Rasgos que tendría el gabinete ministerial del nuevo Gobierno
Paridad de género, representación generacional y de partidos con espacio para independientes, experiencia, profesionalismo y compromiso con el programa de transformaciones. Nadie que pueda salir diciendo que “no había leído el programa”. Miradas puestas también en el “segundo piso” de La Moneda y la Secom. Debería quedar claro que no habrá nepotismo, privilegios, amiguismos, en ningún nivel.
Equipo “El Siglo”. Santiago. 27/12/2021. De acuerdo a fuentes consultadas e informes de prensa, hay rasgos que caracterizarían al gabinete ministerial del nuevo Gobierno liderado por Gabriel Boric, que comienza el próximo 11 de marzo, y que se tienen en consideración a la hora de elegir a quienes asumirán al mando de las 24 carteras de la administración.
Según lo que se sabe, son tan importantes los nombres de las y los nuevos ministros, como el perfil del nuevo equipo ministerial. Más aún, los nombramientos deberían tender a reforzar ese perfil.
Es así que están sobre la mesa factores como que el futuro gabinete sea paritario, y que las y los designados sean parte de la generación del propio Boric o cercana, es decir, sub30 y sub 40, lo que no descarta personeros de más edad; que haya una representación de las colectividades de Apruebo Dignidad, pero también de independientes y gente de partidos que expresaron colaboración a la nueva administración sin pertenecer al conglomerado; y que se vea un equipo profesional, con experiencia, compromiso con el “proyecto de transformaciones” y las medidas de “desmantelamiento del neoliberalismo” como se dice desde Apruebo Dignidad.
No existiría una obligatoriedad matemática, de 50 y 50, pero hay certeza de que el gabinete ministerial será paritario, considerando la equidad de género y hasta las diversidades sexuales. Es decir, el número de mujeres y hombres estará equilibrado en el nuevo Gobierno como una de las premisas del perfil.
De acuerdo con dirigentes políticos y analistas, y según comentarios y notas de prensa, surge como ineludible que el futuro mandatario se vea acompañado por pares generacionales, como un sello de su administración. Es decir, reforzar el perfil etario que, de hecho, representa el propio Gabriel Boric quien tendrá 36 años al momento de asumir el 11 de marzo próximo. La generación que fue protagonista de las luchas estudiantiles universitarias y secundarias en 2011 y que impactó al entrar en el Parlamento hace una década representando a los adultos jóvenes, sin duda tendrá un papel dentro del gabinete y expresión inmediata de ello son los nombres de Camila Vallejo y Giorgio Jackson, independiente de que queden o no en cargos ministeriales.
Otro factor es que se contemple la presencia de personalidades independientes, sin militancia en partidos políticos. Esto tendría dos elementos de explicación. El primero, que “los más capaces” y profesionales con experiencia, puedan no pertenecer a una colectividad política para aspirar a un ministerio y, lo segundo, que en el Gobierno sea vea una representación del mundo independiente.
Junto a lo anterior, y casi natural, es que personeros de los partidos Apruebo Dignidad estén en el equipo ministerial, sobre todo en las carteras que son parte del comité político. Siempre se dice que “no habrá cuoteo político”, pero es claro que el presidente electo tendrá que considerar la representación de las organizaciones de su conglomerado en el gabinete. Todo apunta a que las cuatro colectividades del Frente Amplio, el Partido Comunista, la Federación Regionalista Verde Social, tendrán a varios de los suyos en el equipo del próximo presidente.
Lo anterior, de acuerdo a la opinión de dirigentes consultados, no priva que militantes de otros partidos (que no forman parte de Apruebo Dignidad) que expresaron su apoyo y colaboración a la nueva administración, puedan llegar al equipo de ministras y ministros. Según las versiones de prensa, en esto lleva delantera el Partido Socialista (PS), sin dejar de considerar la especulación de que se podría integrar a Apruebo Dignidad (de hecho es la idea de un sector de esa colectividad). Aparece más improbable la presencia de gente del Partido por la Democracia y el Partido Radical. La Democracia Cristiana hizo ver que será oposición al Gobierno, aunque vienen elecciones y definiciones internas que podría cambiar o matizar esa situación. Pero es prácticamente imposible que esté en algún nivel de la futura administración.
