MENSAJES. Red de Intelectuales y Corporación Cultural Alexander Pushkin

Personalidades y entidades piden al próximo Gobierno “una acción diplomática decidida y tendiente a eliminar las criminales medidas de boicot a la economía venezolana”. Crítica al grupo “Amarillos” y defensa de la Convención Constitucional.

 Equipo “El Siglo”. Santiago. 24/02/2022. DECLARACIÓN FRENTE A LA SITUACIÓN MIGRATORIA, CHILE DEBE CONDENAR LAS SANCIONES Y EL BLOQUEO CONTRA VENEZUELA

Febrero 2022

El desplazamiento de personas entre fronteras nacionales en búsqueda de mejores condiciones de vida es un fenómeno generalizado que afecta a distintas partes del planeta. Motivo de preocupación gubernamental a nivel global, vemos, por ejemplo, cómo los gobiernos europeos establecen drásticas medidas para frenar las oleadas migratorias provenientes de África. Las sucesivas administraciones estadounidenses ejecutan severos planes ante la avalancha migratoria procedente de México y Centroamérica. En el caso chileno, a partir de los años noventa, se ha planteado la problemática de la “masividad” de los movimientos migratorios procedentes de Perú, Colombia, Haití y Venezuela.

En concordancia con las definiciones propuestas por la ONU, asumimos que es responsabilidad de los Estados salvaguardar los derechos de quienes se han visto obligados a migrar. Esa debe ser la perspectiva que dirija las acciones gubernamentales en la gestión de las poblaciones migrantes. Fortaleciendo las prácticas de reciprocidad por parte de los gobiernos que acogen a ciudadanas y ciudadanos que, igualmente, han salido de Chile en búsqueda de horizontes de mayor bienestar.

Hasta este momento la política migratoria por parte del Gobierno ha sido usada como un arma política y se ha caracterizado por la arbitrariedad en las reconducciones, dilaciones, fallas y hasta cierre del sistema para los trámites migratorios, dentro y fuera del país; trayendo consigo aumento de ingreso de los migrantes por pasos no habilitados, problemas de orden público, ajusticiamientos y violencia en manos de civiles, vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes, tráfico de migrantes, trata de personas, muertes en frontera, estado de indefensión, dificultando o impidiendo su inserción en la vida social y productiva del país, violando así los derechos humanos de esta población.

Dado el escenario descrito, exhortamos al gobierno electo del Presidente Gabriel Boric a tomar medidas tendientes a la resolución de uno de los factores fundamentales de la diáspora venezolana. Es necesario atender a la crisis económica, política y social generada por las medidas unilaterales impuestas por los Estados Unidos contra Venezuela. El bloqueo a la economía de Venezuela, debe ser reconocido como uno de los factores mayormente generadores de una crisis social que ha conducido al éxodo de una parte de la población de dicho país.

En febrero de 2020, Venezuela presentó ante la Corte Penal Internacional una denuncia (remisión) para que se investiguen los graves delitos cometidos contra la población venezolana por parte del Gobierno de Estados Unidos, debido a la imposición de un bloqueo económico y de medidas unilaterales denominadas, eufemísticamente, «sanciones».

Por su parte, la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), en julio de 2020, concluyó respecto de Venezuela que: “El aumento de las sanciones económicas y financieras ha exacerbado la crisis económica y social preexistente al mermar recursos que podrían haberse utilizado para proteger más adecuadamente los derechos económicos y sociales y hacerlos plenamente efectivos”.

La Relatora Especial de la ONU sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales, en febrero de 2021, instó “al Gobierno de los EE. UU. a terminar la emergencia nacional relativa a Venezuela, reconsiderar y levantar las sanciones impuestas al sector público venezolano, revisar y levantar las sanciones secundarias impuestas a terceros países y abstenerse de imponer sanciones respecto al suministro de diésel que pudieran provocar una crisis humanitaria de proporciones sin precedentes”.

Considerando todo lo anterior, es que solicitamos públicamente al gobierno entrante, a través de la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, que encabece una acción diplomática decidida y tendiente a eliminar las criminales medidas de boicot a la economía venezolana, condenadas por la normativa internacional y causante de una de las crisis humanitarias más agudas ocurridas en nuestro continente.

