HABLEMOS DE LA TELE. Poco bueno, mucho malo y harto feo
Las más grandes falencias se advierten en los noticieros y programas periodísticos en manos de conductores y “animadores” que parecen auto satisfacerse con el protagonismo, la competencia de egos y las opiniones personales sobre los más diferentes temas, incluso entre aquellos que muestran una ignorancia inusitada.
José Luis Córdova. Periodista. Santiago. 31/12/2021. Al parecer los departamentos de finanzas y comerciales de las estaciones de televisión respiran algo aliviados este fin de año con los resultados económicos de la mayoría de los canales, pese a que las tandas publicitarias se vuelven cada vez más reiterativas, ensordecedoras y tan exultantes que desagradan, sobre todo cuando hay que soportar las mismas tres y hasta cuatro veces en cada pausa comercial.
Las franquicias internacionales de espacios como “Covers”, “Yo soy”, “Master Cheff”, “Pasapalabra”, “El discípulo del chef”, “Quién es la máscara” y “Qué dice Chile” dejan bastante que desear mientras sus animadores hacen lo imposible por mantener el interés usando y abusando de incautos concursantes y personajes de la farándula dispuestos a ser parte del juego.
Tal vez un punto positivo serían algunas producciones nacionales como “Demente”, “La torre de Mabel”, “Pobre novio”, “Amar profundo” y otras documentales como “Mea culpa” y “No nos quieren ver” que mostraron un buen nivel de dramaturgia, actuaciones y dirección artística cada vez más aceptables en una industria de teleseries chilenas que ha alcanzado la mayoría de edad. Poco bueno.
Las más grandes falencias se advierten en los noticieros y programas periodísticos en manos de conductores y “animadores” que parecen auto satisfacerse con el protagonismo, la competencia de egos y las opiniones personales sobre los más diferentes temas, incluso entre aquellos que muestran una ignorancia inusitada. A este respecto destacan Rodrigo Sepúlveda, Mónica Rincón, Constanza Santa María, Matías del Río, Fernando Paulsen, Mónica Pérez, Monserrat Alvarez, Iván Núñez e Iván Valenzuela, hiperventilados y que necesitan urgente un tratamiento de autocrítica personal en cada caso. Otros mantienen todavía cierta compostura: José Antonio Neme, Ramón Ulloa, Julio César Rodríguez, Juan Manuel Astorga, Soledad Onetto, Macarena Pizarro, Mónica Sanhueza, Patricia Venegas o José Luis Reppening.
La televisión chilena ignora, desprecia y hasta minimiza la importancia de la política en una sociedad que se precia de democrática. Todos los días debemos soportar declaraciones destempladas, afirmaciones descabelladas, especulaciones y conjeturas de todo tipo para referirse a temas contingentes de parte de periodistas que “reportean” a través de twitters, Instagram y otras redes sociales en desconexión absoluta con la realidad política que vive el país y desconociendo la historia.
Dar tribuna a especímenes como Tomás Mosciatti, Johannes Kaiser, Gonzalo de la Carrera, Gloria Naivellán, Camila Flores, Diego Schalper y otros no hace más “abiertos” a los departamentos de prensa de los canales que, en el fondo, se precian de “democráticos”, pese a que reiteran invitaciones a estos programas de “debates” a otros como Iván Moreira, Manuel José Ossandón, Rojo Edwards y Jorge Durán en una suerte de reedición del binominalismo en pantalla.
La formación política de la ciudadanía, indispensable en el actual proceso constituyente que vivimos, es lo más ignorado por los canales que se dedican más bien a farandulizar a la Convención Constitucional y al Parlamento, en algunos casos contando con el beneplácito de algunos constituyentes y legisladores del tipo “polilla” ante los reflectores de las cámaras de televisión. Muy malo.
Un conceptuoso párrafo aparte merece Canal La Red que, con la dirección periodística de los colegas Víctor Gutiérrez y Gustavo Manén, junto a jóvenes profesionales, han implementado un departamento de prensa digno, responsable, con espíritu crítico en programas como “Mentiras Verdaderas” a cargo de Eduardo Fuentes, así como una producción que ha permitido exhibir documentos como “La batalla de Chile”, “Colonia Dignidad”, “La tía Adriana (Rivas)”, “La mirada incendiada (caso quemados)”, “Calle Santa Fe (Miguel Enríquez)”, una entrevista al “Comandante Ramiro” y otros espacios con la presencia de colegas como Mónica González, Alejandra Matus, Paula Molina, Yasna Lewin, Javier Rebolledo, Juan Cristóbal Peña y Mauricio Weibel.
Todo ellos desafiaron a las autoridades salientes del Gobierno de Piñera, que hizo llamados amenazantes a los ejecutivos del Canal desde La Moneda, mientras una empresa privada como Carozzi, intentó inútilmente retirar su avisaje para acallar estas voces. Ahora se dice que el líder empresario Juan Sutil quiere hacerse de un canal (CNN Chile o La Red), antes que la Convención apruebe el Derecho a la Comunicación en la nueva Carta Magna. Harto feo.