“Hago el llamado a que pensemos en la gente”: Claudia Pascual

De cara a discusiones en el Cámara Alta como la reforma de pensiones y la Ley Corta de Isapres, la senadora sostuvo que es la población “la que padece las malas decisiones de políticas públicas, las que padece malas leyes”. Sobre la iniciativa en jubilaciones, expresó que “si no hay solidaridad, no hay posibilidad de subir las pensiones, si no hay cambios en el sistema de las AFP, tampoco hay aumento en la pensiones, y si todo va a capitalización individual, tampoco hay aumento de pensiones”. En cuanto a la postura de la derecha sobre la deuda de las Isapres, la legisladora anotó que apunta a que paguen “menos de lo que debieron haber pagado a las afiliadas y los afiliados. Por eso en el debate se dijo que no sólo se bajó la deuda original, sino que quedó en el tercio de lo que realmente era”. Respecto a las posturas obstruccionistas permanentes de la oposición señaló que “tengo la sensación de que hay una arremetida revanchista producto del proceso constitucional” y advirtió que “le hará muy mal a nuestro país no pensar en cómo seguir solucionando las desigualdades estructurales que tiene”.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 2/2/2024. ¿Al final del día, cómo evalúa lo ocurrido en el Senado este año legislativo que termina?

El 2023 fue un año complejo en materia legislativa, en general, no se resolvieron necesidades que la gente requiere, como la falta o demoras en tramitación de aumento de las pensiones o vivienda, que son materias en que se pudo avanzar más. Bueno, tuvimos el segundo proceso constitucional, la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, y todo influyó en un clima en que legislativamente se avanzara menos de lo que se quisiera en reformas estructurales que el Gobierno ha planteado. Se tramitaron rápido proyectos de seguridad pública, un par de ellos con connotaciones bien complejas porque, sin sacarle el bulto al debate de la seguridad pública, finalmente no siempre se escuchó a expertas y expertos, no siempre se trabajó con todas las bancadas parlamentarias, y se abordaron cuestiones de aumento de penalidades, de doctrina jurídica, sin que se vieran en la Comisión de Constitución, sólo en la de seguridad. En el ámbito de la Comisión de Mujeres tuvimos importantes avances. Despachamos la Ley Adriana que habla de la prevención y de la violencia gineco-obstetra y del parto respetado, también despachamos la reforma al régimen patrimonial de sociedad conyugal del matrimonio.

Ocurrió algo con la iniciativa de Vida Libre de Violencia para Mujeres.

Estuvimos todo el 2023 tramitando en las comisiones unidas de Constitución y Mujeres el proyecto de Vida Libre de Violencia para Mujeres que, como bien sabes, fue tramitado en noviembre de 2016 por la expresidenta Michelle Bachelet y el 2017 comenzó su tramitación. Después de ser despachado por la Cámara de Diputadas y Diputados pasó mucho tiempo en el Senado, este Gobierno le puso indicación sustitutiva y se despachó a Sala 29 de enero.

Reforma de pensiones: “Es tremendamente relevante que se flexibilicen posturas”

¿Cómo ve el escenario que viene para la reforma de pensiones?

Es un escenario complejo, hay que dejar la posición de trinchera. Una cosa es el debate serio, exigir el estudio, pero otra cosa es tener en cuenta el objetivo de lo que se quiere con la reforma de pensiones, qué es lo que quiere la gente y lo que se necesita. Digo eso porque si no hay solidaridad, no hay posibilidad de subir las pensiones, si no hay cambios en la industria, en el sistema de las AFP, tampoco hay aumento en la pensiones, y si todo va a capitalización individual, tampoco hay aumento de pensiones. Quiero ser bien enfática en esto: el Gobierno se Sebastián Piñera tramitó una reforma previsional y se llegó al 3-3, a capitalización individual y seguro social. Entonces, es francamente poco coherente que hoy la derecha plantee que no se sienta a conversar si la conversación no deja de lado el 3-3. Y la propuesta de Demócratas es de 1.8 para seguro social. Quien más ha mostrado flexibilidad es el Ejecutivo, personalmente podría decir que es demasiada flexibilidad, pero estoy dispuesta a ceder porque necesitamos llegar a un acuerdo. Pero es inconcebible que los sectores que tenemos al frente se queden en sólo imponer sus términos y que son menos de lo que se planteó en el Gobierno de Piñera. Plantean que la discusión sea seria; yo plantee en el Senado que la conversación también debía tener un dejo de coherencia, no podía ser que cambiaran tanto de posición de un Gobierno a otro en materia de porcentajes.