Solo el fin del bloqueo norteamericano a Venezuela, y su consecuente reconocimiento del derecho a la autodeterminación en la resolución pacífica de los conflictos internos, permitirá avanzar en la superación de la crisis económica y social, que redundará claramente en la disminución de las tasas migratorias venezolanas, que tanto se exhiben afectando a nuestro país.

Por último, debemos recordar que nuestra propia historia nacional es inequívoca a este respecto. La intromisión norteamericana en América Latina ha traído consigo desestabilización, dolor y crisis, generando graves perjuicios para el desarrollo de nuestra región.

Suscriben organizaciones sociales, académicas/os, dirigentas/es:

Red de Intelectuales, Artistas y Mov. Sociales en Defensa de la Humanidad – Capítulo Chile (REDH)
Movimiento Acción Migrante (MAM)
Asamblea de Migrantes de Tarapacá
Comunidad Bolivianos en Iquique
Centro de Formación Memoria y Futuro
Federación de Trabajadoras/es de Call Centers (Fetracall)
Fundación Constituyente XXI Chile
Comisión Ética contra la Tortura
Instituto Chileno Cubano de Cultura, José Martí
Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD)
Centro de Encuentro y Formación y Biblioteca Popular Pedro Mariqueo, La Victoria, Comuna PAC
Agrupación Nacional de Expresos Políticos de Chile
Colectivo y Revista TejeR
Asociación Cultural José Martí de Concepción
Aotearoa Latin American Community Incorporated
Cooperativa Audiovisual Latinoamericana (COOLAPSA) – Argentina
Organización Soberanos
Organización Trawun
Chilenos en Canadá por AC
Escuela Permanente del PRAIS
Asamblea Territorial PAC, La Marina en resistencia
Fuerza de Base
Latin American Solidarity Network – Australia
Sergio Grez Toso, Historiador, Académico de la Universidad de Chile
María Emilia Tijoux, académica Universidad de Chile
María Candelaria Acevedo, Diputada electa VIII Región, Partido Comunista de Chile
Boris Barrera, Diputado Partido Comunista de Chile
Rubén Moraga, Diputado Partido Comunista de Chile
Carlos Margotta Trincado, abogado de Derechos Humanos
Jorge Saavedra Caimanque, Concejal PAC
Lorena Zambrano, Asamblea de Migrantes de Tarapacá
Ana Zuleta, Comunidad Bolivianos en Iquique
Cristián Cuevas, dirigente sindical, vocero del Frente Unitario de Trabajadores (FUT)
Paula Vidal, académica Universidad de Chile
Patricio Guzmán S., Editor de Werken Rojo
José Pérez Debelli, presidente ANEF
Ibán de Rementeria, académico Universidad Central de Chile
Soledad Falabella, Directora de la ONG ESEO
Nicolás Romero, editor Revista De Frente
Margarita Ibarra, Comisión de DDHH del Colegio de Enfermeras
Ana María Olivares, Secretaria Gral. Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas
Carlos López Dawson, académico y abogado de Derechos Humanos
Vivian Murúa Arroyo, profesora
Celso Calfullan, Director de Werken Rojo
Hernán Lechuga, médico y abogado
Sergio Aliaga, Doctor y académico Universidad de Chile
Fernando Cortés R., Sociólogo
Carlos Moya Ureta, Instituto Latinoamericano de Altos Estudios Sociales, ILAES posgrados Chile
Carlos Felipe Villa, consejero nacional del Colegio de Periodistas
Iván Pincheira, académico Universidad Academia de Humanismo Cristiano
Rodrigo Loyola, Vicepresidente DDHH Movimiento del Socialismo Allendista
Omar Salazar, académico y Doctor (c) en Filosofía Política
Ana maría Ortiz Millán, dirigenta vecinal de Comuna de La Florida
Francisco Daniels Rojas, Presidente de la Asociación Pablo Neruda siglo XXI, Francia
Rodrigo Sepúlveda, Colectivo Nacional por la Discapacidad y Académicas/os Universidad de Chile
Karla Díaz Martínez, Abogada, REDH
Karlín Granadillo, Economista, REDH
Tania Ponce Luque, educadora
María Antonieta Fischer, educadora y psicóloga
Rafael Urrejola Dittborn, periodista
Jaime Lorca Tobar, ingeniero comercial de la Universidad de Chile
Myriam Becerra, educadora de párvulos
Patricia Parga, periodista y documentalista, Bruselas, Bélgica
Tamara Muñoz, Vicepresidenta de Formación Sindical y Capacitación de la CUT Chile
Carolina Espinoza, dirigente nacional CUNFUSAM
Carlos A. Torres, cientista político, Ediciones La Estaca
Carlos Felipe Villa, Consejero nacional del Colegio de Periodistas
Miguel Retamal, Presidente de la Agrupación Nacional de ex presos políticos de Chile
Chantal C. Castiglione, defensora DDHH, Televisión ARCI Mediaterronia, Italia

