“Estamos obligados a un examen con sentido autocrítico”: Lautaro Carmona

El presidente del Partido Comunista hizo una aproximación general a la derrota del oficialismo en la elección presidencial, planteando que “el gobierno, el comando, los partidos, son parte de los factores” a analizar. Aseguró que su colectividad hace la evaluación “en su espacio, con su método, y para que tenga un valor general para todos, no sólo para un sector” de su partido. Sobre la continuidad de la alianza de partidos que respaldaron a Jeannette Jara, planteó que, por ahora, “hay que tener la coordinación de todos quienes constituimos esta propuesta para enfrentar lo que sean las políticas que quiera instalar la derecha y la extrema derecha”. Sobre ir estableciendo cuáles son los liderazgos en su sector para asumir el nuevo ciclo político, el dirigente se rehusó a dar nombres y expresó que “puede haber un apresuramiento en esto que no tenga ninguna eficacia”.

 Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 21/12/2025. ¿Cómo mira lo ocurrido en la elección presidencial?

Primero, asumir la contundente derrota político-electoral que sufrimos el 14 de diciembre. Lo peor que podría pasar es desentenderse, imaginar que esto fue un lapsus secundario, o que quienes respaldaron la propuesta de (José Antonio) Kast son ignorantes, no saben nada. Hay que ver porqué obtuvo tanto respaldo por sobre lo que nosotros obtuvimos.

¿Y por qué habría ocurrido?

Hay dos o tres cuestiones que son inevitables de profundizar. Una es la relación de las fuerzas progresistas y de izquierda, particularmente la nuestra, con sectores del pueblo, con el movimiento de masas, que no se puede limitar a conversaciones personalizadas, del puerta a puerta, sino a un vínculo que recoja cuáles son sus reales expectativas, angustias y necesidades de la gente y tener respuestas frente a eso. Una segunda cosa es la calidad del diálogo con el pueblo y cómo lo estamos haciendo, y entonces aparece el vehículo para eso que es el tema comunicacional, y ver los instrumentos, los contenidos y las formas del mensaje. Lo tercero es en cuanto a las políticas implementadas vigentes y si distorsionaron las políticas nuevas, me refiero a que si tenemos caminando una política de un gobierno del cual somos parte, y hay críticas a esa política, cómo se produce el quiebre con la nueva propuesta y cómo eso se explicita.

Precisamente, se culpa a una deficitaria política del gobierno…

Es un error reducir lo que pasó a un solo factor, porque impide analizar la experiencia completa y sacar todas las enseñanzas que quedan. Que el gobierno y sus políticas son un factor, no cabe ni una duda, hay responsabilidad de la gestión del gobierno vinculada a las necesidades de la gente. Yo hice la crítica de que, por ejemplo, se sigue sobreponiendo el equilibrio macroeconómico respecto a las demandas y necesidades de la gente. Pero hay otros factores y qué proporción tiene frente a otros factores, es un tema que está por evaluarse.

¿Entre esos otros factores está el desempeño del comando, de la candidata?

Todo lo que haya sido factor en la campaña, tiene que estar presente en la evaluación y el debate. Tenemos que ver qué influyó más, cuál fue la incidencia de cada factor. Pero mira, aprovecho de plantear algo, que es la situación entre la elección presidencial y la parlamentaria. En la parlamentaria, algunos dicen que se obtuvo cerca de un millón de votos, otros dicen sobre quinientos mil más que en la elección presidencial. Eso implica que en primera vuelta podríamos haber obtenido cerca del 34% si la votación entre las dos elecciones hubiera sido similar, es decir, habríamos podido sacar una ventaja de casi diez puntos y eso generaba otra condición para la segunda vuelta. ¿Qué pasó ahí con el trabajo de campaña, con el desempeño de los partidos? No es una crítica, es una constatación de un hecho y algo que hay que mirar. Por lo que me preguntas, bueno, sí, el gobierno, el comando, los partidos, son parte de los factores, y veremos en qué concluye el análisis sobre eso.

¿Tiene alguna perspectiva la alianza que hubo desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista? ¿Hay que apostar por una coalición orgánica o más por una alianza más flexible? ¿Ustedes tiene una prioridad de alianza, con el Partido Socialista o con el Frente Amplio?

Lo primero es que es necesario precisar una política de alianzas que permita una expresión unitaria mayor. Qué anchura va a tener, tiene que ver con qué conclusiones va a sacar cada partido, yo no quisiera interferir en el debate de los partidos. Al menos, eso lo conversamos con otras presidentas y presidentes de partidos, hay que tener la coordinación de todos quienes constituimos esta propuesta para enfrentar lo que sean las políticas que quiera instalar la derecha y la extrema derecha, que van a tener posturas muy reaccionarias. Pero bueno, cada partido hará su propia evaluación, intercambiaremos de forma bilateral o multilateral, y veremos cuántos puntos de acercamiento tenemos para el diagnóstico y la proyección que le demos a nuestra tarea.