Por lo que usted plantea, con la posición de la derecha no se logra que las pensiones suban.

Bueno, si ellos pretenden que sólo la PGU (Pensión Garantizada Universal), sea lo que aumenta las pensiones, pero con un PGU frente a la cual tampoco dejas tramitar la reforma tributaria para efectivamente financiar, es que se están oponiendo al aumento de pensiones. Ha quedado bastante claro no sólo en las argumentaciones que han dado en la Cámara, sino también en las presidencias de los partidos de Chile Vamos, de Republicanos, de Demócratas, que son con vocerías reconocibles en el Senado. Más que entrar en un debate de catalogar opiniones, de poner epítetos a las opiniones, haría el llamado a dialogar, pero dialogar también desde el punto de vista de lograr objetivos y no imponer una posición. El imponer la posición de no tranzar en materia de no generar solidaridad, de no tranzar en admitir cambios a la industria, no va a permitir mejores pensiones. Desde esa perspectiva es tremendamente relevante que se flexibilicen posturas. Y veo que sólo ha habido posición flexible en el Ejecutivo y no en la derecha y en Demócratas.

La derecha busca que las Isapres paguen menos

El otro tema polémico instalado ahora en el Senado es la Ley Corta de Isapres. Se habla que lo acordado en el Senado es un perdonazo para las Isapres, es una “mutualización”.

La Ley Corta de Isapres, que se dio a conocer con ese título, lamentablemente, porque ese proyecto tiene un capítulo de fortalecimiento de Fonasa (Fondo Nacional de Salud) bastante relevante y, por lo tanto, no sólo aborda el tema de las Isapres sino que un fortalecimiento de Fonasa. Eso es importante porque Fonasa debe asumir una migración desde las Isapres y en segundo lugar porque el debate más de fondo, es cómo le hacemos cambios al sistema de salud privada y pueda conjugarse de mejor manera con la salud pública. Hoy Fonasa atiende a más del 80% de la población en Chile. En tanto, el negocio de las Isapres parece haber sido -porque literalmente es un negocio- promover un nivel de afiliados específicos que le es más rentable. Recordemos que representantes de la asociación de Isapres decían que no se podían dar el lujo de tener pacientes enfermos. La idea es utilizar la Isapre para la consulta del médico, pero nada más. Se fue generando una selección muy acomodaticia para tener las mejores rentabilidades. Llama profundamente la atención que la base del negocio está hecha en base a un mal cobro, que además se les advirtió a las Isapres por parte del Tribunal Constitucional hace más de 14 años. El Tribunal le dijo a las Isapres que la tabla de factores de riesgo, aplicada como la estaban aplicando, y de modo unilateral, era un mal cobro. A partir de eso empieza toda esta historia de la judicialización y el reclamo de los afiliados y las afiliadas en distintas Cortes que incluyen el fallo de la Corte Suprema, que el 2019, el 2021, el 2022, habla del mal cobro y planteó que hay que devolver la plata a la gente. Digo esto porque con esta ley corta no sólo se esperaba fortalecer Fonasa sino también dotar de las herramientas a la Superintendencia de Salud, por lo tanto al Estado, para dar cumplimiento al fallo. Había un margen de maniobra porque el fallo dijo que hay que devolver la plata pero no cómo. El Ministerio de Salud propone un plazo de diez años, que no paguen todo de una vez -ese mal cobro que se hizo a las y los afiliados-, hay un recalculo de la deuda, la cifra era de mil 400 millones de dólares, después eran mil 150 millones, y se empieza a tramitar. Vinieron presiones de la industria, de las Isapres, presiones desde la derecha, y desde un comité de expertos donde no estuvimos todas las fuerzas políticas, generando una serie de recomendaciones para tratar de no desfondar a las Isapres. Entonces la pregunta que uno se hace es, ¿la única manera de que las Isapres tuvieran estabilidad era a partir de los malos cobros? ¿Era a partir del abuso de cobrar en demasía? Entonces, ¿cuál es el modelo de negocio que tienen las Isapres? Con esta legislación se comienzan a hacer propuestas, unas más de consenso que otras, pero lo que ocurre en el marco de la tramitación es que la derecha colocó una indicación de mutualizar o prorratear el pago de la deuda. Eso, al final, es pagar menos de lo que debieron haber pagado a las afiliadas y los afiliados. Por eso en el debate se dijo que no sólo se bajó la deuda original, sino que quedó en el tercio de lo que realmente era. De los mil 400 millones de dólares ahora se pasa a que deben alrededor de 500 millones de dólares. Además de eso, ya le habían permitido a las Isapres subir los planes base. Esto es reírse de la gente.

