Día Nacional de la Prensa en medio de inequidades y precariedades

La fecha debería servir para recordar necesidades, demandas y condiciones de las y los periodistas, para reivindicar la existencia de una prensa nacional diversa y equilibrada, fomentar derechos de las y los trabajadores de las comunicaciones, y seguir avanzando en el derecho a la información y garantías a la ciudadanía de la existencia de un sistema de medios capaz de entregar las diferenciadas voces y pensamientos que subsisten en la sociedad chilena.
Hugo Guzmán. Periodista.“El Siglo”. 13/2/2025. Este 13 de febrero se conmemora el Día Nacional de la Prensa, con el hito fundamental de la aparición del periódico La Aurora de Chile, que marcó el inicio del desarrollo de la prensa en el país.
La fecha no debería quedar en la formalidad de la efeméride y más bien debe invitar a reflexiones básicas sobre la prensa nacional en variadas dimensiones.
Aunque discutible para algunas y algunos, se podría decir que, en general, se cumplen ciertos parámetros que indican que en Chile hay un marco de garantía del derecho a la información y de posibilidades de desarrollo de una prensa diversa, donde se desenvuelven distintos actores de las comunicaciones, en diferenciados niveles y ámbitos.
En Chile hay una industria privada y trasnacional de medios, existe un solo medio público (Televisión Nacional), hay medios alternativos, comunitarios y sectoriales, hay esfuerzos de prensa política contrahegemónica, se desarrollan algunos medios universitarios, en lo que configura un sistema más o menos diverso.
Sin embargo, el mapeo objetivo y estudios de universidades y centros especializados, indican que el sistema medial chileno es inequitativo, unidireccional, conservador y hegemónico en la preponderancia de propiedad, dominios y línea editorial.
Grupos financieros locales y consorcios extranjeros dominan el escenario comunicacional con amplio predominio en prensa escrita, canales de televisión, compañías radiales y portales Web, lo que se extiende a regiones.
A eso se añade la inyección de dineros estatales a esos medios en márgenes superiores al 80%, ausencia de legislación adecuada en un estándar internacional, precariedad de medios públicos, e infinitas dificultades para la existencia y desarrollo de medios comunitarios, comunales, regionales, sectoriales y opcionales a la prensa convencional.
Hay otros factores que inciden en problemas en la prensa chilena, como la precariedad laboral de las y los periodistas y trabajadores de la comunicación, donde resaltan episodios recientes como no pago de salarios, incumplimiento de contratos, el despido de profesionales y agresiones a sindicatos y trabajadores sindicalizados.
Se constata el predominio de gremios empresariales de la prensa que se erigen como los orientadores y censores de lo que debe ser o no ser la prensa y el ejercicio de la profesión.
No es menor que en Chile, en tiempos recientes, continúen casos de violencia y agresiones contra periodistas y comunicadores.
A eso se pueden sumar declaraciones de personeros políticos que, de paso con un bajo nivel intelectual y desconocimiento de las características de los medios de comunicación, determinan que algunos medios no son tales, en un intento civil de exterminio de prensa con la cual no comparten la línea editorial, algo que se hizo por la fuerza en 1973.
La posibilidad de conmemorar el Día Nacional de la Prensa celebrando una situación de diversidad, equilibrio y multiplicidad de medios, no pasa por dejar de lado a los medios privados y empresariales, sino más bien por avanzar en las condiciones que permitan el desarrollo de “la otra prensa”, de opciones alternativas, alcanzar estándares internacionales en la legislación y las regulaciones democráticas, y dar cuenta del desarrollo de nuevas tecnologías y plataformas que son parte del sistema medial.
En este sendero vale la pena recordar el papel fundamental que debe jugar el Colegio de Periodistas de Chile, como la entidad histórica y necesaria de los profesionales de la prensa, y que requiere, al igual que otros colegios profesionales, recuperar la tuición ética en el ejercicio de la profesión y avanzar mucho más en una representación efectiva de las y los periodistas.
El Día Nacional de la Prensa debería servir para recordar necesidades, demandas y condiciones de las y los periodistas, para reivindicar la existencia de una prensa nacional diversa y equilibrada, fomentar derechos de las y los trabajadores de las comunicaciones, y seguir avanzando en el derecho a la información y garantías a la ciudadanía de la existencia de un sistema de medios capaz de entregar las diferenciadas voces y pensamientos que subsisten en la sociedad chilena.
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