Segundo retiro 10%: derrotados los 4 argumentos de SB y el gobierno

Ni el Presidente ni los ministros pudieron parar la iniciativa, cuestionados por falta de planes de apoyo a la población en medio de tremendos efectos de la pandemia del Covi-19.

 Equipo El Siglo. Valparaíso. 10/11/220. Más allá de tecnicismos, argumentos mediáticos hostiles y efectos en el sistema financiero privado, la aprobación en la Cámara de Diputadas y Diputados del segundo retiro de fondos desde las AFP, resultó en otra derrota política de Sebastián Piñera y sus ministros del comité político, en un gobierno desfondado donde van dando bote en temas estratégicos y sufriendo frustraciones en varios puntos clave de la agenda nacional. En este caso, un eje que incidió en la aprobación de una medida a la que se oponía duramente La Moneda, es la constatación de ausencia de planes de apoyo efectivo del gobierno a la población en medio de tremendos efectos de la pandemia del Covid-19. Al punto que muchos parlamentarios del oficialismo, inclusive de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), decidieron respaldar el retiro del 10%. Por lo demás, desde el conglomerado de derecha “Chile Vamos” se criticó la falta de una estrategia adecuada y efectiva de parte de La Moneda, particularmente de los ministros Ignacio Briones (Hacienda), Cristian Monckeberg (Secretaría General de la Presidencia) y María José Zaldívar (Trabajo y Previsión Social), que no pudieron desarrollar una línea de argumentación que convenciera a congresistas, sobre todo de la derecha, de votar contra la iniciativa. Esta situación, por cierto, causó molestia fuerte en el sector financiero y en los mandos de las Administradoras de Fondos de Pensiones que consideran incapaz al gobierno ante una materia de tal envergadura, y mete a los grandes empresarios y dueños de consorcios (nacionales y extranjeros) en una dinámica compleja, enredosa y negativa para ellos. No es menor considerar que hace semanas, cuando se presentó este proyecto, el gobierno no calibró bien y pensó que sería relativamente fácil que se desechara, en otro error de apreciación política y del escenario en el Parlamento.

 Incapacidad y derrota del campo propio

 La iniciativa encabezada por la diputada del Partido Humanista, Pamela Jiles, fue respaldada inicialmente por casi toda la oposición en la Cámara Baja. Posteriormente, se fueron sumando votos opositores hasta llegar a un 99% de aprobación.

Algunos parlamentarios tenía aprehensiones porque consideraban que, finalmente, no es a las personas, a los trabajadores, a quienes les corresponde financiar las serias carencias que se viven producto de la crisis económica y sanitaria, sino que la respuesta debe venir de planes y ayudas gubernamentales tanto en lo financiero, como protección y generación de empleo, garantizar ingresos, posibilitar acceder a servicios y encarar temas de deudas y problemas sociales.

Pero se llegó a la conclusión de que un segundo retiro del 10% de los fondos previsionales de las privadas y trasnacionales AFP es un camino que permitirá a cientos de miles de familias encarar las situaciones negativas que viven hoy.

A eso se opuso tenazmente el gobierno, primero desmintiendo que no haya ayuda a la población, segundo, planteando que millones de personas quedarán con cero fondo de pensión, tercero, apelando a que esto generará problemas en el sistema financiero y, cuarto, que la iniciativa sería inconstitucional.

El asunto es que ese argumento no convención ni al campo propio del gobierno. Ni Piñera, ni Briones, ni Monckeberg, ni Zaldívar encontraron argumentos y datos que validaran las cuatro razones argumentales que sostenían y que, probablemente, sostendrán ante el Senado, a donde pasa ahora el proyecto.

Desde “Chile Vamos” se empezó a afirmar desde la semana pasada que debido a la realidad de millones de familias, votaría a favor del segundo retiro del 10%. Sobre todo se aludió a que la evidencia apunta a que no hay ayuda suficiente para la población. La propia derecha se convirtió en un campo minado para La Moneda.

