El país sin Ministro de Defensa
Es probable que sea la primera vez que el alto mando de las Fuerzas Armadas tenga en realidad a un candidato presidencial como titular en esa cartera.
Gonzalo Magueda. Periodista. 11/12/2020. Mario Desbordes es más candidato presidencial y ordenador de su partido (Renovación Nacional) que ministro de Defensa. Durante los días de la semana y sobre todo los fines de semana, sostiene reuniones con dirigentes y parlamentarios de RN para ir definiendo pasos electorales y políticos. Revisa encuestas, mide su nivel de aceptación, monitorea regiones, atiende militantes.
Desbordes es una prioritaria carta presidencial de Renovación Nacional y sostiene un liderazgo en esa colectividad y en el conglomerado de derecha “Chile Vamos”. Esa posición le reditúa y le interesa más que el cargo de Ministro de Defensa. Tan es así, que si bien se había comprometido con el Presidente Sebastián Piñera a dejar el cargo en Defensa en marzo para meterse de lleno en la carrera presidencial, hace unas semanas, sorpresivamente, decidió que se va de esa cartera en enero. En parte, presionado por dirigentes y militantes de RN.
En el alto mando de las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas hay preocupación y algún nivel de molestia porque ven que el Ministro de Defensa anda haciendo más política partidista y electoral, que asumiendo de tiempo completo las tareas de un cargo sensible y que requiere de atención. No pasó desapercibido la baja presupuestaria para Defensa y que otros temas de interés para los militares quedaron rezagados.
También en el ámbito legislativo, a nivel de comisiones específicamente, hay inquietud al comprobar que Desbordes tiene un pie en Defensa y otro en su carrera presidencial. Y no es que esté potenciando su gestión en ese lugar para consolidarse como figura política, sino más bien intenta eso a pesar del cargo que tiene.
Se sabe que es una posición incómoda y con ciertos costos, como haber desaparecido de las encuestas, verse muy atrás de otras candidaturas presidenciales y que puedan crecer e instalar críticas a su labor como Ministro de Defensa que, por lo demás, es deficitaria, sin iniciativa, más bien dando curso a la burocracia y ciertos planes ya establecidos.
Este viernes declaró tajante: “Yo estoy de ministro de Defensa dedicado 100%. Sigo trabajando hasta que converse con el Presidente y vemos si salgo o no, no lo descarto, pero no por ahora”. Pero en los pasillos de Defensa, de las FFAA, de RN, de La Moneda, del parlamento se sabe que no es así, y que Mario Desbores no soltó ciertas riendas en su partido y en su postulación presidencial. Obviamente, está haciendo un juego de piernas y moviendo piezas.
En definitiva, es probable que sea la primera vez que el alto mando de las Fuerzas Armadas tenga en realidad a un candidato presidencial como titular en esa cartera. Y sepan que no le quedan más que seis a siete semanas en el cargo.
(El Siglo es Soberanía Informativa. Información para el Conocimiento. En esa línea, entrega algunas notas en formato de lectura digital y breve para el mejor acceso a ciertas informaciones)