“La diferencia era de estrategia”, entre PC y FA por presidencia de CC
Convencional constituyente, Marcos Barraza, del Partido Comunista, dijo en entrevista que “nosotros proponíamos una alianza que asegurara una conducción para las transformaciones, es decir, desde la izquierda hacia la centroizquierda” y “no desde la centroizquierda hacia el centro”. Indicó que “la Convención Constitucional requiere de transformación y gobernabilidad para la redacción de la nueva Constitución. Esa ecuación está debidamente establecida en cómo quedó conformada la mesa de la Convención”, con la presidencia de María Elisa Quinteros, independiente representando a la Asamblea Popular por la Dignidad.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 06/01/2022. ¿Cómo leer que en la elección de la presidencia de la Convención Constitucional el conglomerado Apruebo Dignidad, que integran los partidos de Chile Digno y el Frente Amplio, estuvo dividido?
Somos un conglomerado donde hay coincidencias, pero también divergencias. Lo más importante, es que prevalecen las coincidencias, existe un espíritu compartido de transformación de la sociedad chilena y del Estado, de producir cambios sustantivos. Por lo mismo, esas diferencias son más bien un atributo, una cualidad, más que una debilidad.
Sin embargo, ante la opinión pública se ve como algo negativo que no se pongan de acuerdo en algo importante y operativo, como coincidir en quién presida la Convención.
Es que el problema no era de nombres o candidatas o candidatos. La diferencia era de estrategia respecto de cómo conducir la Convención Constitucional en este segundo tiempo. Una alianza desde la centroizquierda hacia el centro, aseguraba menores condiciones de conducción para efectos de la aprobación de las normas constitucionales con sentido transformador. A la inversa, nosotros proponíamos una alianza que desde los movimientos sociales, desde los partidos de izquierda, asegurara una conducción para las transformaciones, es decir, una alianza desde la izquierda hacia la centroizquierda. Esa diferencia estratégica es la que se evidenció en la discusión. Al final, prevaleció la posición de los movimientos sociales y de Chile Digno.
Se extrapoló que este episodio sería una señal de problemas que habría dentro de Apruebo Dignidad siendo Gobierno a partir de marzo.
No, todos los gobiernos, especialmente en el inicio, tienen ajustes de rodaje. No creo que esto haya que extrapolarlo o generalizarlo. Hay que desdramatizar las diferencias, identificarlas correctamente para poder abordarlas y procesarlas. En mi opinión, es mucho más lo que está en acuerdo que lo que está en diferencia. Pero la diferencia no puede ser obviada, tiene que ser procesada. En ese sentido, todos saben que el Partido Comunista y Chile Digno han tenido diferencias en materias tácticas y estratégicas con el Frente Amplio en relación a cómo transitar en la Convención y no es nada nuevo. El punto es que a la vez hacemos esfuerzos compartidos y comunes para tener normas constitucionales que sean realmente representativas de las expectativas populares.
Entonces, ¿se debería cerrar el capítulo y ustedes sentirían más tranquilidad y certezas con la nueva presidencia, pensando en el eje transformador de la discusión de la nueva Constitución?
La Convención Constitucional requiere de transformación y gobernabilidad para la redacción de la nueva Constitución. Esa ecuación está debidamente establecida en cómo quedó conformada la mesa de la Convención, con representantes de movimientos sociales y de partidos de izquierda que han sido determinantes en la generación de condiciones para los cambios que Chile está impulsando.
Ha sido un continuo esto de los acuerdos y alianzas en la Convención. Que si el Frente Amplio se acerca a los socialistas y se aleja de los comunistas, si actúa o no unido Apruebo Dignidad…
En general, en la Convención operan intercambios y divergencias entre todos los sectores representados en esa instancia. Hay normas que nos conectan al Partido Comunista, Chile Digno y el Frente Amplio, hay normas que nos conectan más con Pueblo Constituyente, otras tantas con movimientos sociales constituyentes, otras con el Partido Socialista. Quiero señalar que el debate constituyente debe tener un punto neurálgico que es la transformación. Sin embargo, en el debate se dan coincidencias y divergencias doctrinales sobre lo que debiese ser, por ejemplo, el régimen político, el tipo de Congreso, modelo de desarrollo, entonces hay puntos de encuentro en algunos ámbitos y en otros no. Ahora, más allá de las normas, el asunto de la presidencia, es algo que tiene que ver con el esfuerzo de conducción en la Convención para efectos de la discusión, pero cómo la mesa directiva también refleja las alianzas transformadoras.
Desde hace meses, considerando torpedeos a la Convención, pero también este proceso que hubo de elección de la directiva, surgen inquietudes en la opinión pública, como si realmente se trabaja por la nueva Constitución, si estará lista en el plazo fijado.
Bueno, las normas exigen acuerdos, debe haber acuerdos. Es un proceso en que estamos trabajando. En cuanto a lo que tú planteas en la pregunta, lo que queda en evidencia es que en la Convención se está trabajando arduamente y en eso es fundamental que sea en una perspectiva transformadora. En eso es importante lo que fue la conformación de la nueva directiva, porque tiene atribuciones para interpretar el reglamento, y que impactan en la discusión de las normas constitucionales.
Yo le diría a la gente es que las normas constitucionales son la esencia de la discusión de la nueva Constitución, y al mismo tiempo es muy relevante quien conduzca la mesa directiva para efectos de viabilizar un espíritu transformador en esas normas.
A pesar del verano, las vacaciones, se prevé activo el trabajo de la Convención estos meses, pesando en el plazo de tener listo el texto de la Constitución para finales del invierno.
Lo que pasa es que empezamos el 2022 donde las expresiones de transformaciones en Chile se están expresando en diferentes ámbitos, sectores, y son vertiginosas y dinámicas. El triunfo presidencial de Apruebo Dignidad se constituye en un eje transformador y de gobernabilidad para el país, ahí está ese eje, dinamiza las expectativas populares y eso también repercute en la Convención Constitucional, en el entendido que esa expectativa de transformación, bienestar y calidad de vida que la gente aspira con igualdad de oportunidades, también se esperan en el plano constituyente. El resultado abrumador y democrático que tuvo Apruebo Dignidad, vitalizó a la Convención, y obliga a un debate mucho más conectado respecto a esas transformaciones que tienen que operar en Chile. Sería impensable que las normas constitucionales que se van a discutir y aprobar, no reflejaran la voluntad ciudadana y, por lo mismo, la Convención Constitucional cobra más relevancia y hace que los procesos se intensifiquen mucho más.
En la línea de lo que dices, están más tranquilos respecto al proceso constituyente con la llegada del Gobierno de Gabriel Boric.
Fue una inyección de energía, de vitalidad para la Convención Constitucional que Apruebo Dignidad se haya impuesto en las elecciones frente al fascismo, es decir, que la democracia haya prevalecido. Además, que haya triunfado Gabriel Boric con un programa transformador, que conecta con mucho sentido con las normas que se está discutiendo en la Convención, es positivo. Se corrió un riesgo alto de que la derecha se hubiese impuesto, pero afortunadamente la voluntad democrática del país prevaleció y eso posibilita que la Convención Constitucional recupere prestigio social y vínculo ciudadano.