Lautaro Carmona: “Tesis previas y preestablecidas pueden negar el aprendizaje y esa sería la peor opción”

Así lo afirmó el presidente del Partido Comunista de Chile, Lautaro Carmona, al ser consultado sobre los factores que habrían permitido ganar la competencia por el sillón presidencial a José Antonio Kast, el candidato ultraderechista de Partido Republicano. En conversación con Radio Nuevo Mundo y El Siglo, el dirigente señaló que los partidos políticos de Unidad por Chile tienen que hacer primero sus propios procesos de evaluación, “y en cada partido, porque sería un error que uno discutiera sobre la situación que vivió otro ajeno”. Indicó que, una vez realizadas estas reflexiones, existe “la disposición de origen” para compartir entre todos las conclusiones obtenidas y generar una posición común, “ojalá antes de fin de año” para dirigirse al pueblo de Chile. En el caso del Partido Comunista, Carmona anunció que este fin de semana se realizará un Pleno del Comité Central, “para generar un intercambio a nivel de colectividad y responsablemente hacernos cargo”, expresó.

“Radio Nuevo Mundo”. “El Siglo”. Santiago. 16/12/2025. ¿Cómo se siente después del resultado de la segunda vuelta presidencial, que en gran parte se ha transformado para la izquierda chilena en un trago amargo?

Lo primero, es asumir en forma muy directa y abierta los resultados que obtuvo el candidato republicano José Antonio Kast que, con un margen bastante evidente y profundo, logra ubicarse como el futuro Presidente de Chile a partir del 11 de marzo. 

Lo que nos toca a nosotros como fuerza política es orientar y para orientar hay que tener una conclusión propia que arranque de un examen de la realidad, más cuando ésta es reciente y aplastante. De manera que no se puede soslayar, desconocer ni abordar el tema como que fuera un revés transitorio o parcial. Tiene que asumirse en la dimensión que tiene.

La batalla político-electoral de este balotaje tiene resultados regionales, distritales y comunales que entregan la posibilidad de hacer un estudio y una evaluación para llegar a las mejores conclusiones sobre las causas y los hechos que produjeron el triunfo tan aplastante de Kast por sobre nuestra propuesta como coalición “Unidad por Chile”.

Imaginar que esta evaluación saldrá de un intercambio somero, unilateral, sin profundizar y analizando un sólo factor, sería un error político, porque desaprovecha la posibilidad de conocer en detalle y sacar conclusiones que permitan profundizar la política, a lo menos de los comunistas, de aquí hacia adelante y eso incluye la política unitaria, porque será el intercambio colectivo el que va a arrojar luces de cada uno de los factores que estuvo presente en esta contienda.

Tenemos que asumir que la lucha continua y ver qué temas son los que engancharon más con la gente que apoyó la candidatura de la derecha. ¿Qué vio ésta que no vimos nosotros?, ¿cómo comunicó lo que nosotros no comunicamos? o ¿si debiéramos haberlo hecho de otra forma? son temas a analizar por los distintos equipos de los partidos. 

En el caso del Partido Comunista así será, porque el fin de semana que viene habrá un Pleno de su Comité Central para generar un intercambio a nivel de colectividad y responsablemente hacernos cargo.

Ahora la gran tarea es indagar sobre cuáles son las propuestas concretas que llevaron a qué la gente sintiera en José Antonio Kast una dimensión más seria, más cercana y más factible de aplicar. Y eso va incluir procesos autocríticos y críticos, con el fin de sacar también enseñanza de nuestras propias formulaciones y actuaciones en medio de la campaña.

Hay que poner también mucha atención a la reacción en cómo asume los resultados electorales José Antonio Kast, que es mucho menos beligerante que la que tenía en campaña, porque podemos quedar en un mensaje en que nosotros tengamos observaciones dada nuestra posición, pero la gente sienta que él sí puede encaminar y resolver temas de seguridad pública, salud, vivienda, trabajo y los salarios. Y la política migratoria también va a estar en este debate, porque hay muchas cosas que la gente tuvo presente para tomar esta decisión. 

