“Vamos a tener un cuadro crítico de aumento de la desigualdad, de la pobreza”

Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, dijo que entre las y los trabajadores “hay temor, hay miedo, hay incertidumbre”.

Equipo El Siglo. 23/11/2020. La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, abordó situaciones que se viven hoy en el mundo laboral, como el desempleo, la precariedad laboral, los ingresos, las incertidumbres y temores, e incluso el desafío ante el proceso constituyente.

Al participar en el programa “De domingo a domingo. Sin restricción” de Radio Nuevo Mundo, cuestionó las políticas que están abordando el gobierno en materia la laboral y trazó que debe haber un cambio, sobre todo en el marco de la pandemia. Estos son párrafos destacados de su participación:

“Nosotros, desde el años pasado, dijimos que necesitábamos avanzar en un salario mínimo de 500 mil pesos, por sobre la línea de la pobreza, que necesitábamos una pensión mínima equivalente al salario mínimo, pusimos el tema de los derechos laborales para reducir la precariedad laboral, la educación con gratuidad, garantizar el acceso real a la salud pública. Planteamos ese tipo de cuestiones, antes de la pandemia, y todavía no tenemos respuestas.

“Le llevamos una carta al gobierno cuando se cumplió un año de la huelga general del 12 de octubre de 2019, donde le dijimos que llegó la pandemia, se relajaron en lo laboral, nadie se preocupó más de nada, y ahora nos están diciendo que está todo perfecto, que dieron un Ingreso Familiar, se tuvo ese proyecto de “protección al empleo”, y que hay un retorno a la normalidad, como si fuera que ahora las y los trabajadores salen de la cuarentena, encuentran trabajo, vuelven a trabajar, tienen un sueldo, y la realidad que estamos viviendo no es así.

“Antes de la pandemia teníamos una crisis de empleabilidad que habíamos denunciado desde la CUT. Dijimos que se estaban cerrando empresas, que había despidos, que podía aumentar la situación de precariedad. Nada de eso estaba resuelto y viene la pandemia que acrecienta una crisis que se venía generando en el mundo del trabajo.

“Eso vuelve a estallar a partir de dos grandes situaciones. Una, la más compleja, es la crisis de empleabilidad. Hoy hay temor, hay miedo, hay incertidumbre, la gente no sabe si va a mantener o no el trabajo, cómo va a seguir lo de su ingreso, y eso, además, se utiliza para que le digan al trabajador ‘agradece que tienes trabajo’, ‘no me exijas ajuste de remuneración’, ‘no me exijas proceso de negociación colectiva’, porque hay que darse con una piedra en el pecho por tener trabajo. Tenemos casi 3 millones de trabajadores y trabajadoras cesantes. Además, tenemos ahí una fuerza de trabajo que en cualquier momento se despliega a buscar trabajo. Hoy no ocurre porque se piensa que no se va a encontrar empleo, pero cuando eso cambie y esa fuerza salga a buscar trabajo, vamos a tener una crisis mucho mayor de la que tenemos hasta ahora. A eso se le suma la segunda situación, la del agobio laboral que hay en muchos sectores, como lo que pasa en el sector salud. Hay problemas serios de presupuesto y de promesas incumplidas, de falta de medios de protección, de respuestas. Lo que ha pasado en educación, donde los docentes han tenido que modificar toda su estrategia educativa para un formato on line y que no tienen una ley que los resguarde, que los proteja, que se haga cargo del agobio laboral. El teletrabajo, donde no se están respetando muchos derechos, no se cumple con la ley, y mucha gente está agobiada, sobrepasada. Hay sectores de trabajadores que tuvieron que asumir todo el peso y todo el costo de la crisis.

“Eso le está adosando al mundo del trabajo urgencias que si no se abordan, lo que vamos a tener es un cuadro crítico de aumento de la desigualdad, de la pobreza y baja de los ingresos, que es tremendamente preocupante.

“Del 12 de noviembre de 2019, fecha de la huelga general, al 12 de noviembre de 2020, muchos problemas se fueron acrecentando y no resolviendo, que era lo que uno hubiera proyectado. No hemos avanzado, y tenemos la piedra de tope con el gobierno de que no se avanza en materia laboral.

La complejidad del desempleo

“En lo del desempleo y lo que vaya a ocurrir, es una situación compleja. Para generar empleo se requiere que la economía esté en marcha, pero para que eso ocurra se requiere capacidad de ingreso, y el gobierno pone un subsidio al empleo pero las empresas no van a contratar si no mejora el ritmo de la economía, que es algo que permitió el primer retiro del 10% desde las AFP, que mejoró la situación del comercio y la capacidad de consumo.