¿Y los liderazgos en todo ese proceso? Se menciona al Presidente Gabriel Boric, a Jeannette Jara, al alcalde Tomás Vodanovic, a la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, y varias y varios otros.

Eso es adelantarse. El tema de fondo, más que los nombres de potenciales liderazgos, son los contenidos que van a hacer síntesis en un proyecto. Después veremos qué liderazgos surgen o toman fuerza. Puede que alguien piense en definir liderazgos desde un escritorio, por acuerdos internos, o al revés, desde el movimiento social, desde el conjunto de partidos, en las dinámicas del proyecto que levantemos. Los partidos tienen sus liderazgos en su institucionalidad, en su representación parlamentaria, en sus alcaldías, pero liderazgos de raigambre de masas, hay que verlo todavía. Primero veamos cuáles son los temas que nos enganchan y nos relacionan con mayorías y cómo nos reconocen como un aporte. Puede haber un apresuramiento en esto que no tenga ninguna eficacia, aquí vale el dicho de “no por madrugar amanece más temprano”, yo iría rigurosamente viendo los tiempos y los puntos en juego y entre los puntos está cómo vamos a articular una convocatoria y una mayoría.

Se sigue señalando en la prensa, en análisis, en entrevistas, que el Partido Comunista enfrenta esta etapa con dos puntos de vista, uno de un sector definido como disidente o cercano a Jeannette Jara y otro oficial, cercano a la dirección de la colectividad. ¿Es la realidad o no?

El Partido Comunista tiene una institucionalidad sólida, tiene una dirección política que funciona, fue muy incidente en todo este proceso, se hace cargo de la reflexión autocrítica, también asume las contribuciones que hicimos para buenos resultados y avances. Ahora viene un análisis, viene una discusión, estamos obligados a un examen con sentido autocrítico. Es la dinámica natural del debate que tienen todos los partidos, y el Partido Comunista lo hace en su espacio, con su método, y para que tenga un valor general para todos, no sólo para un sector. El partido no trabaja por tendencias, no trabaja por grupos, trabaja por acuerdos en beneficio del movimiento popular y que los implementa el conjunto del partido. Que en eso haya una conducta u otra, es parte de la vida real, esto no es un ejército donde no hay derecho a tener una mirada distinta, pero lo que vale es cuál es la política y cómo la asumimos y la implementamos de conjunto. Ahí vamos mirando los grados de compromisos que tiene cada cuadro con los acuerdos y se muestran los niveles de desarrollo respecto a ser parte de un colectivo que socializa, que llega a conclusiones, y que asume la unidad de acción como un valor y no como un elemento que limita.

¿Ustedes quedaron satisfechos con el resultado de la elección legislativa, en cuanto a cómo le fue al Partido Comunista?

Nosotros, primero, cedimos varios espacios en consecuencia con lograr un acuerdo unitario, que hubiera una sola lista del oficialismo, lo cual al final no fue así. Segundo, tuvimos una eficacia de electividad que no habíamos tenido antes, logramos el 50 por ciento de electividad: de los 22 candidatos y candidatas que presentamos, elegimos 11. Tercero, tuvimos logros cualitativos, con candidatas y candidatos de calidad, claves, con muy buena representatividad. Levantamos la candidatura de Elisa Loncón que fue clave para que en La Araucanía se eligieran dos senadores del sector, sino la derecha elegía cuatro. Lo mismo pasó con la candidatura de Sixto González en Maule, para el Senado, que contribuyó a elegir dos senadores en una zona que era muy de derecha. Elegimos la primera mayoría nacional al Senado en la Región de Valparaíso, con Karol Cariola, donde nosotros no teníamos presencia senatorial. Teníamos diez parlamentarias y parlamentarios en ejercicio y ahora elegimos once. Si uno ve el retroceso que tuvo el conjunto de las fuerzas políticas del sector, a nosotros nos fue bien, tenemos una buena evaluación de nuestro rendimiento en la batalla parlamentaria. Lamentamos mucho las derrotas que tuvimos en Iquique y en Concepción, estamos en el ejercicio de saber qué pasó, lamentamos mucho no elegir en Atacama y Antofagasta, lo vamos a evaluar. Hay otras cosas, como que en Coquimbo tuvimos dos candidaturas y volvimos a tener doblaje, competimos en Valparaíso en los dos distritos contra duplas del Frente Amplio, del Partido Socialista, de la Democracia Cristiana, y nuestros candidatos tuvieron la fuerza para elegirse, sin apoyo de otro compañero de lista. Para qué decir en la Región Metropolitana. Cuando muchos apostaban -debido a la descalificación impuesta a Daniel Jadue como candidato en el Distrito 9- de que ahí nos iría mal, logramos que fuera electo con buena votación Boris Barrera, y comprobamos que habríamos podido elegir a los dos. Logramos la elección de Irací Hassler, la reelección de Lorena Pizarro, de Daniela Serrano, la gran votación de Gustavo Gatica, la elección de Marcos Barraza, de Marisela Santibáñez. En la primaria presidencial, cuando nadie apostaba por nuestra candidatura, logramos lejos una victoria. Tenemos un buen balance.

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