– ¿Cómo se va a implementar el diálogo y la acción entre el mundo político y las organizaciones sociales de base que han salido bastante amargadas y sin una perspectiva clara de cómo siguen después de la segunda vuelta?

Distintos espacios colectivos que superan a las orgánicas de partidos políticos, entre ellos movimientos sociales, sindicales y organizaciones sociales del ámbito territorial y de los Derechos Humanos que tomaron posición frente a la disyuntiva de que en esta batalla político-electoral había una segunda vuelta entre la propuesta del candidato del Partido Republicano y la candidata de Unidad por Chile. 

En ese sentido, tengo convicción total que hace falta profundizar y enriquecer a los partidos y al Partido Comunista con las bases y el mundo social organizado, considerando también al mundo del trabajo, los sindicatos, las federaciones y la CUT, y a la contribución que pueden o no hacer, pensando que tienen su propia independencia y autonomía.

No obstante, los partidos políticos tenemos que hacer primero nuestros procesos propios y en cada partido, porque sería un error que un partido tercero discutiera sobre la situación que vivió otro ajeno. Cada partido verá su propio proceso.

Una vez aquello, está la disposición de origen entre los partidos, que ojalá se mantenga, para que compartir las reflexiones y conclusiones obtenidas en las direcciones de cada uno y eso sea un insumo para tener una posición común, ojalá antes de fin de año, para dirigirnos a nuestro sector y al pueblo de Chile en general.

-Observando los resultados que nos deja esta segunda vuelta, en la que Jeannette Jara, la abanderada del progresismo y la centroizquierda, ganó en 21 comunas de la Región Metropolitana, especialmente en las más populosas, a diferencia de lo que sucedió en el plebiscito constitucional donde la opción Apruebo gano sólo en 5, ¿considera que ahí hay un atisbo de que se pueda hacer un buen trabajo entre el mundo político y las organizaciones de base de los territorios y barrios, para enfrentar el futuro que se avecina con un gobierno de extrema derecha?

Son contadas las comunas donde nuestro sector con la candidatura de Jeannette Jara logró ganarle a José Antonio Kast, por eso no puede esconder que José Antonio Kast ganó en todas las regiones del país.

El hecho que Jeannette Jara haya ganado la elección en 21 comunas de la Región Metropolitana, da el espacio para ver qué se hizo en ese sector y qué no se hizo en la comuna en que no se ganó, qué propuestas se promocionaron y cuánto impactó en quienes la recibían. Pero eso es para un examen que nos entregue un trabajo muy metódico y muy perseverante, que no pretende y eso quiero dejarlo muy en claro, relativizar la contundencia del triunfo de la derecha, por tanto, de la derrota del Partido Comunista.

Tratar de esquivar eso podría llevarnos a que no saquemos todas las conclusiones y las enseñanzas de una batalla político electoral que marca hitos históricos, en cuanto a resultados.

Hay que ir a conversar con cada una de las orgánicas, ver cuál es el estado de los partidos o cuál fue la expresión que tuvo en el espacio unitario, cuánta presencia tuvo la campaña, que iniciativas en otros planos tienen, que serán los elementos para un proceso de evaluación con enseñanzas que lleven a una conclusión y a un planteamiento político frente a lo que ya anuncia el futuro Gobierno de José Antonio Kast en políticas públicas.

Eso hay que hacerlo con una mirada muy desprendida, porque tesis previas y preestablecidas pueden negarnos la posibilidad del aprendizaje y esa sería la peor opción.

La coordinación y la calidad de las propuestas de las fuerzas progresistas necesitan fortalecerse e inyectarle mucha más energía al vínculo natural con los movimientos sociales de mayoría, para que se vaya instalando la formulación de políticas públicas de una calidad y una incidencia en la sociedad mayor, sin desaprovechar esa posibilidad, cuando la situación nos pilla con un Parlamento a lo menos en competencia, que no está controlado completamente por la derecha y que se encuentra en disputa por tener influencia en la mitad de ellos, tanto en el Senado como el Cámara de Diputados. Entonces, eso puede ser una gran expresión de la política.

