Se encendió una alarma. La pobreza real en Chile llegaría a un 22% con nuevo formato de medición

Así se desprende del informe de la Comisión Asesora Presidencial para la Actualización de la Medición de la Pobreza, en base a la aplicación de una nueva y más adecuada metodología. Precisamente, se señaló, aplicando la nueva metodología a años anteriores, la brecha también es notoria: la pobreza habría sido de 24,2% en 2017 y de 32,2% en 2020, muy por sobre las cifras oficiales.
“El Siglo”. Santiago. 5/7/2025. Se encendió una alarma. En el informe presentado por la Comisión Asesora Presidencial para la Actualización de la Medición de la Pobreza al Presidente Gabriel Boric, se señaló que si se aplicara una metodología más estricta en la medición de esa factor, la tasa de pobreza en Chile podría subir del 6,5% registrado por la encuesta Casen 2022 a un 22,3%.
Esa comisión comenzó a funcionar baja la administración de Gabriel Boric. El trabajo, realizado entre diciembre de 2023 y mayo de 2025, buscó revisar y modernizar los criterios con los que se mide esta realidad social.
Precisamente, se indicó que aplicando la nueva metodología a años anteriores, la pobreza habría sido de 24,2% en 2017 y de 32,2% en 2020, muy por sobre las cifras oficiales en base a los actuales parámetros de medición.
En todo caso, análisis de universidades, centros de estudio y fundaciones, hace tiempo que se venía señalando que la pobreza en Chile superaba el 20 por ciento, lo que cambia en muchos los diagnósticos de la realidad del país y las consideraciones sobre el funcionamiento del modelo económico y los derechos de la gente, como salarios y empleo decente.
Elementos que deberían incluirse en la nueva forma de medición de la pobreza, según el informa de la Comisión Asesora Presidencial, tienen que ver con educación, salud, vivienda, redes de apoyo y cohesión social.
También hubo señalamiento en cuanto a la actual Canasta Básica de Alimentos. Según el informe, el parámetro de medir solo calorías diarias ya no refleja la situación de un país de ingresos medios-altos como Chile, donde el problema no es la falta de calorías, sino su mala calidad nutricional.
La comisión estuvo compuesta por su presidente, Osvaldo Larrañaga, economista de la Universidad de Chile y profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica; Alejandra Abufhele, economista, magíster en Políticas Públicas de la Universidad de Chile y académica de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez; Emmanuelle Barozet, socióloga, doctora en Sociología por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, Francia, y profesora del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile; Gonzalo Durán, economista de la Universidad Católica, magíster en Economía del Trabajo por la Universidad de Turín, profesor asistente en el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Chile y cofundador e investigador de la Fundación SOL; Sylvia Eyzaguirre, licenciada en Filosofía de la Universidad de Chile, doctora en Filosofía de la Universidad Albert-Ludwig de Friburgo, Alemania, e investigadora del Centro de Estudios Públicos (CEP); Paulina Henoch, ingeniera comercial con mención en Economía, magíster en Economía Aplicada de la Universidad de Chile y coordinadora del Programa Pobreza, Vivienda y Ciudad de Libertad y Desarrollo; Andrés Hernando, ingeniero civil en computación, magíster en Economía Aplicada de la Universidad de Chile, doctor en Economía de la Universidad de Harvard y director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad Diego Portales; Juan Cristóbal Romero, ingeniero civil de la Universidad Católica, magíster en Administración Pública de la Universidad de Harvard y director ejecutivo del Hogar de Cristo; Amanda Telias, ingeniera comercial, magíster en Economía de la Universidad de Chile, magíster en Desarrollo y Planificación del University College of London y oficial de políticas sociales de UNICEF; y Rodrigo Yañez, doctor en Sociología, master en Sociología y Estadísticas de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS) de París, Francia, antropólogo social de la Universidad de Chile y director de la oficina en Chile del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, Rimisp.
En la presentación de recomendaciones al Presidente Boric, estuvieron, además de integrantes de la comisión, la ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, y la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete.
Javiera Toro afirmó que “cuando un país progresa, también tiene que evolucionar y ser más exigente en los instrumentos de medición: cómo nos medimos, cómo medimos nuestra pobreza, nuestra desigualdad”.
De ahí explicó la necesidad del funcionamiento de la Comisión Asesora Presidencial para “revisar la metodología que se utiliza tanto para la medición de la pobreza por ingresos como la medición de la pobreza multidimensional”.
Señaló que “actualmente la pobreza se mide según la metodología que está vigente desde el año 2013 en función de las recomendaciones que en ese momento hizo una comisión asesora presidencial, la que recomendó que ésta se actualizara cada diez años y eso es justamente lo que estamos haciendo”.El economista Osvaldo Larrañaga, que presidió la comisión, señaló que “cuando los países actualizan sus mediciones de pobreza, en general, toman en cuenta nuevas realidades, datos y también el nivel de desarrollo. A medida que se acrecienta, se hacen más exigentes los mínimos sociales que la población entiende que deben satisfacerse para que las personas vivan una vida digna en lo material”.
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