Al 54% del país no le alcanza sus ingresos para llegar a fin de mes
Barómetro del Trabajo reveló que el 51% de los chilenos declara tener problemas de dinero. Solo el 43% es feliz con su trabajo. El 32% declara comer 3 comidas calientes al día. Yasna Provoste, presidenta del Senado, señaló que para los asalariados los temas más importantes “son la falta de recursos, el desempleo, la inestabilidad laboral”. Juan Somavia, ex director de la OIT, apuntó que las cifras muestran “el mal estado del trabajo en Chile”. “Estos datos nos dan cuenta de lo justo y necesario de seguir bregando por la Renta Básica de Emergencia”, anotó Bárbara Figueroa.
Santiago. 21/04/2021. La directora de MORI Chile, Marta Lagos, expresó que “Chile es un país de trabajadores, un país de clase baja, donde la mitad de la población hoy día no tiene plata suficiente para llegar a fin de mes y, crecientemente, la gente tiene menos plata para comer al día” y enfatizó que “estamos en una crisis económica, social y política de envergadura”.
Las afirmaciones las hizo en la presentación de la séptima edición del Barómetro del Trabajo, un estudio elaborado por la Empresa de Investigación de Opinión Pública (MORI) Chile en conjunto con la Fundación Instituto Estudios Laborales (FIEL) y el apoyo de la Fundación Friedrich-Ebert.
En esa exposición participaron la presidenta del Senado, Yasna Provoste, el ex director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y presidente del Consejo Asesor para la Elaboración de Propuestas Constitucionales del Mundo Sindical de la CUT, Juan Somavía, Arlette Gay, de la Fundación Friedrich-Ebert (FES Chile), y de la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa.
Hubo datos decisivos presentados Barómetro del Trabajo, como que el 59% de la población se considera de clase “Baja o Media Baja” y el 76% se considera pertenecer a la clase trabajadora. El 51% de los chilenos declara tener problemas de dinero, deudas, cesantía e incertidumbre económica y sanitaria respecto del Covid-19.
Consultados por los problemas a nivel país, el 28% menciona el control de la pandemia y el 23% la “desigualdad social, económica, salarial y cesantía”. Solo el 43% es feliz con su trabajo. El 82% de la clase alta trabaja remotamente; y solo el 30% de la clase baja. El 51%, recibe ingresos que oscilan entre los 301 mil y 500 mil pesos. Solo el 32% declara comer 3 comidas calientes al día. Al 54% del país no le alcanzan sus ingresos para llegar a fin de mes, dentro del cual, el 77% es de clase baja. El 64% afirma que no es justo el salario que percibe y para los encuestados, el salario mínimo, en promedio, debe ser de 465.547. El monto de la pensiones, se estableció, en promedio, de 391.273 pesos, no obstante, un 27% declara que debía ser igual al del salario mínimo.
Bárbara Figueroa sostuvo que “estos datos nos dan cuenta de lo justo y necesario de seguir bregando por la Renta Básica de Emergencia que llegue al 80% de la población sin requisitos ni condiciones ni letra chica como está ocurriendo hoy con el Bono Clase Media”.
Sobre ingreso, habló del salario mínimo y señaló que “la expectativa ciudadana ($465.547) es muy cercana a lo que estamos planteando” que es de 500 mil pesos. Y apuntó la necesidad de una “Renta Básica de Emergencia que también se corresponda con este monto de los 500 mil pesos”.
En tanto, la presidenta del Senado, Yasna Provoste, hablando de la situación de las y los ciudadanos manifestó que “sus problemas más importantes son la falta de recursos, el desempleo, la inestabilidad laboral, las incertidumbres derivadas de la pandemia, es algo que los responsables de gestionar las políticas públicas no parecieran aceptar”.
Expresó que “el rostro del miedo a la cesantía es el prototipo de personas trabajadoras, con educación media, con una edad entre 26 y 60. Ese rostro del miedo al desempleo es algo que también debiéramos ocuparnos mucho más directamente. Es preocupante confirmar que una cuarta parte de las familias solo acceden a una comida caliente al día. Es indudable que los ingresos monetarios aportados por todos los miembros de una familia en Chile no alcanzan para vivir”.
Yasna Provoste, sobre las cifras de infelicidad con el trabajo, aseguró que “no seremos nunca una sociedad desarrollada con niveles tan altos de insatisfacción con el trabajo. Las desigualdades, dijo, se expresan a través de todo el tejido social y se extienden desde el barrio al trabajo”. “Por eso la infelicidad en el trabajo está relacionada con las carencias de salud, vivienda, de seguridad y protección”, apuntó.
Juan Somavía, quien preside el Consejo Asesor de la CUT en materia de la elaboración de propuestas constituyentes del mundo sindical, aseguró que, con estos datos del Barómetro, una vez más queda reflejado que “todo esto en su conjunto nos indica el mal estado del trabajo en Chile y el hecho que, en Chile, hoy día, no se valora el trabajo del ser humano”.
En este contexto destacó la importancia de la necesidad de promover constitucionalmente el concepto de “trabajo decente”, porque en su esencia “el trabajo es fuente de dignidad personal. Es la manera de cómo vivimos nuestra propia vida. Es parte de las entradas de las familias. El trabajo es fuente también de paz en la comunidad, porque una comunidad donde en general hay un trabajo de calidad, resulta que también hay menos violencia”.
Arlette Gay, directora de Proyectos de la FES Chile, aseguró que el apoyo de la fundación impulsando la elaboración de este tipo de instrumentos es muy importante porque constituye una contribución muy concreta para la discusión en la opinión pública de temas laborales que no suelen estar muy presente, por lo menos al nivel de encuestas.
Resaltó que la FES en todos aquellos países donde opera, su objetivo es fortalecer las democracias, y en ello, acotó: “Fortalecer al actor sindical es clave y no solo en su rol de negociación en el contexto de la empresa, sino que en su rol socio-político. El actor sindical, en un país como Chile, donde está muy centrada la negociación a nivel de empresa pierde muchas veces su capacidad de poder ser un actor relevante en la discusión pública para instalar estos temas macro que afectan, directamente, la calidad de vida de todas las personas que habitan en un país”.