El país e intimidades en imágenes

Homenaje a Humberto Urrea. “Ulin y tantos otros, somos un grupo de periodistas del “cañón de largo alcance” o “el primer activista de la revolución chilena”, que nos mantenemos unidos, no solo en la memoria de otros tiempos, sino que en la permanente tarea por democratizar los medios de comunicación en nuestro país”.

Oriana Zorrilla. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 12/07/2021. Hurgando en la memoria me acerco a mis primeros pasos en el periodismo y en la vida prematura de adulta y futura madre. Encuentro mi imagen detenida de niña -con una barriga incipiente- que luego se transformaría en otra, de esa misma joven con un hermoso niño en brazos. Esas fotografías encontradas nos traen a la memoria a Humberto Raúl Urrea, reportero gráfico del diario El Siglo que este 5 de julio de 2021 partió a capturar las imágenes inexpugnables de la muerte.

Un 24 de diciembre, día de Navidad, Erasmo y Estela se unieron en matrimonio, sus rostros enamorados quedaron detenidos, Nadia e Igor Rojo, con sus sonrisas anchas, Rodrigo Rojas cumpliendo sesenta años junto a doña Emma su madre. Ramiro Sepúlveda y Enrique Ruiz en un día de elecciones en el Colegio de Periodistas. Todas, fotografías del viejo y cascarrabias Ulín, quién no solo “iba siempre dispuesto tras el buen –mono– complemento indispensable de la información”, sino que lograba atrapar instantes plenos de amistad, cariño y dulzura entre nosotros como señala Nechi Rivera.

Llegamos a este diario, que era tan grande como el diario de Agustín, a sumarnos a una pléyade de periodistas obreros, profesores o ex estudiantes de derecho y reporteros gráficos que hacían del periodismo militante una cruzada para cambiar el mundo.

Eran tiempos en que las rotativas de la imprenta Horizonte, ubicada en la calle Lira, arrojaban miles de hojas con noticias que contenían las novedades de la cultura, de los sindicatos, de las poblaciones, del pueblo pobre que tenía un espacio para informar y debatir.

Los reporteros jóvenes, formándose aún en las aulas universitarias, en el diario El Siglo nos educamos en otras materias, que nos mantienen unidos en el tiempo, en las distancias, en las persecuciones y en las crisis.

Mediante innumerables llamadas y mensajes hemos reconstruido la vida y la amistad que nos unió a Ulin Urrea, uno más del equipo de reporteros gráficos que integraban Gustavo y Luis Pueller, Togo Blaise, Fernando Vera, y Rafaelito, el laboratorista.

La fotografía que ilustra este homenaje es una portada conservada por Erasmo López y que la desenterró de sus archivos cuando hablábamos de los “Siglos” históricamente súper ventas. El récord con 600 mil ejemplares vendidos fue cuando en 1990 con “Las actas secretas de la dictadura” y este fue segundo en ventas.

Jaime Chamorro recuerda de haber concurrido a reportear la toma de Herminda de la Victoria, historia que comenzó en marzo de 1967 cuando un grupo de vecinos de la entonces llamada Comuna de Barrancas, organizados en un Comité de Vivienda decidieron tomarse un terreno e instalar un campamento para exigir una casa propia.

Hombre, mujeres, niños y niñas, perros y gatos enterraron palos para enarbolar la bandera chilena y señalar que ese sería su lugar de residencia para siempre. La solidaridad de artistas, diputados y regidores (ahora concejales) se acercaron de inmediato para salvaguardar a los pobladores de las agresiones policiales. El Siglo informó extensamente.

El jefe de crónica también recuerda el primer viaje de Raúl Urrea en avión hacia Calama. Se desmayó de susto cuando durante el vuelo Jaime le contaba los detalles de un accidente aéreo en las proximidades de Coyhaique en el que murió un grupo de forzudos hombres que animaban la lucha libre en el Teatro Caupolicán de la calle San Diego.

Ese miedo a los vuelos los perdió cuando debió viajar obligado al exilio a Buenos Aires primero, a Europa y a la Unión Soviética después. Como buen militante del Partido Comunista se unió al equipo de “Escucha Chile” y “Magallanes” que trasmitían en radio Moscú.

Eran tiempos de la guerra fría. Ulín, en su condición de reportero gráfico y de militante disciplinado, era el único autorizado para sacar fotografías del equipo que realizaba esos programas, recuerda el periodista Rodrigo Cerda que “sobre todo se era cauteloso con quienes viajaban a Chile y luego regresaban a la tierra de Lenin”. Y, agrega: “seguramente sus archivos nos darían muchas sorpresas, emociones y recuerdos porque era el fotógrafo oficial de nuestras familias”.

Guillermo Torres Gaona, ex presidente del Colegio de Periodistas y editor de El Siglo entre 1988 y 1990, recuerda que una de sus últimas salidas a reportear con Urrea fue a Caleu en la campaña a diputada de Gladys Marín. Fue un día pleno de actividades, sin pausas para alimentarse, solo pudieron comer dulces y exquisitas “peras de agua” que lo apasionaron para siempre a este fruto.

Ulin y tantos otros, somos un grupo de periodistas del “cañón de largo alcance” o “el primer activista de la revolución chilena”, que nos mantenemos unidos, no solo en la memoria de otros tiempos, sino que en la permanente tarea por democratizar los medios de comunicación en nuestro país.

Raúl Humberto Urrea, reportero gráfico, amigo entrañable, excelente padre de sus hijos y de aquellos que asumió, al unirse a Ana Tobar, fue un hombre de compromisos políticos, profesionales y gremiales profundos. Además, fue querendón y amigo, aún cuando ya tenía 82 años estaba lleno de planes, incluso enfrentó la tarea de aprender las nuevas tecnologías al usar un sofisticado teléfono celular y otros “artilugios” digitales.

Hoy, lloramos su muerte provocada por el Covid, lo extrañaremos en su insistencia para seguir vigente en las tareas del periodismo y sus reivindicaciones, lamentamos que su viaje tan anhelado a Ucrania no se concretara.

Tenemos la certeza que vivirá en la historia del periodismo pasado y en este que se comienza a tejer con nuevos bríos ante la elaboración de una nueva Carta Fundamental para nuestro país.