DEBATES. “Apruebo Dignidad” garantiza respuesta al 18/O y real nueva Constitución

Nada está resuelto ni garantizado en cuanto al texto de nueva Constitución y lo que salga aprobado de la Convención Constitucional. En eso será fundamental que la lista que representa las posturas antineoliberales, transformadoras, de izquierda, de democracia participativa y de un nuevo país para las mayorías, obtenga un buen resultado en las elecciones del 11 de abril.

Gonzalo Magueda. Periodista. Santiago. 16/02/2021. Nada está resuelto ni garantizado en cuanto al texto de nueva Constitución y lo que salga aprobado de la Convención Constitucional. En esa instancia, con amarres establecidos por la ex Concertación, la derecha y segmentos del Frente Amplio amparados en la Constitución pinochetista, se producirá un choque de trenes entre sectores transformares y conservadores. La correlación de fuerzas que se medirá allí es un misterio que se despejará después de la elección de convencionales el 11 de abril próximo.

Como señalaron varios analistas, académicos y representantes políticos, es posible que de la Convención no salga lo que se pudiera definir como “nueva” Carta Magna y que en base a los tan cacareados “mínimos”, el texto sea una amalgama que justifique que se hizo todo “en la medida de lo posible” y lo que se lleve a plebiscitar (la ciudadanía tendrá que votar a favor o en contra del naciente texto constitucional) no sea lo que, por ejemplo, demandó el movimiento social y la sociedad civil a partir de octubre de 2019, y el pueblo sea interpelado a votar a favor de algo que, en definitiva, no quiere, pero no habría de otra.

En definitiva, lo que estará en juego es si habrá realmente una nueva Constitución. Esto es, un nuevo modelo de desarrollo, derechos sociales garantizados, un Estado pro derechos y macizo, un país plurinacional, un texto feminista y antipatriarcal, descentralización, un Parlamento unicameral, menos presidencialismo, regulaciones a los monopolios, defensa y posesión pública de recursos naturales y estratégicos, nuevo marco de funcionamiento de las Fuerzas Armadas y policiales, entre otros elementos que permitan un camino antineoliberal y el establecimiento de una institucionalidad democrática participativa.

A estas alturas, los únicos que han planteado aquello de manera explícita y contundente, son las y los candidatos de la lista “Apruebo Dignidad”, conformada por colectividades del Frente Amplio, el Partido Comunista, la Federación Regionalista Verde Social, Acción Humanista, Izquierda Libertaria, Victoria Popular, Partido Igualdad, organizaciones de Unidad Social, y muchos independientes. “Apruebo Dignidad” definió claramente la postura antineoliberal y transformadora en un documento difundido ampliamente y eso lo diferenció de inmediato de la lista de socialdemócratas, democratacristianos y liberales y de la lista de la derecha y los conservadores.

Desde una perspectiva transformadora y de izquierda, es fundamental el triunfo electoral y político de “Apruebo Dignidad” en la mayoría de los distritos y luego, conformada la Convención, hacer coincidir las posiciones antineoliberales y realmente democratizadoras que se expresen allí, considerando a convencionales de sectores de colectividades de la ex Concertación, de listas de independientes y de otros sectores representados. Esto es clave para los contenidos de una real nueva Constitución, para encarar la posibilidad de modificar el reglamento definido en el Parlamento quitando soberanía a la Convención, y enfrentar el candado de los 2/3 impuesto para aprobar las materias de la Carta Magna.

En eso será fundamental que la lista que representa las posturas antineoliberales, transformadoras, de izquierda, de democracia participativa y de un nuevo país para las mayorías, obtenga un buen resultado en las elecciones del 11 de abril.