-A parte del anticomunismo tradicional, más burdo, que al parecer se ha arraigado en diversos sectores, también hay otra línea de política anticomunista que tiende a generar una cierta división dentro de las propias filas, de que hay comunistas malos y comunistas menos malos. ¿Cuál ha sido el impacto de esa línea de trabajo por parte de los sectores de la derecha dentro del propio partido?

Están los temas de la construcción de desarrollo de Partido y sin duda ese es un tema donde hay más cercanía y más dominio de hechos concretos. En cuanto a si son malos o menos malos, lo que vale es si hay síntesis. 

Si hay síntesis y es la que se acuerda para la conducción colectiva, tanto a nivel nacional como regionales, es lo que va a decirnos la capacidad que tiene el conjunto del Partido de llevar adelante la implementación de una política, siempre pensando en cómo la hacen propia el movimiento de masas y el movimiento social.

Creo que están todas las condiciones, incluyendo estos temas, para hacer un gran examen de la calidad del Partido, partiendo de una base que da mucha tranquilidad.

Dentro de eso habrá siempre posibilidades de reflexionar y de precisar políticas territoriales específicas o sectoriales, y esa es la tarea que viene en la evaluación clara que realizará en conjunto del Partido. 

Si hubo omisión de algunos para permitir que se diera paso a una distorsión o una contradicción no real, también va a aparecer como un tema a evaluar, pero esto pone en tensión la exigencia sobre todas las políticas del Partido, como las vinculadas a los movimientos sindicales y sociales en general, a las comunicaciones y a la organización.

El Partido y las Juventudes Comunistas, y no lo digo en comparación ni en competencia con las otras colectividades, se jugaron por entero a lo largo de todo Chile, de Arica a Punta Arenas, para llevar adelante esta campaña. Lo hicieron en forma tan desprendida, tan generosa, tan creativa y de tanta comprensión política, que hay que hacerle un reconocimiento. 

Hay un estado de ánimo que tiene mucho temple, aquí no había un exitismo por sobre el trabajo real y concreto, pero por cierto que nadie tenía en su televisor la idea de que el triunfo iba a ser en todas las regiones y de un tamaño con guarismos tan aplastantes.

A propósito de las manifestaciones de anticomunismo, nos ha permitido decir que el tema es porque el peso de la condición de militante comunista es muy fuerte y muy pesada. Y yo diría que están desconociendo un hecho de la causa y es que la candidatura de Jeannette Jara nace de una primaria en que ella no compite sola, una primaria donde hay candidaturas significativas del Socialismo Democrático, del Frente Amplio, de Regionalistas Verdes y se instala en un resultado que es inequívoco, lejos por sobre el segundo.

Por lo tanto, donde votan por ella sobre 800 mil personas y les garantizo que el Partido Comunista no tiene 800 mil militantes, ya fue mucho más gente que la del PC que decidió que esa fuera la mejor candidatura, entonces pasa a ser una candidatura de un liderazgo que se socializa y que llegó a representar a 9 partidos más 2 o 3 fuerzas políticas que son corriente de opinión.

-Algunos analistas han señalado que las tareas de primer orden para la izquierda, dado el actual escenario político, serían contar un relato que le haga sentido a la ciudadanía. ¿Este planteamiento podría ser abordado como una de las reflexiones principales para enfrentar un futuro gobierno de la extrema derecha?

Siempre es un desafío, considerando que la política en la esencia es comunicación. En la forma de relacionarse en ese ámbito con la intimidad de cada ciudadano y ciudadana, está mejor aconsejado un tipo para una determinada situación. Por lo tanto, es un tema que no es plano y que debe estar muy presente, partiendo de la base de que no existe relato que vaya a resolver algo, si no se condice con un contenido y con la representación de una idea real y ese es un desafío permanente para todos los partidos y para el nuestro en particular.

