“Plaza de la Dignidad”
Los sentidos de la poética en el Chile actual. Nuevo libro de la poeta Carmen Berenguer.
Isabel Gómez. Vicepresidenta Sech. 28/10/2020. Qué significa escribir poesía hoy, en un mundo, según lo manifestado por Louise Glück, premio Nobel de literatura 2020, se está cayendo a pedazos. Poesía es sinónimo de libertad, de esperanza, de proyectar los mundos de los sujetos sociales como un auténtico otro y otra. Poesía es una estética que va mucho más allá de la forma, es una manera de dialogar con la realidad. Allí nos encontramos y reencontramos con el mundo poético de Berenguer, un mundo que se integra en el mundo de los otros y las otras, la poeta viaja por nuestra historia y nos golpea con su palabra certera, desnuda, valiente. Une hechos que hemos vivenciado a través de nuestra historia donde la violencia ha sido una constante en las definiciones de una policía que históricamente ha reprimido a su propio pueblo. Es así como a través de la lectura de este libro, “Plaza de la Dignidad” vuelven a revivir en nuestra memoria; por ejemplo, la huelga portuaria de Valparaíso, la matanza en la Escuela Santa maría de Iquique, matanza obrera de oficinas salitreras San Gregorio, Marusia y la Coruña, la huelga de la chaucha, o la Batalla de Santiago, entre tantas otras; hasta llegar al fatídica 11 de septiembre. Cito:
En esta misma plaza nos mordimos la amargura el 11 de septiembre
de 1973
día que nos robaron el sueño de abrir las alamedas
y como en una novela negra masticamos su polvo y su dolor agrio
en el pecho
Esta Ágora chilla de ira y rebeldía de esquina a esquina su vocería
Esta plaza la creamos a punta de sacarle al lápiz
raspando las páginas de la historia…
Vuelvo a la poesía, esa poesía que hoy nos reivindica y nos invita a luchar desde su sitial, la invitación entonces sería levantar este mundo que se cae a pedazos, levantarlo verso a verso, con los muros que emergen desde el silencio, los cuerpos, los gritos, los caminos donde transita la realidad esperando ser transformada. Eso lo sabe Berenguer por eso su voz firme, rotunda y su invitación, cito:
Se acabó su relato viejo del mercado neoliberal y líquido.
Nos curaremos las heridas a los ojos al cuerpo
escribiremos nuestra poética en la alameda chilena.
Hoy son muchos los sectores, movimientos y organismos sociales que luchan por desprenderse del sistema neoliberal que nos tiene sumergidos en la indefensión, la ignominia y el caos. Esto ha quedado demostrado en las calles de nuestro país. A partir del 18 de octubre el pueblo ha emprendido una fuerte lucha por erradicar este sistema, un sistema que abandonó la esencia del ser y los principios rectores del humanismo. Bajo este escenario la poesía vuelve a adquirir protagonismo y se inscribe en los muros, habla por aquellos que han quedado silentes, se proyecta allí donde están los anhelos de justicia, democracia y esperanza por construir un relato donde todos y todas dialoguen el nuevo poema. Hoy transita de rostro en rostro, de mirada en mirada y es la voz que ha quedado impregnada en la plaza dignidad, la nueva plaza del pueblo. Porque el arte y la cultura son los espacios donde los hombres construyen prácticas dotadas de significado. La cultura nos permite sumergirnos en los tejidos sociales, es a través de ella que podemos aprender todas las posibilidades de resistencia.
En la poética de Berenguer la definición marxista de cultura se deja ver, siendo entendida ésta como: “el conjunto de valores materiales y espirituales acumulados por los seres humanos en el proceso de su práctica social”.
Escribir, sin duda es un acto de profunda responsabilidad, volver a diseñar el sueño colectivo, pensarnos desde los cuerpos que dialogan con esta nueva realidad que surge en Chile a partir del 18 de octubre, mes que tiene un profundo sello histórico y que nos retrotrae a octubre de 1917, a esa revolución de los bolcheviques, dirigida por campesinos y obreros quienes vivían bajo jornadas de trabajo de 16 horas y bajo condiciones de vida paupérrimas. Los matices se cruzan y el escenario pareciera ser el mismo, las luchas de los pueblos oprimidos, la verdad invisibilizada por los poderosos, el agobio de la palabra en múltiples desarraigos. En definitiva la poesía haciendo un llamado a la humanidad para que este mundo no se siga cayendo a pedazos.