Para nuevas adhesiones escribir al correo: chilenredredhchile@gmail.com

Sobre colores y guerras

Como Corporación Alexander Pushkin, nuestra dirección no quiere estar ausente del debate de estos días cuando vemos en Chile como tratan de avanzar o mejor dicho de convencer con discursos añejos a una población que al parecer entendió la disyuntiva que enfrenta nuestro país, sobre todo cuando en pocos días más serán jóvenes, los protagonistas, que tomaran el rumbo y el mando de nuestro país, y teniendo una CC, casi a punto de presentarnos una nueva Constitución, donde a nuestro entender , al menos, están representadas todas las visiones, el mundo más diverso de nuestro país. Y al mismo tiempo preocupados por la situación mundial donde queremos expresar nuestro más profundo rechazo a la guerra en cualquier lugar de nuestro planeta.

«Hace unos días, atendiendo al llamado del comunicador y profesor de literatura, Cristián Warnken, ciertas redes sociales han buscado teñirse de color amarillo, al amparo de un manifiesto que han denominado “Amarillos por Chile”.

Su postulado esencial se centra en lo siguiente: “Hoy enfrentamos el peligro de lo que alguien ha llamado «estallido institucional», cuando se vislumbra la posibilidad de que la Convención Constitucional … nos lleve a un callejón sin salida que empuje a muchos de los que votaron «apruebo» a … oponer un «No» a una Constitución que no nos represente a todos”. Firma este documento una extensa lista con los nombres de muchos de quienes son responsables directos de la difícil situación que hoy enfrenta nuestro país, y que hoy declaran no querer “la deconstrucción de Chile, ni su desmembramiento, ni su refundación desde cero, sino un nuevo comienzo que recoja lo mejor que hemos construido todos juntos en estas décadas y mejore de manera eficaz e inteligente lo que haya que mejorar”.

La verdad es que dan ganas de preguntarles ¿No consideran un poco soberbio seguir menospreciando a la gente, esa misma gente que demostró ser muy responsable y comprometida para realizar los cambios que requería Chile y que además -dato no menor- participó en una elección democrática e informada para realizar los cambios demandados por la ciudadanía.

Quienes escribimos estas líneas somos personas comunes. Tuvimos la fortuna de aprovechar las oportunidades que nos brindó la vida, en especial las que nos ofreció el solidario pueblo de la Unión Soviética. Hoy somos médicos, ingenieros, agrónomos, economistas, técnicos en maquinaria agrícola, historiadores, profesores, periodistas y lingüistas, muchos de nosotros graduados en la hasta hoy universidad más diversa del mundo, la Universidad de la Amistad de los Pueblos, conocida como la universidad Patricio Lumumba, así como en otros institutos de enseñanza superior.

Somos personas que hemos dedicado nuestras profesiones al servicio del país, y al sueño de querer siempre que éste no sea un país de privilegiados.

Hoy queremos reafirmar nuestra defensa al trabajo de la Convención Constitucional, y no caeremos en la trampa de encajonarlos en el color que ustedes han escogido, principalmente porque ustedes no se merecen representar a uno de los colores que simboliza la vida. Todos y cada uno de ustedes son responsables de la profunda crisis que llevó a los sucesos de octubre 2019, y que tantas víctimas costaron a nuestro país.

