HABLEMOS DE LA TELE. La peor cara del negacionismo

Personajes como Marcela Vacarezza, Natalia González y la ex chica de “Sábados Gigantes”, Bettina Horst, se dan el lujo de decir cualquier barbaridad por la televisión abierta.

José Luis Córdova. Periodista. 25/11/2020. La televisión es un espejo de nuestra realidad, de las distintas posturas políticas e ideológicas que naturalmente deben tener periodistas, comunicadores, panelistas, noteros, conductores y animadores de los más diversos programas de actualidad, debate político y temas sociales.

Parecen anécdotas banales, pero algunos hechos recientes muestran la verdadera cara de una derecha inconmovible en sus concepciones retrógradas y hasta inhumanas.

Marcela Vacarezza, ex modelo, animadora de TV y esposa del periodista Rafael Araneda, explicitó su anticomunismo visceral, mientras el diputado UDI, Javier Macaya, demostró su animosidad contra familias de izquierda a propósito del nombramiento del general de Carabineros, Ricardo Yáñez, como general director de la policía uniformada.

Pero la militancia fanática de personajes como Marcela Vacarezza, así como de la abogada de Libertad y Desarrollo, Natalia González -quien compite en sus posiciones de ultraderecha con la ex ministro Marcela Cubillos y la economista Bettina Horst, esposa del ex diputado UDI Darío Paya- son apenas un reflejo de la disposición de este sector a enfrentar posiciones progresistas con todo empeño y decisión específicamente con el sello anti comunista.

El diputado Macaya hizo recordar infaustos momentos ocurridos en vísperas del golpe de Estado de 1973 cuando, personajes como él, denunciaban a diestra y siniestra a dirigentes vecinales, sindicales y campesinos que fueron detenidos, torturados, hechos desaparecer por la simple acusación de “ser de familias de izquierda”. Los ejemplos de los hornos en Lonquén, Paine, Panguipulli, los presos políticos de isla Dawson, Chacabuco, Ritoque, 3 y 4 Alamos muestran a niños, jóvenes, mujeres que fueron acusados por “conocidos” que los calificaron de extremistas, terroristas y otros epítetos por el sólo hecho de respetar al gobierno constitucional de Salvador Allende.

El audio filtrado en la Cámara del diputado Macaya acusando al general Ricardo Yáñez de ser de una “familia izquierda, izquierda, izquierda” refleja el odio de clases, aunque se trate -como afirman algunos- de un simple “tongo” para hacer aparecer al nuevo director de Carabineros afín a la oposición. ¿Qué ocurre si realmente el alto oficial uniformado pertenece a una familia progresista? Según el parlamentario ¿hay que excluirlo? ¿removerlo del cargo? ¿o eliminarlo, como hicieron a partir del 11 de septiembre de 1973?

Una pregunta sin respuesta en los tiempos que corren donde personajes como Marcela Vacarezza, Natalia González y la ex chica de “Sábados Gigantes”, Bettina Horst, se dan el lujo de decir cualquier barbaridad por la televisión abierta en nuestro país, especialmente contra congéneres como las diputadas Camila Vallejo, Karol Cariola y Marisela Santibañez, simplemente por su militancia comunista. ¿Esa es la democracia que Marcela, Bettina y Natalia pregonan?

Es la única forma en que se explica la férrea oposición del actual gobierno, del gran empresariado y de la derecha contra el proyecto de ley que condenaba el negacionismo ante las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la dictadura cívico-militar y la consecuente seguidilla de atropellos, mutilaciones y horrorosidades cometidas por Carabineros contra manifestantes desde el estallido social de octubre de 2019.

Definitivamente los que se oponen a prohibir el negacionismo son los mismos que rechazan las vacunas, desconocen el holocausto judío y hasta afirman tozudamente que la tierra es plana. Fuera de la realidad y ciegos antes hechos que, por consumados en el pasado reciente, pueden -lamentablemente- volver a repetirse.

Algo similar puede decirse de las brutales expresiones contra la académica Lucia Dammert en el programa “Mesa Central” de Canal 13, ¿sólo por tener la nacionalidad peruana? ¿Y Mirna Schindler yéndose al cuello de Camila Vallejo en La Red?

Si de algo podría servir nuestra televisión es para mostrar posiciones y actitudes tan retrógradas como las evidencias patentes en cada uno de estos lamentables casos con publicidad. La peor cara del negacionismo es precisamente el anticomunismo.