Activada la base dura de Kast: extremistas de derecha, pinochetistas, negacionistas, nacionalistas
Las organizaciones y centros de estudio que respaldan esas posturas que, por cierto, no se están exteriorizando claramente. A los Republicanos, Nacional Libertarios, Team Patriota, se suman evangélicos ultraconservadores, personas de los movimientos religiosos Schoenstatt y Opus Dei, la “familia militar” y defensores de violadores a los derechos humanos, y dirigentes del grupo Demócratas y expersoneros concertacionistas.
“El Siglo”. Santiago. 3/12/2025. Podrá estar esperando votos de Franco Parisi, del Partido de la Gente, o aspirar a sufragios de sectores populares, pero en estas semanas ha quedado claro que lo que está más activada es la base política y electoral dura de José Antonio Kast, el candidato presidencial de la extrema derecha. Son los sectores extremistas de derecha, pinochetistas, negacionistas, nacionalistas, que tiene las posturas más retrógradas y autoritarias en el escenario político chileno quienes están impulsando con diferentes métodos la postulación del militante del ultraderechista Partido Republicano.
Como es lógico, el Partido Republicano tiene activadas todas sus estructuras, fuentes de financiamiento, colaboradores en redes sociales, sistema de propaganda y desplazamiento por territorios, promoviendo las propuestas conservadoras de su candidato. Luego tiene el respaldo resuelto del Partido Nacional Libertario, de perfil de extrema derecha y nacionalista. En redes sociales y algunos portales Web, el ultraderechista grupo “Team Patriota” le volvió a dar respaldo a Kast y el dirigente del grupo, Francisco Muñoz, conocido como “Pancho Malo”, llamó “a todos los Patriotas a darle la oportunidad de sacar el País adelante y evitar 4 años más de oscuridad”. Esas organizaciones son reivindicadoras de la dictadura, anticomunistas, negacionistas de las violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad (exigen el indulto a los responsables de esos delitos), xenófobas y contrarias a los derechos de la diversidad sexual. La cercanía del actual aspirante de extrema derecha a La Moneda se grafica en su conocida frase de que “si Pinochet estuviera vivo, votaría por mí”.
A ellos se suman organizaciones ultra religiosas como miembros del conservador Partido Social Cristiano, del Movimiento Apostólico Schoenstatt fundado en Alemania, y del Opus Dei. También la “familia militar” integrada por ex y actuales miembros de las Fuerzas Armadas y familiares de condenados por violaciones a los derechos humanos. De hecho, altos mandos recién salidos de sus funciones se integraron de inmediato al Partido Republicano y a trabajar como asesores de Kast y de grupos de extrema derecha.
En estos días, a esos segmentos se sumaron antiguas y antiguos personeros de la Concertación, que están ahora en grupos como Demócratas, que fueron o son militantes de la Democracia Cristiana y otros partidos y, como se esperaba, al apoyo a José Antonio Kast se plegaron las colectividades de la derecha tradicional.
En este cuadro, en estos días el propio Kast tuvo que salir al paso a versiones de que su padre, Michael Kast, fue miembro del Partido Nazi (“su padre Michael, un inmigrante alemán que llegó a Chile después de la Segunda Guerra Mundial, fue miembro de las Juventudes Hitlerianas y militante del Partido Nazi”; nota de France24), mientras se reitera en medios de prensa que uno de sus hermanos fue ministro de Augusto Pinochet y que hay acusaciones de complicidad, sino de participación, de miembros de la familia Kast en la masacre de campesinos en la localidad de Paine, producido el golpe de Estado de 1973.
José Antonio Kast usa como plataformas de generación y difusión de sus tesis de extrema derecha como los centros de estudios Ideas Republicanas, Acción Republicana, Foro Republicano y Fundación Cuide Chile. A lo que se agregan el Centro de Estudios Libertarios, el Instituto Libertad y Desarrollo y el Instituto Libertad, entre otros. Desde ahí, junto al trabajo de legisladores y dirigentes de extrema derecha, se promueve la profundización del modelo económico neoliberal, el respaldo a las grandes empresas y consorcios financieros, la reducción de la función social del Estado, se oponen a derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, al aborto, a la eutanasia, son contrarios al matrimonio del mismo sexo, a la anticoncepción, están por la continuidad de la hegemonía privada en el sistema de pensiones, de salud, educación y explotación de los recursos naturales.
Claudia Heiss, profesora de ciencia política en la Universidad de Chile, en declaraciones a la BBC, dijo que José Antonio Kast “viene del núcleo más a la derecha de lo que se llama en Chile la derecha tradicional, que es una derecha que no ha tenido credenciales muy democráticas: es la derecha que respaldó a Pinochet”. Más aún, el propio Kast ha expresado que su propósito es seguir el ideario ultraconservador y autoritario levantado por Donald Trump, Giorgia Meloni y Javier “el loco” Milei: “Nuestras ideas ya ganaron: ganaron en Estados Unidos, en Italia, en Argentina”, declaró en Radio ADN. Al mismo tiempo, es un simpatizante de las políticas represivas y autoritarias de Nayib Bukele en El Salvador, Daniel Noboa en Ecuador, y Viktor Orbán en Hungría, entre otros.
En efecto, como en otras partes del mundo, la base dura de extremo derecha que respalda a Kast está en una postura agresiva, de pretender avances, de denostación y actitudes violentas hacia sus opositores, sobre todo si son militantes comunistas o de izquierda, recordando las posiciones y acciones durante la pasada dictadura.
Y se agrega hoy, que mucho de las tesis e ideas de este sector, José Antonio Kast las está ocultando en debates, entrevistas, apariciones públicas, en una modalidad seguida por personeros de extrema derecha de no dar a conocer sus posiciones ultraconservadoras para operar después, llegados al gobierno.
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