Elecciones 21/N: Puntos de tensión
Los desafíos ante el abstencionismo y los indecisos, los errores no forzados y los manejos comunicacionales, la claridad en el relato y las formas de “tocar” al electorado, la defensa del voto que deberá producirse el domingo, el esperable intervencionismo electoral del Gobierno y el concepto de “cierre de campaña”.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 15/11/2021. Se llegó a la recta final de unas elecciones de alta tensión, donde a unos pocos días de su realización se aparecen factores gravitantes en los resultados y los escenarios que se podrían abrir.
1.- Abstencionismo e indecisos. Las proyecciones apuntan a un 50/60 por cierto de abstencionismo en los comicios. Las observaciones optimistas indican que podría votar el 50%, cercano al porcentaje que sufragó en el plebiscito y pasar el umbral de 7 millones de votantes. A eso se suma que en todos los sondeos la cantidad de indecisos respecto a la decisión del voto, es bastante alta, arriba de los 30 puntos. Algo no muy novedoso. Dada la competitividad abierta, tanto el factor abstencionismo como indecisos incidiría en los resultados. De allí que en estos días algunos equipos estén planteando dirigir mensajes a quienes no irían a votar o dudan respecto a por quien hacerlo. Están algunas sombras, como la de que “en el barrio alto” votan todas y todos, y en las zonas populares se vota poco. El desafío de bajar el abstencionismo y convencer a los indecisos, tiene que ver con la mejor definición de nichos, grupos etareos, socioeconómicos y territoriales a definir para convocar al elector y conseguir más sufragios. Apelando, de una u otra manera, al voto consciente/emocional que señalan expertos respecto a estas elecciones.
2.- Errores no forzados. No es ninguna novedad que errores comunicacionales en vocerías, puestas en escena y salidas mediáticas (del candidato o sus acompañantes) pueden llegar a incidir en los últimos días en márgenes de votación. Quien descuide la direccionalidad comunicacional, las apariciones, caiga presa de la ansiedad mediática, no administre bien los tonos y énfasis, no conduzca contenidos de vocerías propias o aliadas, está a un centímetro de cometer errores no forzados con altos costos. En esta línea, por cierto, habría que colocar atención en los flancos abiertos, esperar ataques y exposiciones desde ámbitos adversarios, y saber responder a una contingencia de crisis comunicacional. Deficiencias en esto, podrían afectar en la recta final.
3.- Claridad en el relato. Son días donde las ideas/fuerza, las propuestas programáticas, la idea/país, la cercanía emocional/perceptiva, y la capacidad persuasiva y didáctica adquieren mucha relevancia para llegar a muchos sectores de la sociedad a través de diversos medios de comunicación, redes sociales, contacto en espacios sociales/públicos y otros instrumentos de propaganda. En parte tiene que ver con que las candidaturas dejen de hablar en clave política rígida, no se dejen cooptar por la agenda medial de la prensa tradicional, se aproximen al electorado de base social y apelen a los últimos recursos para llegar a la gente, bajando el interés en entrar en disputas elitistas y con los pares de la política. Influye mucho en el último tramo aquello del “rostro amable” y la persona que genera certidumbre. Se supone que cualquier comando de candidatura presidencial (a pesar de que ya habrá concluido la campaña electoral legal, pero se pueden instalar y tratar temas que inciden en los contenidos, inclusive a través de entrevistas y análisis), deberá estar atento a lo que se diga y muestre en los medios grandes el sábado y domingo, y en eso, no despreciar el potenciar hasta donde se pueda medios alternativos, las redes sociales y otros modos de mensajes.
4.- Defensa del voto. Los niveles/intensidades de esta carrera presidencial se expresarán en la defensa/boicot del voto el próximo domingo. Será un espacio de vigilancia/disputa. En ello, por ejemplo, tienen mucha importancia las/los apoderados y apoderados generales, los representantes de listas, las/los vocales de Mesa, y el cuidado/seguimiento que se haga de los votos. Para quienes ejerzan las funciones de apoderados, sería útil tener a la mano el instructivo del Servicio Electoral (Servel), “Sobre El Buen Trato, Respeto y Derechos De Los Apoderados”. Esto tiene que ver con “el control ciudadano” de las elecciones. En este sentido, varias fuerzas políticas están trabajando en la capacitación de quienes participarán como vocales y apoderados.
5.- Intervencionismo electoral. En las últimas semanas se conocieron episodios de ministros de Estado y funcionarios de La Moneda emitiendo declaraciones, realizando y exhibiendo videos, entregando informaciones, dando opiniones que en lo fundamental iban en contra del candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric. Hasta el momento pasaron sin mayor dificultad esas acciones y la Contraloría se mantuvo algo pasiva. Dada la situación del oficialismo, no sorprendería que se repitieran actos de intervencionismo electoral, buscando algún tema como excusa, creando un espacio comunicacional, generando vocerías incluso asumiendo los costos, con tal de incidir en el voto contra Boric. Ello supondría una rápida reacción y sobre todo acentuar el descrédito del Gobierno, el oficialismo y la derecha.
6.- Cierres de campaña. Hay diferentes formas de cerrar la campaña electoral. La tradicional, con un acto o actividad acorde a las medidas sanitarias, tendría sentido si se aprovecha como punto de proyección comunicacional irradiando hacia distintos formatos comunicacionales los mensajes e imágenes, porque en la materialización de la acción, suelen llegar dirigentes, militantes y simpatizantes que tienen el voto decidido y hoy, por la pandemia del Covid-19, es imposible hacer una “demostración de masas”. Más bien, se podría hablar de multiplicidad de formas de cierre, que abarque espacios sociales, sectores de la población, “nichos duros”, territorios, redes sociales, medios alternativos, segmentos de alto abstencionismo, para instalar hasta las últimas horas el relato, las ideas y las emociones/percepciones. En ello gravitan mucho “los ejércitos” de personas movilizadas realizando campaña en los últimos días. En el caso de la derecha, recurriendo a brigadistas pagados, en el caso de la izquierda apelando a las estructuras de militantes.
7.- Covid-19. Aunque parece tener un menor impacto que en el plebiscito del 2020 y las pasadas elecciones municipales, de gobernadores y convencionales, la pandemia del Covid-19 sigue influyendo en decisiones que se toman y seguramente en segmentos de la población, sobre todo en cuanto a la posibilidad de contagio. Por eso son fundamentales las campañas de información, orientación y establecimiento de confianza para que la ciudadanía sepa que no hay peligro en concurrir a sufragar y que están todas las condiciones sanitarias para aquello.