A 45 años de silencio e impunidad por parte de la Armada chilena.
“¡La Esmeralda: ni blanca, ni pura, fue centro de tortura!”
Los antecedentes históricos revelan que desde Valparaíso se iniciaron los actos preparativos y conspirativos para el Golpe de Estado 1973, bajo el llamado plan “Cochayuyo”. Es así como la Armada de Chile pusieron en práctica la tortura previó al 11 de septiembre, dando inicio a los momentos más dolorosos de nuestra historia.
El día 10 de septiembre desde el puerto, los efectivos navales cierran la ciudad y detienen a los partidarios del gobierno del Presidente Salvador Allende Gossens; utilizando diferentes recintos navales como centro de detención y tortura.
Dentro de los tres lugares de reclusión ubicados en el puerto de Valparaíso la armada utilizó como centro de interrogatorio y/o tortura la Escuela «Esmeralda». Según los antecedentes aportados por la Comisión contra la Tortura de la Quinta Región, quienes señalan que por la Esmeralda deambularon alrededor de 500 detenidos políticos. De esta forma desde el Molo de abrigo de Valparaíso, y desde la “Dama Blanca» el buque-escuela «La Esmeralda», transformada en prisión y cámara de torturas, comenzaba para muchos chilenos y chilenas la Operación Vela.
Aunque el número de detenidos a bordo del Buque «Esmeralda» varía según los testimonios pues se los trasladaba de un barco a otro a medida que iban siendo interrogados, se estima que en un momento hubo unas 40 mujeres detenidas, las cuales fueron sometidas a todo tipo de maltratos, torturas, vejaciones y violaciones.
Entre los detenidos cabe destacar la presencia del sacerdote católico chileno-británico, Miguel R. Woodward, quien falleció a consecuencia de la tortura y quién hasta la fecha engrosa el listado de detenidos desaparecidos.
A 45 años de silencio e impunidad por parte de la armada chilena, las organizaciones defensoras de derechos humanos de la V región; aprovechando la actividad “Velas Latinoamérica 2018”, hicieron entrega de dos cartas de denuncia sobre violaciones a los Derechos Humanos ocurridas en el Buque Escuela Esmeralda de la Armada de Chile, misivas dirigidas a los Capitanes de los barcos de los distintos países participantes de la regata.
Una de las cartas entregadas a los capitanes presentes en la actividad, fue redactada por 5 mujeres torturadas en el buque, quienes dan cuenta de los delitos de lesa humanidad cometidos en la Esmeralda.
“Somos un grupo de mujeres testigos de estos hechos brutales, fuimos detenidas en diferentes lugares de Valparaíso, y llevadas al Buque Escuela Esmeralda. Nos dejaron aisladas, mediante una cortina, de los hombres detenidos o prisioneros de guerra, puestas boca abajo, con las manos en la nuca, sometidas a la tortura del sueño (se nos impedía dormir), perdiendo la noción del tiempo, amenazadas con pistolas en medio de las cejas o recibiendo golpes con las culatas de sus fusiles No había alimento ni agua. Muchas prisioneras eran sometidas a vejámenes y abusos sexuales, por parte de los aprehensores, en las letrinas o baños. Éramos mujeres de distintas edades, menores de edad, jóvenes y adultas; de distintos sectores sociales: estudiantes, profesionales, pobladoras y obreras, todas catalogadas como prisioneras de guerra por nuestros captores, que eran guardiamarinas, oficiales e infantes de marina. Fuimos obligadas a presenciar los tratos crueles, inhumanos y degradantes aplicados a los prisioneros, en su mayoría autoridades políticas y públicas de Valparaíso (Alcalde, diputados, regidores, jefes de servicio)”
Nuestros testimonios están en poder de los tribunales de justicia ya que, hace 45 años venimos denunciando la impunidad existente, el no reconocimiento de la Armada, como institución, de las graves violaciones a los derechos humanos y delitos de lesa humanidad cometidos en su buque insignia y otros recintos navales. Asimismo, exigimos que tal como señalan los tratados internacionales que Chile ha suscrito, no se permita burlar la justicia como pretenden, una vez más, los culpables de estos actos, recurriendo a argumentos pueriles.
Los delitos denunciados ameritan cárcel efectiva para los hechores y que la Armada de Chile reconozca lo que ocurrió y no se haga cómplice con su silencio de las graves arbitrariedades cometidas por personal de sus filas.
¡Justicia, nada más, nada menos!
Ex prisioneras de guerra del Buque Esmeralda
Huerta Sánchez María Elvira
Huerta Sánchez Rosa Angélica
Moreno Cortez Claudina Rosa
Ríos Onell María Teresa
Vásquez Pezoa María Isabel
Zamora Marabio Blanca Alejandrina