EL FUTURO MÁS QUE NUNCA ESTÁ EN NUESTRAS MANOS

El Agua como elemento que permite nuestra vida y desarrollo llega a una crisis terminal; la usurpación, el cambio climático, la mala calidad y el manejo irresponsable de la misma, nos ha llevado a un problema estructural que hoy se vuelve inmanejable. Cuando la agenda política y la opinión pública son marcadas por los principales afectados que han logrado una conciencia mayor, se logra establecer el centro de la discusión: el cuestionado Código de Aguas. Nacido en Dictadura permite su privatización al separarla de la tierra y hoy nos enrostra sus catastróficas consecuencias. Muchos lo sabían, otros tantos fueron parte de esta cruel decisión que sume a las comunidades en un futuro para nada auspicioso, y los de siempre, las mayorías afectadas se congregan, se organizan y levantan la voz ante un hecho que se agrava a medida que avanzan los días. Una nueva modificación del Código de Aguas propuesta por el Gobierno del Señor Sebastián Piñera Echeñique quiere entregar a “perpetuidad” o con “plazo indefinido” como han querido blanquearle, el escaso 10% de los derechos de agua que van quedando, queriendo sepultar la última oportunidad de revertir la asfixiante situación. Las cuencas están agotadas por sobrexplotación y sobreotorgamiento de derechos de agua realizados durante la Dictadura y también durante los Gobiernos de transición, utilizando la institucionalidad y las influencias políticas para su cometido y a sabiendas de que esta fecha llegaría; el punto de no retorno se acerca a pasos agigantados y ya se plantea que el año 2030 se acabaría el agua en la Provincia de Petorca, ícono a nivel nacional e incluso internacional de esta brutal realidad. Ha llegado la hora de reunirse, dialogar de manera efectiva entre los afectados directos, entre quienes ya no tienen agua en cantidad ni calidad, enfrentando juntos y en unidad la decisión de nacionalizar el agua como única alternativa que permita doblegar el destino que se acerca inexorable. Pero además, tomar la decisión de cambiar el modelo económico extractivista expresado en el monocultivo ya que es insostenible para la vida humana y la agricultura familiar campesina, sustituyendo la diversidad de sembrados y de bosques nativos, sume en la miseria a grandes sectores de la población.
Chile está preparado para el gran debate que permita la sobrevivencia y la sostenibilidad? Eso solo será expresión de la fuerza que tenga el pueblo de rescatar la Democracia como medio de llegar a acuerdos que beneficien a la mayoría y que permitan respetar los ciclos de la naturaleza, colocar las tecnologías a favor de la sustentabilidad y por último crear un nuevo Código de Aguas que apunte al centro del debate: la nacionalización del Agua como forma de superar el lamentable récord de ser el único país del mundo que tiene al vital elemento totalmente privatizado.
Nacionalizar porque ya no hay derechos que distribuir, porque se deben recuperar las cuencas agotadas por la ambición del capital y porque el cambio climático demuestra todas luces que la pluviometría seguirá a la baja para los valles interiores de la Región de Valparaíso. Nacionalizar para devolver la dignidad y recuperar la esperanza en que se puede revertir en alguna medida lo que el ser humano ha provocado, pasar de la decisión a la acción, de la discusión a la nacionalización, demostrando quienes están realmente dispuestos a legar un mundo mejor a las nuevas generaciones. Quién se suma?

Oscar Belmar Sánchez
Concejal Comuna de La Ligua, Provincia de Petorca

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