención Constitucional, así como sus respectivas integraciones, inhabilidades y funcionamiento.
También se aprobó el quórum de 2/3 para que la Convención apruebe las normas del texto Constitucional.
Votaron en contra 9 diputados del Partido Comunista, 3 del Partido Humanista, 3 de la Federación Regionalista Verde Social, 1 de Partido Republicano y 1 Independiente.
Las indicaciones relativas a paridad de género, escaños reservados para pueblos originarios y representación de independientes, fueron rechazadas, ya que no alcanzaron los 93 votos correspondientes a los 3/5 que necesitaban para ser aprobadas.
De la Plaza de la Dignidad al Parlamento
El 3 de marzo de 2020 se supo del primer contagiado; el 21 de ese mes, de la primera muerte. La pandemia del corona virus había llegado a Chile. Una nueva peste asolaba el país. Se unía a la del neoliberalismo.
Al conocerse la aparición de la pandemia mundial del coronavirus, tanto el Presidente Piñera, como su ministro de Salud, Jaime Mañalich, plantearon que Chile estaba preparado para combatir la peste que nos amenazaba. Prepotentes, desoyeron la multitud de voces que se alzaron exigiendo medidas serias, informes claros declarar cuarentenas. No escucharon al Colegio Médico, a los alcaldes, a las organizaciones sociales y políticas, etc. ¿Para qué oírlas si ellos lo tenían todo claro?
Pero ocurrió la catástrofe sanitaria. Chile era uno de los países de la tierra más golpeado por la pandemia. Elevado número de contagiados y de muertes, colapso de hospitales, clínicas. El gobierno culpó a los chilenos irresponsables. Que los hay, los hay, pero son los menos y en ningún caso la causa del desastre.
Vinieron las cuarentenas. La Plaza de la Dignidad quedó vacía, pero la rebelión siguió viva. Se expresó en muchas formas, ollas comunes, cabildos, asambleas cacerolazos, mítines de protesta. El centro de la lucha antineoliberal se trasladó al Congreso. Pero allí no se encontraban solamente los parlamentarios. Estaba la presencia potente del clamor popular. Fue un escenario de la lucha contra los candados antidemocráticos heredados de la dictadura.
La reforma constitucional por el retiro del 10%
El masivo caceroleo de la noche del martes 14 de julio conmovió Chile y sus ecos llegaron a la Cámara de Diputadas y Diputados.
La mayoría de los chilenos exigían su derecho a retirar el 10% de sus fondos en manos de la AFP. La encuesta Data confirmó que el 89% y la encuesta Pulso Ciudadano, que el 88% estaban en esa parada.
Chile vivía una terrible crisis sanitaria a raíz del pésimo manejo del gobierno neoliberal frente a la pandemia del Covid-19. Las muertes superaban los siete mil. Se agravaba la crisis social. Millones de chilenos habían perdido su trabajo, disminuido sus salarios. Existía hambre, indignación, miedo en los hogares.
El clamor popular llegó a la Cámara y en la sesión del miércoles 15 de julio de 2020 se aprobó la reforma constitucional que permitió el retiro del 10% de los fondos desde las AFP.
La victoria popular se logró por 95 votos (se requería 93), 36 en contra y 22 abstenciones. Junto a la oposición votaron 13 diputados de Chile Vamos.
La votación en el Senado del miércoles 22 de julio de 2020 fue una nueva derrota del gobierno. El proyecto de reforma constitucional fue aprobado por 29 votos (con 5 senadores de Chile Vamos) contra 13 y una abstención (de otro senador de derecha).
De nuevo en la Cámara de Diputadas y Diputados. El gobierno sufrió dos nuevas derrotas el jueves 23 de julio de 2020. Fue rechazado el veto presidencial sobre los servicios básicos por 109 votos, 31 en contra. Y el proyecto del retiro del 105 fue aprobado por 116 votos a favor, 28 en contra y 5 abstenciones. Resultado que nadie esperaba.
Así por la fuerte presión del clamor popular se rompió otro candado antipopular dejado por la dictadura y defendido por Piñera. Este no pudo recurrir ni al veto presidencial (habría sido rechazado en el Parlamento) ni pudo recurrir al Tribunal Constitucional (en ambas cámaras el proyecto fue aprobado por los 2/3. Debió promulgarlo el viernes 24 de julio de 2020.
Los hechos, lo porfiados hechos, mostraron posteriormente que todos los siniestros vaticinios de Piñera y sus los ministros del Interior Gonzalo Blumel y al de Hacienda, Ignacio Briones, sobre el retiro del 10% fueron falsos. Todos han reconocido que ese retiro fue altamente positivo. Una vez más las masas tenían la razón.
“Tanques” en La Moneda
En plena rodada, con un 12% de aprobación, una coalición oficialista en dura crisis, con dolorosas derrotas en el Parlamento, con una terrible catástrofe sanitaria, en un loco afán por intentar seguir defendiendo el sistema neoliberal heredado de la dictadura, el martes 28 de julio del 2020 realizó cambio en el Gabinete. Ingresaron duros defensores del neoliberalismo y un consumado pinochetista: Víctor Pérez, designado ministro del Interior, militante de la UDI; Andrés Allamand, de Renovación Nacional, como ministro de Relaciones Exteriores; Jaime Bellolio, UDI, Vocero del gobierno neoliberal. Los tres decididos partidarios del rechazo en el Plebiscito. Cristián Monckeberg, de Renovación Nacional, era ministro de Desarrollo Social, pasó a ser ministro de Secretaría General de la Presidencia. Mario Desbordes, uno de los diputados de Chile Vamos que votó a favor del retiro del 10% el jueves 23 de julio fue designado como Ministro de Defensa.
Siguieron las manifestaciones a pesar de la pandemia. Y la represión policial se hizo más feroz.
¿Y ahora qué?
El 25 de octubre a obtener una nueva victoria popular. Y esto depende de cada uno de nosotros.