Otro factor para la designación ministerial, es la certeza de que quienes asuman esos cargos tendrán compromiso con el programa de transformaciones y las medidas de corte antineoliberal y de consagración de derechos sociales, promovidas desde el programa de Gobierno. Así como avanzar en medidas como la reforma tributaria, aumento de sueldo mínimo y pensiones, gratuidad en educación, reformas institucionales, entre otros temas. Porque se querría evitar que a Gabriel Boric le ocurra lo de Michelle Bachelet, donde le salieron ministros que remaron en dirección distinta al programa y miembros de la coalición que eludieron respaldar el proyecto porque no habían leído el programa de la Nueva Mayoría. Eso sería desastroso sino fatal para Boric.
Hay que tener en cuenta que junto a las y los ministros, se designa un número considerable de subsecretarios y en eso también entran, en lo general, los criterios para la primera línea ministerial. Es decir, aparecería contradictorio que en las subsecretarías no hubiese paridad de género, presencia de independientes y representación de las fuerzas políticas.
Aunque existe el criterio no escrito de que las o los ministros deberían tener opinión sobre sus subalternos inmediatos, pero es discutible. De hecho, en el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, algunos y algunas de las ministras no quedaron muy satisfechos con los subsecretarios designados, sin consultarles.
Se sabe que junto a los nombres de las y los futuros integrantes del equipo ministerial hay un proceso político pero también de chequeo y contrachequeo para revisar bien los historiales, detectar déficit y situaciones legales, irregulares o conflictivas, mirar con lupa los currículum profesionales y tener amplio conocimiento de los pasados políticos y de vida personal.
El “segundo piso” y la Secom
Hay que considerar que en esto de conformar equipos hay áreas muy sensibles y que inclusive llegan a ser consideradas tan o más importantes que los ministerios.
Por ejemplo, el llamado “segundo piso” presidencial, donde está el equipo más cercano del jefe de Estado, y desde donde se coordinan políticas públicas, desempeños ministeriales y agendas prioritarias del mandatario. Quien dirija ese equipo tendrá un alto estatus político; no hay que olvidar que en ese cargo estuvieron personas como Rodrigo Peñailillo, que llegó a ser Ministro del Interior, o Cristian Larroulet, considerado por momentos el verdadero conductor de La Moneda en este período.
También debería gravitar mucho, más que bajo esta administración y retomando el rol que tuvo en los dos gobiernos de Michelle Bachelet, la Secretaría de Comunicaciones de La Moneda (Secom), donde se diseña y desde donde se implementa la línea comunicacional e informativa del Gobierno, irradiando contenidos, relatos e improntas hacia los ministerios, instancias gubernamentales, los medios de prensa y la opinión pública.
Nadie desconoce que para el “segundo piso” y la Secom se requiere gente de confianza del nuevo presidente, pero también personas con experiencia y sensibilidad en esos temas. En las últimas semanas se vieron pasos dados donde aparecen profesionales de las comunicaciones que trabajaron con Bachelet, y se buscaría gente con experiencia en estas labores, junto a jóvenes que laboraron en esta área durante la campaña.
En todo este proceso de nombramientos, no pocos advierten que en el Gobierno de Boric debería quedar claro que no habrá nepotismo, privilegios, amiguismos, en ningún nivel, no solo por cumplir con criterios éticos y de servicio público, sino por el daño que podría producirle denuncias o informaciones de ese tipo.
Como sea, estas serán semanas de especulaciones, distorsiones, y hasta solapadas “movidas” por la prensa y otros espacios, en torno a nombramientos. Todo lo cual quedará resuelto a más tardar el 22 de enero. Claro, luego vienen unos meses de otros nombramientos, con sus dosis de polémicas y de incertidumbre, como embajadores, jefes de servicios y equipos y cargos de órganos del Estado.
Algo sobre todo esto expresó el presidente electo, Gabriel Boric: “Estamos conformando equipos. No voy a hacer ningún anuncio parcial de gabinete…vamos a presentar un equipo robusto, de las mejores condiciones para poder encarar estos desafíos” de Gobierno. Añadió que “yo tengo plena autonomía para la designación del gabinete y lo voy a hacer pensando en lo mejor para el país y no en cuoteos de partidos”.