ANÁLISIS. A dos meses de Gobierno; ¿qué nos dicen las encuestas?

¿Cuáles son los desafíos? Evaluación Presidencial y de Gobierno, de la Convención Constitucional y del plebiscito de salida. En esta minuta, se intenta revisar los datos aportados por las últimas cuatro encuestas para mostrar sus resultados y ponerlos a trasluz, y así conocer qué caminos evaluativos está adoptando la sociedad chilena respecto a estos importantes temas políticos.

Pablo Monje-Reyes (*). Santiago. 10/05/2022. Terminó el mes de abril y la ciudadanía no ha dejado de evaluar el desempeño del Presidente y del Gobierno, asimismo, sigue opinando críticamente acerca del funcionamiento de la Convención Constitucional y del próximo plebiscito de salida para dirimir el apruebo o rechazo a una nueva Constitución.

En esta minuta, se intenta revisar los datos aportados por las últimas cuatro encuestas para mostrar sus resultados y ponerlos a trasluz, y así conocer qué caminos evaluativos está adoptando la sociedad chilena respecto a estos importantes temas políticos. Las encuestas que se revisaron son; (1) “Pulso Ciudadano”; (2) “Plaza Pública”; (3) “Agenda Criteria” y (4) “Data Influye”, todas del mes de abril del 2022. En esta oportunidad, se ha cambiado el formato de presentación de esta minuta para hacerla más ágil en su lectura y en el análisis de sus principales conclusiones.

Evaluación presidencial y de Gobierno

Las cuatro encuestas mencionadas muestran claramente una continuidad en la caída de la aprobación para la gestión del Presidente de la República (entre 24% y 35%), asimismo, la desaprobación a su desempeño se ha incrementado (entre 50% y 57,8%).

Los hombres (20,8%) aprueban en menor medida que las mujeres (27,5%). La desaprobación en hombres llega al 64,2% y en mujeres la desaprobación llega al 51% según la encuesta Pulso Ciudadano. Por tanto, la desaprobación es mayor en ambos géneros respecto de la aprobación, pero en mujeres se produjo una detención de la desaprobación respecto de la medición anterior de fines de marzo.

En cuanto al desempeño del gabinete ministerial, el nivel de aprobación está entre el 20,4% y el 31% de los y las encuestadas que aprueban la gestión de ministras y ministros según los estudios revisados, y la desaprobación del gabinete está entre el 58% y el 63,6%; los hombres desaprueban en un 69,7% y las mujeres que desaprueban son menos, un 57,8%.

En las tendencias por segmento socioeconómico la aprobación es mayor en el tramo C1 (29,4%) y la menor aprobación está en los segmentos D-E  (con un 15,4%). En términos territoriales la aprobación mayor está en la RMS (22%), los restantes territorios regionales están entre el 19,3% y el 20,4% de aprobación.

Síntesis; evaluación del presidente y del Gobierno

La evaluación del Presidente de la República y del Gobierno sigue cayendo por debajo del 50% de aprobación en las cuatro encuestas reseñadas y, sobretodo, el porcentaje y velocidad de caída está por sobre el error estadístico de las muestras, aunque ahora las cifras tienden a estabilizarse en sus grandes números porcentuales, a diferencia de las semanas anteriores en que la caída fue mayor y en menores tiempos, por tanto, sigue dándose un descenso pero más lento porque ya se está llegando a la cuantía final del apoyo ciudadano electoral duro de la coalición de Gobierno.

Es absolutamente probable que la aprobación en las próximas semanas comience a incrementarse lentamente, siempre y cuando -claro está- no se presenten nuevos errores no forzados por parte de la presidencia, del gabinete y las autoridades principales de Gobierno.

Ahora, para poder hacer un cambio en la percepción negativa de la gestión de Gobierno y provocar un giro favorable, lento pero persistente, se requiere asumir y visibilizar el control de la agenda pública y mostrar los avances en los diversos programas de recuperación económica y las proyecciones de resultados favorables como labor gubernamental. Hay que simplificar el discurso y colocar en el centro la vocación transformadora del gobierno humanizando su gestión y haciéndola cercana y empática. Los discursos están muy sobrecargados de conceptos tecno-políticos que no generan una comprensión de avance y desarrollo del gobierno.

Una de las medidas que parecen obvias pero que en la práctica muchas veces no se desarrollan adecuadamente, son las del manejo de las agendas comunicacionales regionales. Los problemas concretos e inmediatos de la gente están en las regiones y/o territorios locales, por tanto, en esos espacios geopolíticos se debe afianzar el debate público apuntando a avanzar en una mejor y mayor implementación de los planes y políticas de este gobierno y en la forma de transmitir esos afanes. Así, hay que multiplicar los liderazgos que comunican en el país y en esto son claves los delegados presidenciales a nivel regional y provincial.

Convención Gonstitucional

La encuesta Pulso Ciudadano nos muestra que al 20,1% de sus encuestados y encuestadas le genera confianza y mucha confianza la Convención Constitucional, al 24,7% le provoca una mediana confianza y el 55,2% tiene poca o nada de confianza.

La encuesta Criteria establece que el 57% de sus encuestados/as desaprueba su labor y solo el 25% la aprueba.

En la encuesta Data Influye el 62% de sus encuestados/as perciben que lo obrado por la Convención Constitucional está por debajo (26%) o muy por debajo de sus expectativas (36%).

