Se siguen acumulando razones para el otro estallido social

La burla del pago de las Isapres (siguió todo igual), la continuidad de altas ganancias de las AFP, los precios que se siguen elevando, incluyendo el alza de las cuentas de la luz pese a las fallas e incumplimientos de las grandes empresas privadas y extranjeras, el SERNAC dando escuálidas respuestas, los abusos en los servicios de muchas empresas y grandes tiendas, el aumento de las UF generando un golpe al bolsillo de millones de familias, el alto costo de arriendos y créditos hipotecarios, los déficit en vivienda, el poco aumento en los sueldos y el crecimiento de empleo informal. Suma y sigue.

 Joaquín González. Periodista. Santiago. 27/2/2025. Las causas se ven concretas. Y no alcanzan explicaciones sofisticadas e inentendible para la mayoría de la población, como las frases técnicas “de expertos” sobre el mega apagón de esta semana. Es cosa de sumar episodios complicados, no dejando pasar que en la gente se va acumulando el enojo, la frustración, la incertidumbre, la desesperanza, la desconfianza.

La burla del pago de las Isapres (siguió todo igual), la continuidad de altas ganancias de las AFP, los precios que se siguen elevando, incluyendo el alza de las cuentas de la luz pese a las fallas e incumplimientos de las grandes empresas privadas y extranjeras, el SERNAC dando escuálidas respuestas, los abusos en los servicios de muchas empresas y grandes tiendas, el aumento de las UF generando un golpe al bolsillo de millones de familias, el alto costo de arriendos y créditos hipotecarios, los déficit en vivienda, el poco aumento en los sueldos y el crecimiento de empleo informal.

Suma y sigue. Sin dejar escapar que una inmensa mayoría de legisladores y dirigentes políticos andan más preocupados de las candidaturas presidenciales y de los cupos parlamentarios, y donde ciertas vocerías, aunque no siempre escuchadas masivamente, generan odiosidad, como la del ministro que dijo, en medio del apagón y cuando casi todo Chile tenía problemas de comunicaciones y conectividad, que él no había tenido ningún problema con su celular y el WhatsApp, provocando la irónica felicitación de las y los periodistas que lo entrevistaban.

Sin olvidar tampoco el triste y deplorable espectáculo de jueces, fiscales, abogados de la plaza, exalcaldes y exalcaldesas, legisladoras y legisladores, funcionarios públicos, oficiales policiales y militares, metidos en casos de abuso sexual y abuso laboral, tráfico de influencias, corrupción, mal uso de recursos públicos, asociaciones ilícitas, violaciones a los derechos humanos, entre otros delitos e irregularidades. La mayoría gozando de impunidad, privilegios carcelarios y con eternos procesos donde nadie sabe si serán sancionados o no.

Si alguien piensa que la gente no está inquieta y molesta, que el pueblo no reciente tantas fallas y problemas, si alguien piensa que producen tranquilidad las frases de empresarios, expertos, técnicos, funcionarios y legisladores, es posible que ande algo equivocado.

Las sensaciones y reflexiones de las personas tienen su importancia y pueden llegar a mostrar poderío. Incluso más allá de “conducciones políticas”, de la institucionalidad, de los partidos políticos y hasta de organizaciones sociales como ya se demostró en 2019.

En fin, todo un desafío para el sector privado y empresarial, el sector público, el Congreso, las fuerzas políticas y sociales, el mundo social, la sociedad civil. ¿O no?

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