HABLEMOS DE LA TELE. Farándula sin cautelares

La farándula ha vuelto en gloria y majestad y preocupadamente con mayor fuerza, irreverencia y mal gusto. Su recrudecimiento ha roto con el fair play y todos los moldes y hasta el Consejo Nacional de Televisión reconoce el considerable aumento de denuncias al respecto.

José Luis Córdova. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 4/9/2025. Hace apenas unos años, los programas de farándula práctica y afortunadamente habían desaparecido de las parrillas televisivas y se pensaba que no volverían, aunque la diputada Pamela Jiles -protagonista y “experta” en el tema- lo calificara nada menos que de un género televisivo y (según ella) el “más democrático” de todos, sin entregar mayores argumentos sobre ello. Igual que -sin explicación- se sumó al comando de Franco Parisi y el llamado “partido de la gente”.

Lo cierto es que la farándula ha vuelto en gloria y majestad y preocupadamente con mayor fuerza, irreverencia y mal gusto. Su recrudecimiento ha roto con el fair play y todos los moldes y hasta el Consejo Nacional de Televisión reconoce el considerable aumento de denuncias al respecto.

La lucha por el rating y la inexistencia de áreas dramáticas en la mayoría de los canales ha creado la necesidad de financiar entrevistas y montajes artificiales para ofrecer ingresos a actores, actrices, modelos, “rostros” de la tele y “chicas o chicos” reality, locutores, animadores y conductores que permiten que estos personajes sobrevivan en popularidad y en una supuesta “fama”. Entre ellos, Raquel Argandoña, Gonzalo Cáceres, Patricia Maldonado, Marlene Olivari, Jordi Castel, Paulina Nin, otras y otros.

La justicia criolla permitió que, hasta la excandidata a alcaldesa de Concepción, Camila Polizzi (quien hoy en día se encuentra en prisión domiciliaria en la capital penquista) pudiera hacer un show erótico en el club nocturno “Diosas” de Santiago y apareciera en el programa “Podemos hablar”, que conduce Diana Bolocco, defendiendo sin contrapeso su presunta inocencia. Nunca nadie se había permitido nada igual y recordemos -entre otros- al exalcalde Daniel Jadue quien se encuentra en arresto domiciliario total y no goza de ningún beneficio ni parecido.

La farándula criolla que recibió a Polizzi ahora hace esfuerzos por presentar también a la exalcaldesa de Maipú, Kathy Barriga, ante las cámaras. Este género volvió el 2024 con espacios en canales alternativos como “Que te lo digo” de Zona Latina, para continuar con “Tal cual” y “Sígueme” en TV Plus y después con “Only fama” en el Mega, “Hay que decirlo” (Canal 13), “Podemos hablar”, “Primer plano” y “Plan perfecto” en CHV. Los conflictos entre los panelistas, invitados y “figuras” arrecian desde entonces y la danza de millones que se reparten entre ellos también. Excelente tribuna para conocidos personajes como Adriana Barrientos, Daniela Campos y algunas otras “colegas”.

Todas y todos dedicados a infidelidades, amoríos, violencia intrafamiliar o doméstica, peleas a gritos, “traiciones” y otras “incivilidades”, como se dice ahora en lenguaje judicial.

Julio César Rodríguez abrió una nueva brecha al abordar la crisis de TVN, mostrando hasta con gigantografías las carencias y debilidades del único “canal público”, desatando una suerte de guerrilla entre ambos canales y despertando antiguos rencores, venganzas, suspicacias y prejuicios.

Este tipo de situaciones embarazosas llevó a la palestra al animador y productor Francisco Kaminsky hasta Tribunales para aclarar sus vínculos en el caso del asesinato del denominado “Rey de Meiggs”, de connotación pública nacional. Ello se expandió hasta las modelos Carla Jara y Camila Andrade arrastradas por la popularidad del “Kami”, deudor y amigo de la víctima y del supuesto autor intelectual del crimen y del sicariato.

Tarea para la casa: ¿Sabía usted que Marité Matus, la exesposa de Arturo Vidal, se separó del modelo Camilo Huerta? ¿A quién le importa esto? ¿Qué importancia tienen estos personajes?

Cuando se rechaza la violencia, debe considerarse también la violencia verbal y no puede pedirse a la teleaudiencia y a la ciudadanía en general que sea menos agresiva si por ganar puntos en el rating, los protagonistas de programas de farándula no tienen filtros para violentar y agredir a “rostros” de la tele sin ningún miramiento.

Así las cosas, ante las próximas elecciones parlamentarias, se están presentando “rostros” de la tele que sólo tienen el mérito de la popularidad como Pablo Herrera, Marlen Olivarí, Juan Carlos “Pollo” Valdivia, Jorge “Peineta” Garcés, Carola Julio, Gonzalo Egas, Felipe Viel, Juan Pablo Sáez y otros.

Los programas de farándula, según expertos, están generando un deterioro en la convivencia en general y el CNTV debería tomar mayores cartas en el asunto, más allá de multas y recriminaciones públicas, sino también aplicando tal vez medidas cautelares preventivas contra los canales que permiten estos excesos, claro está, sin alterar la libertad de expresión ni de prensa.

 

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