La encuesta Plaza Pública -CADEM- muestra que el 56% de encuestados/as tiene poco o nada de confianza en el desempeño convencional y el 41% tiene mucha o bastante confianza en la constituyente.

Plebiscito de salida

La encuesta Pulso Ciudadano nos muestra que el 29,1% de los consultados/as aprobará la propuesta de una nueva Constitución. El 40,5% rechazará  y el 30,4% aún no sabe. La encuesta Criteria establece que el 31% de sus encuestados/as aprobaría la nueva Constitución en el plebiscito, el 39% la rechazaría y el 30% aún no tiene clara su opción. En la encuesta Data Influye el 37% de sus encuestados/as aprobaría la nueva Constitución en el plebiscito de salida, el 46% la rechazaría y el 17% se declara indeciso. La encuesta Plaza Pública -CADEM- muestra que el 36% de encuestados/as aprobaría la nueva Constitución, el 46% la rechazaría y el 18% está indeciso.

Síntesis; Convención Constitucional y plebiscito de salida

La aprobación acerca del trabajo de la Convención Constitucional continua en caída respecto a la variable “confianza” que en ella deposita la ciudadanía. Esto se transmite directamente a la proyección de los resultados del plebiscito de salida.

Los resultados expuestos por las encuestas ya no están variando marginalmente y se impone el  rechazo, y ello porque las diferencias porcentuales a favor de esta opción son significativas al estar por sobre el error muestral (aunque se debe insistir y no olvidar que las encuestas también son un instrumento político y un medio de propaganda electoral).

Al ver los guarismos de abril aquí expuestos y los anteriores análisis de encuestas que hemos desarrollado, se hace necesario colocar en el centro de la reflexión los actuales resultados de la Convención en términos de redacción de normas y artículos ya aprobados por el Plenario, y ello por dos razones; 1) la percepción evaluativa negativa de la ciudadanía está hoy fuertemente mediada por las acciones comunicacionales de las grandes cadenas informativas y gremios conservadores, que tienen una línea editorial claramente pro rechazo y, también, por la amplificación de los errores de acción de algunos/as convencionales. Tenemos que agregar a lo anterior, el impacto de las opiniones de los sectores de derecha y conservadores que están representados en la Convención, y 2) para contrarrestar lo anterior, hoy adquiere una importancia estratégica comenzar a irradiar y difundir los resultados objetivos de la redacción de Artículos que ya están en borrador, y la diferencia abismal y sustantiva de lo escrito hasta hoy, versus la Constitución cívico militar de 1980, y que permitirá a corto plazo realizar un trabajo de campo para la campaña del apruebo que viabilice un cambio de percepción de la ciudadanía y comenzar a ganar apoyo para la opción Apruebo. Esto se debe mirar desde la perspectiva de los derechos sociales, políticos y culturales, que se garantizan en el borrador de la nueva constitución y que hará de nuestro país una nación moderna, más democrática y con una mayor y explícita soberanía popular.

En este contexto de dilucidar una coyuntura trascendente en la historia republicana de Chile, será muy importante el relato, será clave, pues será fundamental para la comprensión del momento político y electoral por parte de la ciudadanía ya que determinará la conducta electoral del pueblo chileno. Por lo tanto, será ese relato el que definirá finalmente el éxito o fracaso del proceso constituyente.

Pero, ese relato se construye desde una mirada política integral de presente, con sentido de futuro y con responsabilidad de pasado, que sus contenidos semióticos, signos y símbolos del lenguaje empleado sostengan y articulen contenidos consistentes e integrados. Así, necesariamente dentro de este hilo argumentativo se debe destacar la épica de una nueva Constitución redactada democráticamente, es una sociedad organizada la que se da a sí misma su ley madre, esa ley principal llamada Constitución que orienta el sistema jurídico y ordena normativamente la convivencia social del conjunto de la población-comunidad.

Debemos, entonces, considerar que siempre debe existir comunicacionalmente en el mensaje un supuesto motivador más allá de la razón operativa, es decir, se tiene que desarrollar una campaña que motive emocionalmente y logre la movilización electoral ética por el Apruebo.

Esta aprobación de la nueva Constitución será sepultar en términos efectivos la Constitución antidemocrática de la dictadura, por ello, hay que construir discursivamente los argumentos que den paso a la emoción del por qué debemos aprobar esta nueva Carta Magna. Así, se debe tener una campaña clara y que exprese en variables dicotómicas el por qué necesitamos, debemos y queremos aprobar.

Rescatar la identidad de quienes forman parte de nuestros pueblos originarios; la resignificación de la mujer en nuestra sociedad; la visibilización de las diversidades de género; el rescate de derechos y de dignidad de quienes forman parte del mundo del trabajo; la valoración de los ecosistemas y sus necesidades de resguardo y protección; la dimensión patrimonial de nuestras riquezas naturales, todos los anteriores son aspectos que, entre muchos otros grandes temas, deben destacarse porque en cada uno de ellos hay universos de seres humanos, compañeras y compañeros con quienes somos la patria, la cultura y la identidad de este, nuestro Chile, que estamos transformando de cara al siglo XXI para nosotros y para los que vienen, y también, como justo homenaje, para quienes nos antecedieron en luchas y sueños. Esta es la forma que consideramos adecuada y los criterios pertinentes con los cuales se puede avanzar con rapidez y asertividad en la campaña del apruebo y así ganar el plebiscito de salida.

(*)Pablo Monje, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile.