Pasado y futuro en la coyuntura
Lo que mostró, en lo grueso, el balotaje y las campañas, la consolidación de la opción progresista/reformista/democrática y el porcentaje tradicional del conservadurismo. El drama o no que viene en ajustes, recomposiciones, pugnas y redefiniciones en los distintos partidos/actores políticos, y la trascendental continuidad del protagonismo del movimiento social y la sociedad civil. La tranquilidad y certezas para la Convención Constitucional. Y otra vez el rol del sistema medial, donde de nueva cuenta no deberían bastar los golpes de cabeza contra la pared.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 21/12/2021. Son muchos y diversos los factores que persisten en la coyuntura nacional y pese a cierta descompresión con la resolución de la carrera por el sillón principal de La Moneda, persisten tensiones e incertidumbres, aunque se instalan certezas como conocer el carácter del próximo Gobierno que liderará Gabriel Boric.
Por cierto, lo ocurrido en el desarrollo de la campaña de segunda vuelta también graficó algunos códigos y datos que pueden influir en decisiones y sucesos en el corto y mediano plazo.
1.-Un balotaje presidencial en clave plebiscitaria (democracia versus autoritarismo), la clara opción entre dos proyecto/país, y el nivel de confrontación de idearios, que como nunca incluyó “malas prácticas” y extensa labor de noticias falsas de parte de José Antonio Kast (postulante de la extrema derecha), pudo ser el marco general que motivó un alza de 1 millón cien mil votantes, llegando a casi el 55% el nivel de participación electoral.
2.-Volvió a constatarse que, en lo determinante, la ciudadanía es proclive a las posiciones progresistas, reformistas y democráticas, aunque el camino conservador y retardatario no deja de ser seguido por el 40% de la población, como lo demuestran elecciones desde el plebiscito de 1988. En esta ocasión, la particularidad fue el apoyo a propuestas transformadoras de parte de la candidatura del conglomerado Apruebo Dignidad.
3.-En el caso de Gabriel Boric y Apruebo Dignidad se podrían destacar factores del triunfo como la priorización que se le dio a la campaña territorial y en contacto directo con la gente, re/definiciones programáticas ligadas a inquietudes de la gente, captación de electorado de otros sectores, y alcance a sectores de jóvenes/adultos jóvenes y de mujeres.
4.-La extrema derecha representada en José Antonio Kast, respaldada por la derecha tradicional, tuvo el alcance previsto, logró triunfos en nichos conocidos y no logró crecer en otros espacios, incluso retrocedió en zonas donde había ganado en primera vuelta. Podría decirse que el relato anticomunista, de Chilezuela y del miedo, no caló en la intensidad que se pudo prever en la opinión pública. Perder por diez puntos bajó muchísimo la posibilidad de que Kast lidere la oposición a la administración de Boric y oxigenó a dirigentes de los partidos tradicionales de la derecha que ahora pugnarán por protagonismo e incidencia.
5.-Ahora viene un periodo de definiciones, ajustes, pugnas y re/ordenamientos. Comenzando por decisiones del presidente electo, como la gravitante conformación de su gabinete ministerial que, hasta donde se puede detectar, será paritario, profesional, con perfil de nuevas generaciones y representativo de las fuerzas de Apruebo Dignidad. Vendrán los ajustes y planificaciones de Apruebo Dignidad, en consolidar su base social/política y en el ámbito legislativo. La forma que tomará la definitiva desaparición de la ex Concertación es parte de lo que vendrá. El papel que asumirá la DC como oposición a Boric y reforzamiento interno, las pugnas y ajustes en el PS que terminarán definiendo su postura en la coyuntura, el intento de re/instalación del PPD y el PR, este último ausente en la contingencia. La derecha tradicional entrará en disputas fuertes, necesarios ajustes políticos, reforzamiento de Chile Vamos, buscando distancia del Partido Republicano y la extrema derecha, mientras ese segmento buscará potenciar su instalación, así como la presencia de Kast. También hay que considerar los movimientos y ajustes que hagan colectivos de izquierda, algunos dispuestos a apoyar al futuro Gobierno y otros más reticentes.
6.-Aunque están prácticamente fuera de la mirada de los medios tradicionales y conservadores, y del análisis político y las vocerías más institucionales, el movimiento social y la sociedad civil, en sus multifacéticas expresiones, continuarán como protagonistas en la coyuntura y serán nítidamente incidentes. Puede que el triunfo de Boric, la Navidad y el Año Nuevo y parte del verano bajen cierta intensidad movilizadora y convocante, pero todo apunta a que las movilizaciones, encuentros, actos autoconvocados y protestas persistirán. Están a la vista las actividades de No+Afp, las marchas y movilizaciones feministas de marzo, las acciones del pueblo mapuche, los cabildos ciudadanos, las protestas de los sin casa, las manifestaciones por libertad de presos políticos de la revuelta, las reivindicaciones de derechos humanos, entre otras. Si en los dos últimos años fue determinante el movimiento social y la protesta ciudadana en cambios decisivos en el país, todo hace presagiar que aquello continuará, por lo demás, con amplios sectores populares posicionados y más seguros de su influencia y capacidad de determinar cambios.
7.-El triunfo de Gabriel Boric da tranquilidad y certezas a la Convención Constitucional. Habrá respaldo desde el Ejecutivo al proceso constituyente y hay más seguridad de llegar a un nuevo texto constitucional y a un plebiscito de salida. Convivirá el Poder Ejecutivo con la soberanía de las y los convencionales constituyentes. Esto no es menor si se considera que se haber ganado la opción de extrema derecha y regresiva, hoy estaría peligrando la Convención y la nueva Constitución.
8.-Los sectores dominantes, sobre todo del poder financiero y de los poderes fácticos, entró en una fase de reflexión de lo ocurrido y de lo que viene, pero sobre todo respecto a las posiciones que asumirán el 2022 frente al nuevo Gobierno, el Presidente Boric, los cambios económicos, las reformas, el movimiento social, la labor legislativa y los escenarios político/sociales. Con la inmensa derrota de Kast estos sectores, que controlan el sistema financiero y el funcionamiento económico, se están rearmando y recomponiendo sus estrategias. A esto hay que sumar al mundo de las Fuerzas Armadas y Carabineros, sobre todo los altos mandos, la “familia militar”, los segmentos ultraderechistas que están activos y los medios de comunicación hegemónicos y conservadores.
9.-Nuevamente, sin agrandar su incidencia, el sistema medial jugará un rol preponderante, consolidando la exitosa estrategia de haber hecho desaparecer un esquema plural/multiforme y hegemonizando la línea editorial conservadora/distractora, y donde se observa que desde Apruebo Dignidad y otros sectores del progresismo y la izquierda se sigue sin atender, en concreto, el activar modificaciones, incluso en un estándar europeo o estadounidense, y sin ocuparse de considerar a la prensa social/alternativa, quedándose pegados en la antigua tesis limitada/insuficiente de “estar en la prensa de más alcance”. Otra vez se verá, de seguro, el drama del desequilibrio comunicacional donde, quizá, el Gobierno que viene continuará los mecanismos que permiten que el avisaje del Estado se vaya en un 80% a los grandes medios, sin siquiera considerarse una equidad en su distribución. Y las denuncias/quejas no serán más que golpes de cabeza en la pared.