NOTAS DEL REPORTEO. 21/N, la necesaria lectura de la realidad
El logro de la ultraderecha y la derecha, la posibilidad de que los sectores transformadores y democráticos ganen la segunda vuelta, el contrapunto/contrasentido de los resultados en relación a la revuelta de 2019 y triunfos sociales/populares el 2020 y este año, el 13% de Parisi y el abstencionismo de casi siempre.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 22/11/2021. 1.- Nadie parece discutir que no fueron pocas las sorpresas en estas elecciones presidenciales y parlamentarias en Chile. Los resultados y el escenario abierto, de alguna manera muestran que tal vez falta acentuar la lectura de la realidad sobre el país y sus componentes.
2.- Un hecho a la vista es que la ultraderecha y la derecha obtuvieron un alto logro. Ganaron la elección presidencial en primera vuelta, se quedaron casi con la mitad del Senado y consolidaron posiciones en la Cámara Baja. Revirtieron los malos resultados que tuvieron en la elección municipal, de gobernadores y en el plebiscito por nueva Constitución. El discurso ultraconservador, como en otras latitudes, penetró segmentos de la población y del electorado.
3.- La izquierda, los sectores transformadores y progresistas, tuvieron un buen resultado electoral en la presidencial, quedando a dos puntos del candidato de la ultraderecha. Se dice que quien en Chile gana la primera vuelta, aseguró la segunda vuelta, pero en este caso esa premisa no es segura, en tanto Gabriel Boric quedó a dos puntos de José Antonio Kast y puede revertir el resultado. En términos cuantitativos, las fuerzas democráticas y populares quedaron con una positiva representación parlamentaria, pero fragmentada en varios conglomerados y partidos.
4.- Quizá un elemento de análisis, y proyectado a la sumatoria de sufragios que se buscará para el balotaje presidencial, no es tanto el 27% de Kast, sino por qué Boric no superó el 30%.
5.- Es un hecho de la causa que el resultado electoral global de estas elecciones, aparece como un contrapunto/contrasentido de lo que fue la revuelta social del 2019, el triunfo social/ciudadano del plebiscito del 2020 por nueva Constitución, el logro en la elección de los convencionales constituyentes con posiciones transformadoras y populares, y los resultados de las municipales y de gobernadores a favor de sectores democráticos, progresistas y de izquierda.
6.- Llamó la atención el 13% de Franco Parisi, un candidato liberal, con proceso judicial por no pagar la pensión alimenticia, mentiroso, escurridizo, cuestionado por irregularidades en negocios y campañas electorales anteriores, que nunca estuvo en Chile para la campaña, y que ahora, paradójicamente, aparece con sus 900 mil votos como gravitante para la suma de votos para Boric o Kast. Según analistas, “un fenómeno” a estudiar, después de que quedara tercero en una de las elecciones chilenas más disputadas.
7.- Se hizo mención a otro elemento. La derrota contundente de la ex Concertación, con su candidata Yasna Provoste en quinto lugar, y de la derecha tradicional de Chile Vamos representada en Sebastián Sichel, con lo que los dos conglomerados que hegemonizaron la política los últimos 30 años quedaron rezagados, reducidos y mal parados, salvo por la permanencia en representación parlamentaria.
8.- El abstencionismo, es decir, la gente que simplemente no concurre a votar, continuó siendo un factor incidente. Votó el 46% del padrón electoral. Un continuo en una deficitaria participación electoral, sobre todo teniendo en cuenta las características de este proceso, con un claro elemento de disputa de proyectos-país. Abre, por lo demás, un desafío convocante para la segunda vuelta, donde habrá que considerar análisis georeferenciales, territoriales y socioeconómicos. A lo que se agregará lo que dirán los sondeos respecto a los indecisos en la segunda vuelta.
9.- Un dato que volvió a surgir tiene que ver con a quién se le habla, cómo se le habla y en qué espacios se habla. Eso tiene que ver con las estrategias comunicacionales, que no dependen solo de profesionales o técnicos de comunicaciones o redes sociales, y con los territorios y nichos en que se hace campaña. Esto tiene que ver también con la concreción y nitidez de los mensajes/relatos y también con irradiación de emociones/percepciones. Y los expertos también aluden a cuidar los discursos y las estéticas, ambos elementos que inciden a la hora del acercamiento a la opinión pública. En todo esto, abrirse a propuestas, críticas y emocionalidades, sin complejos ni enojos, puede gravitar en los tonos de la campaña. Y la lectura de la realidad será vital.