El tema es cómo llegamos a formulaciones que consideren que hay un malestar respecto de la política de Chile en los sectores de la capa media, donde hay una cantidad demandas que es muy invisible para los ojos de las políticas públicas del estado de Chile. 

Es un sector que tiene sus intereses que no siempre aparecen bien representados en nuestras propias políticas. Lo primero es detectar eso, luego elaborar una propuesta recogiendo lo sustantivo de sus demandas y ahí viene recién la presentación de cuál es el relato que va a resolver, para que la gente sienta que la política pública del mundo progresista es su política y no es sólo en función de que hay una contienda electoral.

-Sobre el triunfo de Kast y su impacto en el contexto latinoamericano, Javier Milei envió un mensaje muy provocativo y confrontativo, que contrastó con el mensaje pronunciado por Kast en su discurso tras conocerse los resultados del balotaje. ¿Cómo va a impactar esto en la política latinoamericana, en el marco de la reasunción de las derechas en distintos países?

No tengo duda que el resultado electoral, incluyendo la contundencia, impacta a favor de las corrientes políticas latinoamericanas y caribeñas más reaccionarias, antipopulares y más cercanas a las políticas norteamericanas. Esto evidentemente viene a ser parte de esa acumulación, sin que esté diciendo que José Antonio Kast como jefe de gobierno de Chile vaya a ser el que encabece esto ni mucho menos.

En un cuadro donde ya teníamos la situación de Argentina y Bolivia, y el revés fuerte en Ecuador y Perú, se suma ahora lo acontecido en Chile, lo que potencia las posiciones más de derecha en un momento que es muy sensible, dado que está en juego la posibilidad de sostener América Latina y el Caribe como una zona de paz y en donde hay agresión del punto de vista militar e incluso con serios riesgos invasivos sobre el territorio de Venezuela y Colombia, a propósito de las políticas norteamericanas que siguen reivindicando que América Latina y el Caribe son su patio trasero, bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, pretendiendo desestabilizar proceso propio de los pueblos.

Lo que no se puede esquivar es que una intervención militar sería un hecho de desequilibrio tremendo en nuestro continente, que afectaría la convivencia y la calidad de vida pueblos enteros, afectando en forma directa o por contagio a toda América Latina y el Caribe.

En ese sentido, el marco en que se integra un nuevo gobierno de extrema derecha a América Latina no es baladí y, en este caso, va a ser favor de las proyecciones que ellos han expresado públicamente de cercanía con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Espero que Kast tenga suficiente cable a tierra para darse cuenta que no puede exponer a Chile a una política que no sea consistente con la expresión de soberanía de la ciudadanía, de la convivencia pacífica y de las soluciones políticas de los conflictos.

En ese contexto y aunque es una consulta reiterada, ¿por qué es importante relevar la necesidad de mantener la unidad del progresismo y la centroizquierda?

Lo segundo, va poner a en toda su exigencia a propósito de lo anterior, cuál es la solidez que va a tener una fuerza política que pueda nuclearse en una articulación o coalición, en torno a hacer propuestas que sean de obligación de pronunciarse el parlamento y el Gobierno de Chile.

Es evidente para que lograr que avancen propuesta que sean justas, legítimas y de mayorías, hace falta tener respaldos que permitan correlaciones favorables. Hay muchas razones para tener emprendimientos que sean de comprensión mayoritaria y tengan también voluntad mayoritaria para respaldarla.

Todo esto se logra con las fuerzas políticas que concurren y tienen voluntad de construir un espacio de proyección unitaria, entendiendo que ninguna por sí misma tiene a la capacidad de resolver en forma exitosa para hacer avanzar una política.

Entonces, la unidad siempre va a ser una expectativa, una demanda, una exigencia, un tema de intercambio y que se resuelva bien no tiene ver sólo con que hayan dirigentes con buena disposición, sino más bien con los contenidos que articulan en unidad, para plantearse al corto o breve plazo una incidencia mayor, y ojalá el día de mañana, en otra confrontación electoral, después de este tremendo golpe que constituye la elección de José Antonio Kast.

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