Foro Aniversario de “El Siglo” y los desafíos para las presidenciales 2025

Participaron el rector de la Universidad Academia Humanismo Cristiano, Álvaro Ramis, y el director del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, Fernando Carmona, en una de las actividades del periódico para celebrar su aniversario 85, que se conmemorará el sábado 30 de agosto en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. En la jornada, ambos especialistas se refirieron a los desafíos que presenta la campaña presidencial de la centroizquierda para disputar a la ultraderecha la preferencia en las urnas durante las elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre próximo.
Úrsula Fuentes Rivera. Periodista. “El Siglo”. 23/8/2025. Este 31 de agosto el periódico El Siglo -uno de los medios de comunicación más antiguo del país- cumplirá 85 años de existencia y en el marco de su aniversario está desarrollando diversas jornadas de celebración para relevar no sólo su rol informativo, sino también para abordar diversos temas de interés nacional.
Uno de esos eventos fue el Foro “2025, los meses de definiciones”, que se realizó el jueves 21 de agosto en la sede del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL), que contó con la participación del Rector de la Universidad Academia Humanismo Cristiano, el teólogo Álvaro Ramis, y del director del ICAL, el economista Fernando Carmona.
Durante la cita los panelistas expusieron su análisis y puntos de vista respecto de los desafíos que vienen en los próximos meses y que van a ser muy incidentes en la realidad del país, dada la próxima elección parlamentaria y presidencial del 16 de noviembre.
Al ser consultados por el director de El Siglo, Hugo Guzmán, sobre qué es lo que se juega en los comicios de fin de año, Álvaro Ramis señaló que es el avance de una ultraderecha representada por Republicanos y por el Partido Nacional Libertario, que “se salen de la cancha” del marco democrático y que de ser gobierno “actuarían dentro de los márgenes de la legalidad o simplemente fuera de ellos, para jugar con la lógica instalada por Donald Trump, de un gobierno por decreto y si no se puede, la lógica de hacerlo de facto. Esto lo conocimos en dictadura”, recordó el rector.
En tanto, Fernando Carmona afirmó que en el contexto de las elecciones el primer desafío es ver si se logra mantener un sistema político con contrapesos, “porque lo que propone José Antonio Kast (candidato del Partido Republicano) es eliminarlos o saltárselos, y eso es muy complicado porque un sistema democrático sin contrapesos institucionales, como el Congreso, tiende a ser un sistema autoritario”.
El economista explicó que las preferencias de la gente por alternativas fuera de un marco democrático, como las de Kast y las de Johannes Kaiser (candidato del Partido Nacional Libertario) “no surgen hoy día, vienen pronunciándose desde el 2022 con soluciones más autoritaritas que democráticas y que pese a no alcanzar a representar el 50 más 1 de la ciudadanía, su porcentaje ha ido aumentando”.
“Este es un fenómeno que no es sólo chileno y tiene que ver con que cuando la democracia no logra entregar soluciones, se conforma una opción social por soluciones autoritarias”, dijo Carmona y advirtió que “ante un eventual gobierno de ultraderecha cierto tipo de derechos civiles podrían quedar suspendidos en el tiempo o se podría retroceder en otros, al utilizarse de manera amplia los estados de emergencia constitucionales”.
Sobre las causas del posicionamiento de la extrema derecha en Chile, Álvaro Ramis indicó que este es un fenómeno global que tiene que ver con que el modelo integrado de la democracia y el capitalismo hizo promesas que no ha podido cumplir.
“Se dice que todos somos iguales ante la ley y sabemos que no los somos, se dice que hay un pluralismo y una libertad de prensa, pero la verdad es que hay una concentración de los medios. Ante esas promesas de universalidad no cumplidas, hay dos actitudes, una es luchar más para lograrlo o la otra es plantear que ante esa promesa vacía ‘quiero que el Estado me atienda como un consumidor que tiene derechos’. Y la rabia por esas promesas vacías la derecha ha sabido administrarla bajo la consigna de que resolverá las frustraciones sin que las personas tengan que poner nada, con propuestas individualistas como ‘te voy a bajar el impuesto o no vas a pagar contribuciones’, aunque eso no llegue a ocurrir realmente”, destacó.
Sobre ese punto, Fernando Carmona agregó que en los primeros análisis e interpretaciones de la revuelta social de octubre de 2019 no se consideró que una parte de los manifestantes “no estaba estallando contra el modelo para superarlo, sino que estaba estallando contra el modelo porque les había prometido algo que finalmente no les entregó y que los dejó como perdedores”.
“Este grupo de personas no quería vivir endeudado, quería que la promesa de la educación significara tener mejores ingresos y los recursos necesarios” para satisfacer necesidad y deseos, precisó el director de ICAL.
Indicó que “no actuaban en el marco de un proyecto político, sino en el marco de castigar a los que los dejaron perder. Kast y Franco Parisi (Partido de la Gente) captaron esto y elaboraron discursos y propuestas que apuntan a castigar a la clase política, bajándole el sueldo o disminuyendo gastos del Estado”.