¿Y a qué fueron al Tribunal Constitucional en relación la tramitación de esta ley?

Hicimos un requerimiento de inconstitucionalidad por inadmisibilidad de esa indicación de la derecha. Porque reduce la deuda de las Isapres en dos tercios, es la mutualización de la deuda.

La gente ve debates muy técnicos, dimes y diretes, pero al final de cuentas las pensiones no aumentan y, además, como el caso este de las Isapres, la gente paga los costos.

Por cierto, la gente paga los costos. Ahora, cuando una saca los argumentos técnicos, es porque sustentan lo que la gente quiere. Si usted quiere aumento de pensiones, no viene de la magia, no puede seguir el sistema como está. ¿Qué hago? Por ejemplo, meto a un actor público al sistema, que no tenemos ninguno; no sólo capitalización individual, también debe haber solidaridad; que no sea sólo a cuenta del Estado, entonces tengo que tener cotización a cargo del empleador. Por eso no es un tema de posición de trinchera, si no es 6%, que sea 4, 3, 1, esto no es un juego.

¿Lo que pasa es que la derecha tiene una precisa posición ideológica en estos temas?

Tiene una posición ideológica porque en el trasfondo trata de empatizar con la demanda de la gente de que haya mejores pensiones, pero a cambio de no tocar en nada el sistema privado. Y está diagnosticado que el sistema así como está, es lo que impide el aumento de pensiones, es lo que impide un sistema de salud distinto, es lo que impide corregir lo que hablábamos de las Isapres. Si uno no se mete en ese debate del sistema y no genera la flexibilidad en materia programática de cómo funciona el sistema, no se va a poder mejorar lo que la gente quiere. ¿Quieren subir las pensiones con este sistema, sin mayor recaudación? Bien, ¿y qué política pública van a echar abajo para tener los recursos?

La oposición está creando “un gallito con el Gobierno para generarle espacios de derrota”

En la línea que estamos hablando, ¿cree que la derecha use el Senado para seguir obstruyendo proyectos del Gobierno, sobre todo pesando que este año y el próximo son años electorales y de mucha tensión política?