Con un desparpajo insólito hablan del “intento de algunas facciones radicalizadas de la Convención de ignorar, e incluso borrar, a una sector político significativo del país (la centroderecha), tal como intentaran hacerlo en la Constitución del 80 los maximalistas de entonces (de signo inverso a los de hoy)…” Llaman “facciones radicalizadas” a quienes hoy representan más de 2/3 de los constituyentes; a quienes hoy en medio de una discusión verdaderamente democrática, en la que también participa la derecha y la centroderecha, construyen los fundamentos de un Chile más democrático. Nuevamente no podemos sino preguntarnos ¿No será como mucho?

La Convención Constitucional fue elegida democráticamente, y forman parte de ella personas que representan el sentir de los más diversos sectores de la población. El único problema, es que el sentir de la población no está del lado de quienes pretenden apoderarse de un color que por naturaleza no les pertenece. Todos los signatarios del documento promovido por Warnken formaron parte de quienes gobernaron por más de 30 años nuestro país, dejando una herencia de corrupción plenamente identificada por la población, llegando al extremo de reinterpretar las leyes, para no parecer tan delincuentes. Tales fueron los casos del “financiamiento ilegal de la política”, la inacción total ante la corrupción de las fuerzas armadas y de carabineros, la colusión empresarial y tantos otros hechos respaldados por varios de quién aún forman parte del poder legislativo. La verdad es que el color para esto no da más allá que negro o gris.

No podemos dejar de expresar nuestra sorpresa por la ruindad con que se pretende comparar a la Convención Constitucional, elegidos democráticamente por la ciudadanía, con los “maximalistas” que escribieron la constitución del 80. La comunidad internacional hace ya muchos años determinó que la dictadura de Pinochet fue una dictadura genocida, que buscaba el exterminio de su propio pueblo. ¿No les parece un tanto grosero, falta de respeto, el comparar a los Convencionales de hoy, con los genocidas de ayer? Afortunadamente, como lo demostraron los sucesos del año 2019, y luego el Plebiscito por una nueva constitución, los chilenos no hemos perdido la memoria.

En realidad, lo que les duele es que la Convención Constitucional esté demostrando cierta independencia, y que no representa para nada los intereses de los amigos de Warnken. Ellos deben entender que son minoría, y si bien la democracia implica necesariamente respetar a las minorías, ello no significa que la mayoría no pueda hacer lo que le manda el voto soberano de la ciudadanía.

La Convención Constitucional es el lugar más diverso, donde se ha comenzado a realizar una nueva política (sin duda con vestigios de la antigua, Vade, por ejemplo), donde los dominantes de siempre no obtuvieron ni el tercio de los votos, y eso los asusta. Los Convencionales son jóvenes, inteligentes, diversos, son seres capaces de equivocarse y corregir sin golpes de estado.

Por cierto, ese es otro tema a destacar porque, como dijera un tal Walker, si esta gente seguía con sus “desaguisados”, habría que emplear un plan B. ¿Se puede usted imaginar cuál podría ser ese plan B? Ud., como persona de letras, lo debe saber bien. La historia de nuestro país ya conoce de esas “alternativas”.

Finalmente, para concluir, volvemos a nuestra formación. Quisiéramos imaginar que Warnken y sus amigos están en contra de la guerra, tal como nosotros. Estudiamos con rusos y ucranianos, hermosas personas, y les aseguramos que ellos tampoco quieren la guerra, y por ello los invitamos a decir no a la guerra. Los invitamos a sonrojarse por vergüenza ajena, de que un país “amigo” de Chile, los EEUU, pretenda “sacar las castañas con la mano del gato”, poniendo sus armas a través de la OTAN en las mismas fronteras de Rusia. ¿Podrían ustedes imaginar algo similar, pero al revés? Entonces, invitamos a todas las personas de buena voluntad, incluido el Sr Warnken y sus amigos, a la gente de todos los colores, a decir NO A LA GUERRA en cualquier parte del mundo. Hoy es Ucrania y Rusia, mañana no lo sabemos.

Corporación Cultural Alexander Pushkin