Raúl Zurita, Faride Zerán, Raquel Olea, Valentín Trujillo, Carmen Berenguer y Jorge Coulón, en defensa de las artes

Declaración firmada por los destacados artistas donde hacen un llamado a las y los candidatos a la constituyente por una defensa en las culturas, las artes y los patrimonios.
Santiago. 12/02/2021. DEFENSA DE LAS CULTURAS, LAS ARTES Y LOS PATRIMONIOS.
Las culturas, las artes y los patrimonios, tanto materiales como inmateriales, reflejan el sentir de un pueblo, el ideario de quienes ven en la constitución una oportunidad para pensar el país que queremos construir entre todos y todas, rediseñando espacios de participación ciudadana, donde se expresen los procesos creativos y que nos lleven a resignificar el valor de nuestro acervo cotidiano y patrimonial. Las culturas son ejercicios de soberanía plena, por tanto debe ser un principio aglutinador de la recreación del país que soñamos.
En nuestro país por muchas décadas, hombres y mujeres han impulsado tareas, en el área de las culturas, motivados por darle dignidad a sus vidas y a la de sus compatriotas y también por otorgarle a sus sueños y utopías espacios realizables. Así han avizorado nuestra historia cultural nombres como: Víctor Jara, Violeta Parra, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Pablo de Rokha y tantas y tantos que han sido la voz de aquellos que son poseedores de los mismos sueños pero que no han tenido las oportunidades para expresarlos. Esto nos lleva a plantear que nuestro país necesita revisar profundamente su forma de hacer política y de instalarla y promoverla en los espacios públicos, en donde claramente se reproduce una cultura de mercado, neocolonial, desarticulada de nuestra propia identidad.
Hoy es el momento de alzar la voz en defensa de las culturas, las artes y los patrimonios. Los cambios urgentes y necesarios que debe tener nuestro país deben ir en la dirección de otorgar dignidad a nuestras vidas, consagrando en nuestra carta magna todos aquellos derechos sociales, políticos y culturales que deben estar amparados y protegidos en un marco legal que le dé sustentabilidad y proyección en el tiempo. El Estado, sin duda debe asumir políticas que representen a esas grandes mayorías que han sido excluidos de forma drástica del desarrollo de las artes y las culturas y que se han mantenido al margen de su propia historia.
El 80 por ciento de la población en Chile que se manifestó por un cambio a la constitución vigente, así lo intuyen y tienen la certeza que no es posible seguir sosteniendo este modelo neoliberal que nos tiene a todos y todas sumidos en el individualismo, la ausencia de proyectos que hablen desde lo colectivo, sin una mirada identitaria desde sus propios territorios. Más bien hemos sido testigos de una política cultural fragmentada, que ha desconocido la voz de los pueblos originarios, cuya cultura ancestral, debemos valorar y respetar en toda su real dimensión.
Es indudable que nuestras subjetividades e imaginarios sociales tienen que tener asidero en el país que deseamos construir. A partir del estallido social, nuevamente las culturas las artes y los patrimonios vuelven a instalar esos anhelos; afanes que transitan por nuestros barrios como queriendo dibujarse en los muros de una ciudad que observa y se lee así misma desde un relato que a todos y todas nos hacen sentido.
Hoy estamos enfrentados a una crisis de deshumanización. Las políticas planetarias van en la dirección de dar rédito a los dominadores del sistema, siendo los tratados comerciales pensados solo en favorecer a las minorías. Sin embargo los países no crecen solo desde el plano de las economías y los mercados bursátiles, también deben crecer en el plano de las humanidades, las ciencias y las artes, siendo estos elementos, canalizadores de sentimientos de bienestar superior. Democratizar un país significa democratizar las formas de vincular las culturas las artes y los patrimonios con sus propios territorios.
El neoliberalismo niega al ser humano, sin embargo las culturas, las artes y los patrimonios lo reivindican.
Chile necesita cambios profundos en su diseño de país, esto nos impulsa a resignificar contenidos que pongan en valor nuestras vidas. Refundar la democracia involucra refundar las culturas desde una mirada integradora, que permita el desarrollo y la puesta en acción de sus propias construcciones humanas. Tenemos la certeza que solo un cambio real y rotundo de la constitución vigente podrá esbozar un nuevo y más fecundo tejido social, a través de una pedagogía de la memoria que instale diálogos permanentes entre quienes habitamos este territorio llamado Chile.
REFUNDEMOS NUESTROS SUEÑOS DESDE
LA RESISTENCIA DE LA POESÍA
Carmen Berenguer: Escritora y Artista Visual
Jorge Coulón: Músico Fundador grupo Inti-Illimani
Raquel Olea: Doctora en Literatura, escritora e investigadora
Valentín Trujillo: Pianista y Director de Orquesta
Faride Zerán: Premio Nacional de Periodismo 2007
Raúl Zurita: Premio Nacional de Literatura 2000