La evidencia de la odiosidad, la maña e inhumanidad de Evelyn Matthei

El desmenuzamiento de sus afirmaciones contrastando datos objetivos y hechos precisos. Su implícita adhesión a las tesis de la viabilidad golpista, el negacionismo y relativismo sobre violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad y negativa a pedir perdón por respaldar a un régimen que ejecutó e hizo desaparecer a casi 4 mil chilenas y chilenos.
“El Siglo”. Santiago. 18/4/2025. 1.-La candidata presidencial de la derecha afirmó que el golpe de Estado de 1973 “era necesario. Si no, nos íbamos derechito a Cuba. No había otra alternativa”. No era así. Había otra alternativa. El país iba derechito hacia un plebiscito democrático para que la ciudadanía decidiera el rumbo a seguir en medio del proceso que se vivía. La asonada golpista impidió el plebiscito ciudadano. Los mandos de las Fuerzas Armadas y Carabineros, los partidos de derecha, como el Partido Nacional, la Democracia Cristiana, y grupos ultraderechistas como Patria y Libertad impidieron la consulta popular. Ese año hubo elecciones legislativas democráticas donde ganó la oposición. Había medio centenar de periódicos, radios y canales de televisión de derecha. Los militares y carabineros operaban sin resguardos, y en los meses anteriores al golpe allanaron comunas y poblaciones gracias a una ley de control de armas. La Corte Suprema estaba galopando en sus continuas resoluciones contra el Gobierno. ¿Cuál “derechito a Cuba”? Evelyn Matthei recurre al relato engañoso, primitivo, odioso, golpista, la vieja cantaleta de Cuba, para enfatizar que estuvo siempre a favor del derrocamiento de un Gobierno electo democráticamente y que respalda y respaldó el golpe de Estado como una necesidad para su sector. Algo de fondo. Con su declaración, hace suya la tesis de las viabilidades golpistas.
2.-La candidata de la derecha afirmó que “probablemente al principio, en 1973 y 1974, era bien inevitable que hubiesen muertos, pero ya en el 78, el 82, cuando siguen ocurriendo, ahí ya no”. Matthei, en una actitud indesmentiblemente inhumana, más allá de ideas políticas, le coloca fecha a la posibilidad de matar o no a opositores. En definitiva, en 1973-1974 fue “inevitable” violar los derechos humanos y cometer crímenes de lesa humanidad, luego no. Para ella, en concreto, era “inevitable”, por ejemplo, ejecutar a autoridades y funcionarios que fueron arrestados en La Moneda cuando ya estaban detenidos e indefensos, como al presidente del Banco Central y a unos médicos. Era “inevitable” asesinar al hijo de Miria Contreras, la secretaria de Salvador Allende, tomado preso por carabineros en la Intendencia, o asesinar al exministro del Interior, José Tohá; era “inevitable” asesinar a Víctor Jara detenido en la Universidad de Santiago, era “inevitable” ejecutar a los detenidos por los militares de la Caravana de la Muerte en 1973. Era “inevitable” llegar a la cifra de más de dos mil asesinados, entre ellos niñas, niños y adolescentes, en los primeros años de la dictadura que ella apoyó y que ella sigue respaldando como opción necesaria. Hay muchos más ejemplos de lo “inevitables” que estableció Matthei.
3.-En la entrevista en Radio Agricultura, donde hizo las afirmaciones, la candidata de la derecha comentó, sobre asesinatos, desapariciones, torturas y otros delitos cometidos por los uniformados, que “yo siento que hubo gente que le hizo mucho daño, loquitos que se hicieron cargo y que nadie los frenó a tiempo”. Un intento fallido de Evelyn Matthei por convertir a la CNI, el Comando Conjunto, la Dicomcar, las Direcciones de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, las fiscalías militares, los gurkas, y otros grupos represivos en simples “loquitos”. Una simplificación y reducción terrible sobre los organismos que ejecutaban el terrorismo de Estado; no unos “loquitos”. Que “nadie los frenó a tiempo”, ¿se refiera a Augusto Pinochet a quien ella apoyó, abrazó, compartió sonrisas y afectos, entre otros? No cabría duda de que tachar de unos “loquitos” a quienes ejecutaron crímenes sistemáticos, lanzaron cadáveres al mar, enterraron a detenidos desaparecidos, hicieron montajes represivos, degollaron profesionales, etcétera, constituye un acto de negacionismo y una distorsión histórica, negando la existen de aparatos represivos del Estado dirigidos por altos oficiales de las FFAA y Carabineros, y la existencia de planes de exterminio dentro de la política de terrorismo de Estado.
4.-Frente al estupor y rechazo por sus afirmaciones, Evelyn Matthei escribió un mensaje en X: “Hoy la izquierda, que hace gobierno con el Partido Comunista, que justifica lo que ocurre en Venezuela, Nicaragua y Cuba, distorsiona groseramente mis dichos. Se los digo fuerte y claro. Nunca he justificado ni justificaré la violación a los derechos humanos”. Es el formato distorsionador que usan técnicamente personeros como la exalcaldesa. Es un formato propagandístico heredado de los nazis en la construcción de realidades tendientes a justificar, explicar, distorsionar, embaucar, respecto a episodios de exterminio, violaciones a los derechos humanos y políticas terroristas. Lo que incluye, en este caso, meter en la primera frase, a cuento de nada (aparentemente) a los comunistas (que tuvieron varios miles de ejecutados, desaparecidos, encarcelados, exiliados a raíz del golpe que ella justifica), en esa intencionalidad anticomunista de dar por hecho que son malos, que son el cuco en todo. Luego, también en el formato distractivo y que quita el eje de lo central, vuelve con la cantaleta de Venezuela, Nicaragua y Cuba, algo que hacen los representantes de la derecha y la extrema derecha cada vez que se les pide fijen posición sobre los derechos humanos en Chile. La última frase es una “noticia falsa”, un engaño. ¿Puede afirmar, después de sus afirmaciones, que no justifica la violación a los derechos humanos? ¿No es justificar miles de violaciones a los derechos humanos acreditadas por organismos serios e institucionales decir que “era bien inevitable que hubiesen muertos” producido el golpe de Estado?
5.-Las afirmaciones y reacciones de Evelyn Matthei no son un “error forzado”, desprolijidad comunicacional de su equipo u obra de su ansiedad, como se quiso establecer en ciertos medios de prensa. Sinceró algo conocido. El apoyo al golpe de Estado, el respaldo a la dictadura, el negacionismo respecto a violación a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, relativización de la política de terrorismo de Estado y actuación de organismos represivos y criminales, asimilación de la tesis de viabilidad golpistas frente a un Gobierno que no se comparte y negativa permanente a pedir perdón, reconocer los sucesos ocurridos, criticar explícitamente a militares y políticos que dirigieron la dictadura, efectuar una autocrítica sobre el proceso tiránico y empatizar con las víctimas y familiares de las víctimas.
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