Asimismo, manifestó que “no debemos disputar ese sector social sólo “en la lógica antineoliberal o ideológica de izquierda-derecha, sino en la lógica de perdedores versus ganadores, mediante un discurso de futuro y no sólo administrando el presente, como lo ha hecho el Gobierno”, sostuvo, añadiendo que “hay que presentar un proyecto de futuro esperanzador que no genere vértigo, que es lo que ocurrió con la propuesta constitucional del 2022, que establecía muchos cambios al mismo tiempo y en todos los lugares posibles, produciendo en la ciudadanía demasiad vértigo”.
Campaña, desempeño de los candidatos, demandas y propuestas
Hablando del momento coyuntural, Álvaro Ramis señaló que las propuestas del programa de Jeannette Jara, candidata presidencial del progresismo y la izquierda, “deberían referirse también a la economía popular del trabajador autónomo, del trabajador por cuenta propia, que no se siente trabajador sino emprendedor, y que vive al día, sin salario mensual, por lo que los beneficios de las 40 horas o del aumento del salario mínimo no lo beneficia, como tampoco la negociación colectiva ramal”.
Añadió que “es el caso del conductor de Uber, de la vendedora de sopaipillas, de los coleros en las ferias y del trabajador que tiene una Micropyme. A ellos hay que devolverles la condición y la conciencia de trabajador o trabajadora, sin demonizar que son emprendedores y construyendo confianzas, en las que el Estado entre para ser socio, los ayude a capacitarse y formalizarse económicamente para que crezcan, y en donde el Estado no sea un estorbo, sino un facilitador de información para un emprendimiento mejor, promoviendo la asociatividad, la colaboración y la construcción de redes, ayudando al trabajador autónomo a soportar los ciclos de la economía”, planteó.
Para el director del ICAL, también es importante considerar las demandas de los movimientos sociales, teniendo una mirada menos academicista de ellas. “En una población hiper hacinada la gente a veces lo único que quiere es que sus vecinos escuchen música a un volumen moderado, porque lo único que quiere es llegar del trabajo a la casa y descansar. Quizás algunos van a encontrar que eso es una tontera, porque ¿cómo se va a establecer una la ley para bajar los decibeles de la radio? Pero si eso fuese un anhelo en la mayor parte de las poblaciones, tenemos que incorporarlo en alguna política pública, por ejemplo, en un fondo para mejorar la aislación de las casas y de sus ventanas para que no entre bulla”
Carmona señaló que, en término de percepción, “no queda claro para dónde va la candidatura de Evelyn Matthei (Chile Vamos). “Todavía no se sabe cuál es su principal propuesta y pese a tener buenos atributos para la ciudadanía, Matthei no logra conectar con nada porque en realidad no propone nada en concreto”, señaló.
“Kast ha logrado entender muy claramente cuál es su negocio, a quién representa y cuáles son las ideas, pero sobre todo eso de ‘yo vengo a castigar a la clase política’ en función de la gente que ha perdido en este sistema. Sus propuestas son malas, poco realizables, lo que uno quiera, pero tiene adeptos”, resaltó.
Sobre la participación en la contienda electoral de Marco Enríquez Ominami (MEO), Parisi, Harold Mayne-Nicholls y Eduardo Artes, el director del ICAL dijo que “habrá que ver qué hacen, pero tengo la sobre expectativa que cuando ellos empiecen a ser medidos le sumen a la izquierda”. Sostuvo que, pensando en la segunda vuelta, será significativo el resultado que obtengan de las candidaturas que expresan posturas progresistas y de izquierda.
Según el economista, Parisi es el candidato más peligroso para la coalición de centroizquierda porque habla en un sentido común que es muy individualista, pero que hace mucho sentido en algunos sectores. “Cuando él dice ‘enchulen a la vieja’ es una frase horrible, pero la gente a veces la toma y acepta diciendo que si es mi plata y si mi señora quiere y yo quiero, por qué no tenemos derecho a hacer lo que queramos”, indicó.
Carmona destacó que a un número alto del electorado lo mueve más lo individual que lo colectivo, “por lo que en período de campaña surte más efecto las propuestas de soluciones concretas, como la implementación de un sueldo o ingreso vital que le permita a las personas pagar sus deudas, poner a sus hijos en un colegio con copago, o cambiar el auto, en vez de indicarle que si gana la ultraderecha llegara el fascismo, porque no los mueve la contradicción entre dictadura y democracia”.
Ramis dijo que para captar la preferencia del electorado hay que apuntar a la economía popular del trabajador autónomo o por cuenta propia, a un Estado eficiente con mejor diseño de medidas y políticas públicas, que ponga el foco en lo opaco de la corrupción y de las industrias ilícitas como el narcotráfico, y que se preocupe también de la migración. Asimismo, dijo que “debe considerarse en las propuestas de gobierno un trabajo de integración, en el que se exija a la población migrante ciertos deberes de civilidad, evitando el gueto porque no permite la mixtura social para la integración”. “Si desde la centroizquierda damos la señal de que estas medidas son prioritarias, vamos a poder captar la preferencia de esos 5 a 6 millones de electores nuevos por el voto obligatorio”, concluyó.
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