“¡Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!”

“Pinta el mundo de naranja”, campaña de ONU-Mujeres hasta el 10 de diciembre. Un nuevo informe de ONU-Mujeres, basado en datos de 13 países desde la pandemia, recoge que 2 de cada 3 mujeres padecieron alguna forma de violencia o conocían a alguna mujer que la sufría.

Equipo “El Siglo”.  25/11/2021. Las distintas formas de violencia contra las mujeres, de todas las edades, es una trágica realidad en todo el mundo.

Este año, desde la entidad ONU-Mujeres, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se lanzó la campaña “Pinta el mundo de naranja: ¡Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!”.

Según se explicó desde el organismo, “para las Naciones Unidas, como cada año, el naranja es el color estrella de nuestras campañas para representar un futuro más brillante y libre de violencia contra mujeres y niñas. ¡Forma parte del movimiento naranja!”.

Esta jornada se desarrolla desde este día, hasta el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos.

Esta iniciativa viene ocurriendo desde 2008 y “tiene como fin prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo, pidiendo una acción global para aumentar la conciencia, impulsar la promoción y crear oportunidades para el debate sobre retos y soluciones”.

1 de cada 3 mujeres ha sufrido abuso

En este marco, desde ONU-Mujeres se reportó que “casi 1 de cada 3 mujeres ha sufrido abusos a lo largo de su vida. En tiempos de crisis las cifras aumentan, como se vio durante la pandemia de Covid-19 y las recientes crisis humanitarias, conflictos y desastres climáticos”.

Se informó que “un nuevo informe de ONU-Mujeres, basado en datos de 13 países desde la pandemia, recoge que 2 de cada 3 mujeres padecieron alguna forma de violencia o conocían a alguna mujer que la sufría. Por desgracia, solo 1 de cada 10 dijo que recurriría a la policía en busca de ayuda. A su vez, se llegó a la conclusión que estas mujeres tienen más probabilidades de enfrentarse a situaciones de pobreza y escasez de alimentos”.

Eliminar la violencia contra la mujer

De acuerdo con la ONU, “la violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas”.

“En forma general, la violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica e incluye:

violencia por un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, femicidio);
violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético);
trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual);
mutilación genital, y
matrimonio infantil.

Según un texto de ONU-Mujeres, se “define la violencia contra la mujer como ‘todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada’”.

“Los efectos psicológicos adversos de la violencia contra las mujeres y niñas, al igual que las consecuencias negativas para su salud sexual y reproductiva, afectan a las mujeres en toda etapa de sus vidas. Por ejemplo, las desventajas tempranas en materia de educación no solo constituyen el obstáculo principal para alcanzar la escolarización universal y hace cumplir el derecho a la educación de las niñas, luego también le restringe el acceso a la educación superior a la mujer y limita sus oportunidades de empleo” se indicó desde Naciones Unidas.

Se advirtió: “La violencia contra la mujer sigue siendo un obstáculo para alcanzar igualdad, desarrollo, paz, al igual que el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas. Lo que es más, la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de no dejar que nadie se quede atrás, no podrá cumplirse sin primero poner fin a la violencia contra mujeres y niñas”.