Las y los diputados que votaron a favor del segundo retiro del 10% desde las AFP fueron: Pedro Álvarez Salamanca (UDI), Sandra Amar (UDI), Nino Baltolu (UDI), Bernardo Berger (RN), Serio Bobadilla (UDI), Álvaro Carter (ex UDI), José Miguel Castro (RN), Andrés Celis (RN), Juan Antonio Coloma (UDI), Nora Cuevas (UDI), Catalina del Real (RN), Jorge Durán (RN), Eduardo Durán (RN), Francisco Eguiguren (RN), Camila Flores (RN), Tomás Fuentes (RN), Gonzalo Fuenzalida (RN), Sergio Gahona (UDI), Ramón Galleguillos (UDI), René Manuel García (RN),   Celso Morales (UDI), Camilo Morán (RN), Christian Moreira (UDI),  Francesca Muñoz (RN), Nicolás Noman (UDI), Iván Norambuena (UDI), Paulina Núñez (RN), Erika Olivera (RN), Ximena Ossandón (RN), Joaquín Lavín (UDI), Aracely Leuquén (RN), Andrés Longton (RN), Miguel Mellado (RN), Jorge Rathgeb (RN), Rolando Rentería (UDI), Hugo Rey (RN), Leonidas Romero (RN), Alejandro Santana (RN), Frank Sauerbaum (RN), Diego Schalper (RN),  Renzo Trissoti (UDI), Virginia Troncoso (exUDI), Cristóbal Urruticoechea (RN), y Gastón von Muhlenbrock (UDI).

El emplazamiento de la UDI

A diferencia de la vez anterior, para el primer retiro del 10%, ahora no vinieron sanciones ni acusaciones intraderecha en contra de legisladores (varios renunciaron, por ejemplo, a la UDI), porque el horno no estaba para bollos. Es más, desde la UDI se puso sobre la mesa cuestionamientos severos al gobierno por esta derrota del segundo capítulo del 10%.

“A partir de hoy, la relación de esta bancada va a cambiar con el Gobierno”, aseveró María José Hoffman, jefa de la Bancada Parlamentaria de la UDI. Denunció, enrostrándolo a La Moneda, que “la ausencia, la falta de estrategia, ha permitido que hoy nuestra fuerza se divida, cuando debiéramos estar más unidos que nunca frente al populismo”. Añadió: “Debo reconocer que me hubiese gustado escuchar con más fuerza la claridad y la voz del gobierno en esta materia, buscando alternativas, con una posición clara, pero con disposición a alcanzar acuerdos”. La diputada manifestó que “no estamos dispuestos a seguir asumiendo los costos por la falta de una línea clara. Si de verdad quieren una solución eficiente y con sensibilidad social, el gobierno debe invitar a un acuerdo, ya que funda este mal proyecto con una reforma en serio”.

Esas palabras fueron respaldadas por las y los diputados de “Chile Vamos” que votaron en contra del proyecto quienes, en distintos puntos de prensa y vocerías, insistieron en la debilidad del equipo de gobierno en presentar alternativas, sobre todo que sean sentidas y bien recepcionadas por la población. En ese camino, por ejemplo, se piensa en el oficialismo que no es claro ni se instala con la fuerza debida el proyecto de reforma a las pensiones, que se ve o se veía como una opción ante el retiro de fondos.

El principal responsable es Sebastián Piñera. Pero también se apunta a una falta de contundencia, claridad y soluciones efectivas de los ministros de Hacienda, Presidencia y Trabajo. Al final de cuentas, esto refuerza la idea de un gobierno desfondado, donde no hay capacidades, fuerzas y medidas como para frenar proyectos tan decisivos y tan determinantes como seguir con retiros de las AFP. Son derrotas grandes desde el punto de vista ideológico, político, comunicacional y de agenda.

Otra vez el Tribunal Constitucional

Como le ha ocurrido al gobierno y a la derecha, nuevamente asoma la posibilidad de ir al Tribunal Constitucional (TC) para intentar que el proyecto sea declarado inconstitucional. Camino que el oficialismo persiste en usar cada vez que no comparte una decisión democrática en el Parlamento.

Hasta la noche de este martes no se conocía una decisión de ese tipo de parte del gobierno. María José Zaldívar dijo, en todo caso, que “es un tema que hay que analizarlo en su mérito cuando se dé la oportunidad”.

La ministra del Trabajo y Previsión Social insistió en que la línea del retiro no es correcta y podría contener temas constitucionales a revisar. Precisó que  “no es una buena política pública, porque estamos poniendo en riesgo las futuras pensiones”.

Justificando lo que se considera ausencia de política del gobierno de ayuda a la gente, expresó que “hemos tenido problemas, las familias se han visto muy afectadas durante esta pandemia, pero también es cierto que uno no puede encontrar una solución que signifique un problema para futuro y, por tanto, debemos buscar cuál es la solución al problema contingente, pero sin generar otro problema”.

El proyecto aprobado este día en la Cámara de Diputadas y Diputados permite retirar un mínimo de 35UF y hasta 150UF, y quien no cuente con el saldo mínimo establecido, podrá retirar la totalidad de sus ahorros. No se aprobó el pago de impuestos pero sí que las personas puedan reintegrar ese fondo en el futuro. También se aprobó que las altas autoridades deban declarar si retiran el dinero de sus ahorros previsionales y el retiro de fondos para enfermos terminales.