Si calificara lo que han proyectado hasta ahora, concluiría que todo el rato están creando una pelea y un gallito con el Gobierno para generarle espacios de derrota. Ahora, en años electorales, hago el llamado a que pensemos en la gente, que es la que padece las malas decisiones de políticas públicas, las que padece malas leyes. Tengo la sensación que hay una arremetida revanchista producto del proceso constitucional, sobre todo en relación al primer proceso constitucional. La primera Convención le pegó un remezón a lo que la elite ha pensado siempre, y es que sólo las personas de la elite son las que tienen que llegar a los espacios de toma de decisiones. Como en esa Convención no todos eran de la elite, hubo cosas como golpearla más por forma que por fondo, sin dejar de decir que hay que hacer un aprendizaje de lo que ocurrió. Pero bueno, creo que seguimos pagando los costos de esa revancha. El haber tratado de construir una Constitución entre todos y todas con una representación mucho más diversa de lo que se representa en el Parlamento o los gobiernos de turno, lo estamos pagando muy caro. Es muy injusto, porque tampoco se da respuesta a lo que la gente manifestó durante el estallido social. Y quieren reconstruir la historia, decir que todo fue violencia, que no hubo violaciones a los derechos humanos. Eso es injusto porque millones salieron a manifestarse de manera pacífica, hubo manifestaciones tremendamente masivas, hubo gran cantidad de expresiones en los territorios, cabildos, conversaciones, hubo asambleas territoriales, se intentó generar diagnósticos y propuestas en común, y a esos espacios no se les puede tachar de violentismo. Ahí la gente se quejaba de las pensiones, de la salud, de la educación, de la vivienda, de los temas de seguridad pública, de la democracia, por qué no nos dejan participar. Tratar de olvidar las motivaciones de lo que fue octubre de 2019 para tapizar una nueva oleada neoconservadora, me parece muy complejo, espero que la derecha no esté sacando un mal cálculo que implique pan para hoy y hambre para mañana. Le hará muy mal a nuestro país no pensar en cómo seguir solucionando las desigualdades estructurales que tiene. Además en tiempos tan complejos cuando tenemos crimen organizado, narcotráfico, que debilita el tejido social, debilita nuestras capacidades organizativas y movilizadoras hacia la transformación social. Autoritarismo, tejido social debilitado, narcotráfico y crimen organizado, es una ecuación dinamita.

“No tomemos a la chacota una realidad donde las mujeres de la pesca están siendo violentadas”

Usted integra la Comisión de Mujeres del Senado, fue ministra de la Mujer y la Equidad de Género, ¿cómo mira ese debate que se instaló de las caletas de pescadores con equidad de género?

Hay dos cosas. Una clara intensión de ironizar con ciertas expresiones. Y la existencia de una buena propuesta. Porque lo que se está planteando no es que las caleras vayan a ser rosadas. No se trata de eso, sino de pensar cómo la política pública afecta diferenciadamente a hombres y mujeres y cómo puede resolver las brechas de desigualdad. En las caletas, por ejemplo, no sólo están los pescadores, hay una serie de actividades conexas que durante mucho tiempo las han generado las mujeres, las que tejen las redes, las encarnadoras, las desconchadoras de mariscos, las que ahúman el pescado y el marisco, las algueras. Cuando no tienen condiciones ni espacios en la caleta para hacer esas actividades, les afecta. Mire, conozco tres proyectos en materia de mujeres en la pesca artesanal en donde se pide una perspectiva de género, pensar que las mujeres pueden tener espacios en la caleta, estar en la toma de decisiones, pensar que pueden ser reconocidas en sus actividades conexas y otorgar dignidad y mejores condiciones laborales. El mundo de la pesca es tremendamente machista y lo que no puede ocurrir es que hace tres semanas, existiendo videos de denuncia, las mujeres de la pesca artesanal de Lebu, fueron agredidas por sus compañeros de caleta por haberse ganado un proyecto de instalación de espacio en esa caleta. Expliquemos el término, desglosemos eso de “caleta con perspectiva de género”, precisemos, pero no tomemos a la chacota una realidad donde las mujeres de la pesca están siendo violentadas, física y psicológicamente, son discriminadas y no les estamos asegurando el sustento económico para lo cual trabajan con tanto esfuerzo.

 

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