La campaña “asquerosa” de la derecha y la extrema derecha

“Jara es Bachelet con esteroides”, dijo Kaiser; si ella llega a la presidencia su gestión “se traduciría en quiebras”; implementaría “medidas radicales, económicamente irresponsables y en muchos casos irrealizables”; tiene que pasar la prueba de demostrar que “puede darle gobernabilidad al país”; se establece que su partido hace “mal uso de la democracia”. Todo iría en la línea de lo que el académico Pedro Santander definió como generación, de parte de la derecha y la extrema derecha, de “un ambiente de desorden informativo” sustentado en “la desinformación”, lo que “se suma otro elemento igual de dañino que la derecha usa sin complejos para envenenar comunicacionalmente el ambiente…el discurso de odio”.

Gonzalo Magueda. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 21/7/2025. Jara es Bachelet con esteroides”, afirmó el dirigente de extrema derecha, Johannes Kaiser, en referencia a la candidata presidencial Jeannette Jara y exaltado llamó a “retrotraer todo lo que hizo su administración”, aludiendo a la expresidenta Michelle Bachelet. No contento con eso, el cabecilla del Partido Nacional Libertario (PNL) sostuvo que Jara “ama a los pobres” y aludiendo a su militancia expresó que si ella gana la presidencial “vamos a terminar con los comunistas comiendo una manzana y teniendo una hoja de parra para vestirnos”.

Días después, el candidato a diputado del ultraderechista Partido Republicano (PRE), Leandro Kuntsmann declaró que lo que afecta a Evelyn Matthei, aspirante presidencial del conglomerado “Chile Vamos”, “no es alzheimer, es locura temporal”, lanzando un dardo a su supuesta aliada de sector político. Antes, simpatizantes de extrema derecha habían publicado en redes sociales versiones de que Matthei tenía alzheimer. La vocera de ultraderecha, Teresa Marinovic, había dicho que “Matthei no está bien”.

En otro tono, pero punzando, en medios conservadores aparecieron grandes titulares con frases como “hoy en día la ‘estrategia Jara’ se traduciría en quiebras y un salto sustantivo en desempleo” y lanzando en clave negativa que “la candidata comunista” tiene previstas medidas “similares a las de (Salvador) Allende”.

También en la prensa afín a la derecha comenzaron a reforzarse editoriales donde se afirmó, por ejemplo, que el Partido Comunista tiene “una visión instrumentalizada de la democracia” y se señaló su supuesta “falta de condena a la violencia política”, tras lo cual se planteó que sería bueno “plantear legítimas interrogantes de cómo se expresarían en el país” las ideas de las y los comunistas siendo gobierno.

Otro editorial aseguró que en el programa de Jara en las primarias abundaban “medidas radicales, económicamente irresponsables y en muchos casos irrealizables”. En línea amenazante se desafío a que la candidata del oficialismo “se enfrentará a la prueba de demostrar si su opción puede darle gobernabilidad al país” y se estableció que está respaldada por “los sectores más radicalizados de la izquierda” y que, en contrapunto, desde su sector algunos la mirarían “con desconfianza y demandan moderación”.

En entrevista, el director del Centro de Estudios Públicos (CEP), Leonidas Montes, Jeannette Jara “es militante del PC, cuya historia y mal uso de la democracia es conocido por todos” y añadió que “la instrumentalización que hacen (los comunistas) de la democracia es sólo con el afán de alcanzar el poder”.

Cuando Matthei habló de una “campaña asquerosa” de sus aliados de extrema derecha, porque apuntaron a un supuesto deterioro mental de la candidata, daba una cuña que podía ampliarse a otras situaciones contingentes, específicamente de ataques a Jeannette Jara, la aspirante presidencial de los sectores progresistas y de izquierda.

En las últimas semanas -y podría continuar en las que vienen- Jara recibió insultos y descalificaciones de airados personeros de la ultraderecha. Junto a eso, profesionales e intelectuales de la plaza ultraconservadora comenzaron a establecer que con ella habría caos económico, se abriría la posibilidad de ingobernabilidad del país, que se caminaría en la radicalización y la irresponsabilidad, y se fue colocando en duda el compromiso con la democracia de parte de Jara por ser comunista.

En un paréntesis, hay que tener en cuenta que muchas de esas aseveraciones provienen de editoriales de medios de prensa que se muestran como objetivos y por arriba de las controversias ideológicas y políticas.

En titulares, notas, análisis, entrevistas, se establecen tesis catastrofistas que, por lo demás, dejan de lado las propias palabras de la candidata y se asientan mucho en especulaciones e interpretaciones que se convierten en supuestas verdades. Pero, sobre todo, los insultos y descalificaciones tienen que ver con establecer un perfil pérfido y negativo de la candidata, se busca anularla como parte de un proceso democrático y de una posibilidad de gobernar.

Es lo que el académico Pedro Santander definió como generación, de parte de la derecha y la extrema derecha, de “un ambiente de desorden informativo” sustentado en “la desinformación”. Indicó que “se suma otro elemento igual de dañino que la derecha usa sin complejos para envenenar comunicacionalmente el ambiente…el discurso de odio”.

Dados últimos episodios comunicacionales, se podría prever que en estos meses de campaña presidencial la desinformación, los insultos, las descalificaciones y amenazas, los discursos de odio, las caricaturizaciones, van a ser usadas con más fuerza y sistematizada por las orgánicas de derecha y extrema derecha, sus voceras y voceros, y los medios de prensa afines.

 

 

La entrada La campaña “asquerosa” de la derecha y la extrema derecha se publicó primero en El Siglo.