DEBATE. El peligro de “parisinizar” la segunda vuelta
Factores presentes en torno de un cuestionado Franco Parisi y su electorado, y los acercamientos a ese sector de las candidaturas de Apruebo Dignidad y el Partido Republicano.
Gonzalo Magueda. Periodista. Santiago. 06/12/2021. Con harto empeño de los medios de prensa tradicionales o no (que editorialmente tienen mayoritariamente una línea conservadora) y muchas vocerías desde las dos candidaturas presidenciales que pasaron al balotaje del 19 de diciembre, Franco Parisi, el liberal especulador financiero con procesos judiciales abiertos o cerrados, pasó a jugar un rol protagónico en el escenario político, replegando a otros personajes, temas y segmentos electorales que podrían tener o tienen más incidencia que el cuestionado personero radicado hace tiempo en Estados Unidos.
De un momento a otro, estar o no en su programa en plataforma digital pareció trascendental para ganar o perder votos. Sus casi 900 mil sufragios abrieron apetitos en las candidaturas de Apruebo Dignidad y el Partido Republicano. El “electorado de Parisi” pasó a tener una gravitación supuestamente determinante en las elecciones que vienen.
Y puso a Parisi de especulador financiero, a especulador político. Porque él no define a quien apoya. Especula. Juega con su rol. Los dados no los lanza sobre la mesa, sólo los mueve en sus manos dejando en ascuas a quienes quieren “sus votos”. En medio de polémicas nada menores en el Chile actual, como ser el ejemplo de los padres que incumplen los deberes con los hijos, no paga y se sigue negando a pagar la pensión alimenticia, provocando la crítica no solo del movimiento feminista, sino de ciudadanas y ciudadanos. Un personaje político con orden de arraigo nacional, con procesos judiciales antiguos, con versiones dudosas y manejos mediáticos enrarecidos, con fracturas dramáticas en su partido, permaneciendo en el extranjero e inventando excusas para no venir, cuando en realidad quiere evitar una posible detención o una acción judicial. Es decir, mucho de lo de Parisi representa, es lo que la gente critica de la política y sus personajes. Pero ahí está.
¿Ayuda o no mostrarse cerca de él, dependiente de él, compartir espacios con él? La respuesta precisa estará en el análisis de los resultados electorales del balotaje.
Claro que los analistas suelen indicar que una cosa es Franco Parisi y otra es su electorado, los que votaron por él. Hay casi 900 mil sufragios “en el aire”. Con el peligro, para los dos candidatos -e incluso para la democracia como dijo alguien-, de que se parisinice la campaña.
Una primera cuestión que salta a la vista es, ¿los casi 900 mil votos son todos homogéneos? Ciertamente que no. Varios expertos electorales establecieron que un porcentaje de la gente que votó por Parisi en la primera vuelta, no irá a votar en la balotaje. Y que entre los que voten, unos lo harán por Boric y otros por Kast, y eso lo tendrían decidido, más allá de gestos en estas semanas.
Una segunda cuestión es que mientras se habla tanto de “buscar los votos de Parisi”, no se ven muchas vocerías y gestos hacia las más de 6 millones de personas que se abstuvieron. Tampoco hacia un porcentaje que contempla decenas de miles de votos de quienes permanecen indecisos respecto a la elección del 19 de diciembre.
Al menos comunicacionalmente y en los espacios de la prensa tradicional, son escasas las referencias y los mensajes al mundo rural, laboral y de adultos mayores, que claramente inciden en un resultado electoral.
Un tercer factor, discutible por cierto, es que un alto porcentaje de la población -esto ratificado hasta el cansancio por transversales declaraciones de actores de la vida política- tiene un desapego y rechazo a la política y de ahí a las elecciones. Y ahora ven que las candidaturas potencian y se acercan a un personaje como Parisi, muy cuestionado, lo que haría a no poca gente alejarse más.
Un cuarto elemento mencionado por analistas políticos y expertos comunicacionales, es que Franco Parisi es expresión del Chile real, que representa nuevas realidades de la política y rompe con esquemas tradicionales y antiguos, que tiene que ver con un importante segmento etario, que es un fenómeno propio del “pueblo neoliberal” y por ello hay que entrar en su cancha, acercarse, y de ahí contactar con quienes lo apoyaron.
El punto central es que, expresión quizá de “la mala política” o de “las nuevas realidades políticas”, un individuo como Franco Parisi se convirtió en protagonista en una elección presidencial estratégica para el proyecto país y los derechos de chilenas y chilenos. ¿Habrá que seguir alimentando la parisinización en los quince días que quedan para los comicios?