“Ahora, si junto a elementos como esos, el gobierno se decidiera a inyectar recursos y apoyar que la economía avance a paso más veloz, habría algo positivo. Si camina a paso más veloz, podría generar mejores condiciones para la contratación. ¿Cuál es el problema? Primero, que el gobierno no muestra esa disposición y sigue estas políticas como contra cíclicas, la lógica de cuidar el dinero, de gastar poquito, se restringe y el empresario dice ‘ah, bueno, entonces miro’. Y tenemos un empresariado que se queda mirando. Eso ya es negativo para la generación de empleos.

“Segundo, tenemos un tema adicional que cruza todo eso, y es el desafío de los temas laborales. Por ejemplo, tenemos enfrente la innovación tecnológica, la automatización de fases de la producción, el teletrabajo. Se podría decir, entonces, que bastaría más inyección de recursos, más capacidad de consumo y eso debería derivar en mayor contratación.

“Pero eso tiene que ser incentivado, sino, las empresas pueden salir a decir que le sale barato funcionar como se está funcionado, que no necesitan más gente, y que los recursos no necesariamente deben ir a contratación de mano de obra. Entonces, dicen que innovan, y dejan fuera una fuerza de trabajo. Todo es un tema muy importante.

“Por eso cuando discutíamos salario mínimo, planteamos esos temas. Sostuvimos ante el gobierno tener cuidado, con la pandemia encima, de seguir con políticas que profundicen el actual modelo. Lo que necesitamos es ir en contra de las políticas del actual modelo. Lo primero que hemos dicho es que se deben detener los despidos, no puede ser que quienes recurrieron a la “ley de protección del empleo” y pudieron subsidiar un salario con el seguro de cesantía, después se les diga que no hay trabajo. Está el desafío de proteger el empleo y al trabajador de manera efectiva y de generar más empleos.

“Ahora, probablemente el desempleo va a disminuir, de esa cifra de alrededor de 3 millones. Lo que señalamos es que hay un tercio de la fuerza laboral desplazada de la fuerza de trabajo. Eso incluye trabajadores que no están volviendo a sus puestos de trabajo producto de la ‘ley de protección del empleo’, y que no es que estén cesantes, pero no están activos en el mercado laboral y son potenciales cesantes mañana.

“Tenemos trabajadores que no están saliendo a buscar empleo, no porque no lo necesiten, sino porque saben que no lo van a encontrar en estas condiciones. Y cuando salgan a buscar ese trabajo, van a acrecentar las cifras de cesantía.

“¿Por qué va a disminuir? Porque probablemente trabajadores que están suspendidos van a retomar sus funciones y van a poder recuperar sus ingresos, y habrá un crecimiento de puestos de trabajo pero no por lo formal, sino por mucha informalidad. Los datos verdes que todo el mundo mira en los últimos boletines del INE (Instituto Nacional de Estadísticas), respecto a la creación de casi 300 mil puestos de trabajo, tienen el problema de una cifra muy significativa de informales. Entonces uno se va a encontrar con cifras que van a neutralizar la real crisis de precariedad en el empleo, producto de estos colchones de trabajadores que retornan a sus puestos de trabajo y otros que serán informales, pero el problema va a estar ahí, presente.

La tarea desde el mundo del trabajo en el proceso constituyente

“La situación que están enfrentado con sus demandas los trabajadores y las trabajadoras del sector de la salud público, el desafío que enfrentan las y los trabajadores del sector público, la labor de las y los profesores, con la labor para mantener en pie al Estado todo este tiempo de pandemia, el desafío de los trabajadores del mundo privado, de sectores productivos esenciales para mantener la subsistencia de la población, da cuenta de que los temas del mundo del trabajo tienen que ser muy bien abordados en el debate político constituyente.

“Eso no significa hablar solo de derechos laborales, como hablar del derecho a huelga, a negociación colectiva a todo nivel, de organización sindical, como asuntos básicos, sino que tenemos que hacer un debate más profundo, como por ejemplo, hablar del derecho al trabajo, poner el valor del trabajo al centro de la sociedad. Ha quedado en evidencia, sobre todo ahora con la pandemia, que si no fuera por los trabajadores y las trabajadoras, Chile no habría podido enfrentar los grandes desafíos. Es un desafío precioso, es una gran tarea, en cuanto al debate constituyente, por una nueva Constitución.

“Ir a disputar no solo el debate del modelo de desarrollo, sino el derecho al trabajo, las condiciones de las y los trabajadores. Y dejar atrás cuestiones como esa ‘política del chorreo’, eso ya no ocurrió, por algo hay tanta desigualdad y hubo un estallido social. Necesitamos mirar desde otro paradigma, pero para eso no basta con decir ‘soy antineoliberal’, hay que decir qué vamos a poner en el centro del debate. Nosotros, desde la CUT, queremos poner en el centro el valor del trabajo para construir desde ahí otra mirada respecto al país que queremos y con un modelo económico que sea sostenible y se haga cargo de una cuestión básica, que es proteger a la humanidad, es decir, no depredar el medio ambiente, darle todo el sentido al valor del trabajo, mejorar la calidad de vida de toda la gente.

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