La lucha de los profesores ariqueños en la próxima elección gremial

La candidatura de Pedro Lozano y los desafíos en educación con las particularidades de la realidad de Arica y Parinacota.

Yani A. Paulsen. Periodista. Arica. 06/12/2020. Este 9 de diciembre será la elección nacional -y también en las regiones- del Colegio de Profesoras y Profesores, que con cerca de 65 mil afiliados y afiliadas sigue siendo el gremio más grande del país. Y la región de Arica y Parinacota, con más de 568 docentes habilitados para votar, se prepara para hacer su primera elección estando en funcionamiento un nuevo estatus administrativo que comenzó en enero de este año en la región. Se trata del Servicio Local de Educación Chinchorro (SLEPCH) que modificó la administración de las escuelas, jardines infantiles y liceos públicos de la Región al pasar a ser el sostenedor público de los establecimientos educacionales. Con este cambio, se unifica la dirigencia gremial bajo una directiva territorial y se eliminan las directivas comunales; será así en todos los territorios donde se han instalado los Servicios Locales de Educación. 

Sobre las particulares dificultades que se presentan en Arica en esta elección, conversamos con el único candidato comunista que va por la región, Pedro Lozano, profesor de historia y geografía, hijo de ariqueños con 12 años de trayectoria como docente en liceos públicos de Arica, quien nos contó pormenores de las injusticias que ha ocasionado el cambio de sistema en la educación pública. En su actual cargo de delegado gremial del Liceo Politécnico de Arica ha conocido de cerca las deficiencias en la implementación del SLEPCH, servicio “que evita y dificulta que cumplamos con nuestra función como agentes de cambio y de la buena educación”, nos dice.

Las fallas del SLEPCH

De partida, el nuevo SLEPCH durante el período de pandemia “no hizo el acompañamiento esperado”, dice, puesto que dejó a la responsabilidad a los establecimientos educacionales la forma en que los profesores debían llegar a los estudiantes. Esto implicó que las escuelas y Liceos debieron inventar formas de enseñar de manera remota sin mayor orientación del Ministerio de Educación y tampoco del Servicio Local; sólo les pedían instalar acciones educativas o que se prepararan para el reingreso a clases presenciales. La única medida oficial recibida fue el adelantamiento de las vacaciones de invierno y la priorización del currículo escolar que privilegió algunas asignaturas. 

Para mal de peores, el director del SLEPCH regional, Miguel Lecaros, nombrado por el sistema de Alta Dirección Pública (ADP) lejos de estar atento a orientar este proceso, a los seis meses de estar en funciones fue suspendido, según señalan desde el Colegio de Profesores, por sumario administrativo, sumario sanitario, maltrato a personal y demandas por incumplimientos de contratos y traspasos al despedir a docentes protegidos por el Estatuto Docente.

Se despidieron docentes con dos años o más años de servicio contratados bajo la modalidad a contrata, contraviniendo el Estatuto Docente y desconociendo el principio de la “confianza legítima”, que significa que los docentes no pueden ser desvinculados sin un argumento válido emitido por la autoridad.  En marzo de este año, apenas comenzaba la pandemia en Chile, despidieron a 27 profesores que fue la peor noticia que pudieron recibir los trabajadores y trabajadoras en ese momento de incertidumbre. Finalmente, tras las organizadas protestas del gremio local desvincularon solo a 5 profesores y a otros 2 le redujeron horas de clases, al resto de los docentes los reintegraron.

De acuerdo al Ordinario 002542 del 30 de octubre del 2020 del SLEPCH dirigido a los directores de establecimientos de educación pública, que informa sobre el procedimiento para poner término a las contrataciones, se puede despedir si existe “deficiente evaluación del servidor ya sea por una calificación regular y periódica u otra evaluación particular sobre hechos o periodos no comprendidos en la calificación”. Pero, para el candidato comunista al gremio, la evaluación que se exige para evitar un despido resulta “imposible” de cumplir en tiempos de pandemia, simplemente porque los profesores no han podido estar presentes para esa evaluación que hacen las jefaturas de cada establecimiento. 

Además, esta nueva instancia, de acuerdo a lo informado por dirigentes de la Orden en la región, tampoco cuenta con el historial de registros de contrataciones de los docentes y asistentes de la educación, justificándose que no han sido entregados por el Departamento de Administración Educacional Municipal (DAEM). Para Pedro Lozano “Esto no es posible de aceptar como excusa porque desde que ocurrió el traspaso tuvieron un año completo para enviar los antecedentes, y si no lo hicieron es una falta grave que no puede suceder en un servicio público”.

Efectos de la priorización curricular

Los maestros también se vieron afectados por la llamada “priorización curricular”, que seleccionó solo algunas asignaturas a impartir a los estudiantes durante el confinamiento del Estado de Catástrofe Sanitaria: Lenguaje, Matemáticas, Ingles, Ciencias, Historia y Geografía y Ciencias Sociales, identificadas como las más importantes. Para el profesor Lozano, lo cierto es que se trató de “una reducción de currículo, donde se establecieron objetivos de aprendizaje de primera y de segunda categoría, evidenciando que los programas de estudios vigentes hasta el 2019 no resultaban imprescindible en su totalidad”. Unido a  esto, en muchos liceos se juntaron cursos en cada asignatura, que implicó que los profesores debieron constituir una nueva comunidad curso para clases que fueron reducidas a 45 minutos de duración, que es la mitad de una clase normal de aula. 

Adicionalmente, los profesores y profesoras se tuvieron que hacer cargo de los problemas de conectividad de las escuelas, necesaria para hacer una clase vía remota. Cada docente debió usar sus propios recursos para desarrollar la clase: computadora, internet, impresora. Aunque los establecimientos tienen una sala Enlace, no todos cuentan con anchos de banda suficiente para la transmisión de datos por internet. Sumemos como problema “la asimetría en el dominio que tienen los docentes sobre educación virtual y manejo de tecnologías apropiadas para ello”, confiesa Lozano. Recién en agosto de este año el SLEPCH entregó las herramientas y capacitación para impartir clases a distancia, y solo a principios de septiembre se empezaron a hacer las clases por la plataforma usada que es Classroom como sistema oficial para todas las escuelas y liceos públicos. Se usó un Gmail institucional para toda la comunidad escolar y el Drive de Google para subir el material educativo. 

Estudiantes sin Internet

Y el esfuerzo de los profesores de la región no terminaba ahí, porque solo el 47% del total de los estudiantes de la educación pública de la región de Arica y Parinacota, de un total de 17.581 matriculas, tienen o han tenido conectividad de internet. Es decir, 9.317 estudiantes tuvieron que recibir de distintas otras formas los contenidos priorizados necesarios para pasar de curso. En este esfuerzo, los docentes y asistentes de la educación con cuarentena y todo salieron a la calle y llegaron hasta los domicilios para entregar guías de estudios a los escolares, valiéndose del apoyo que los propios apoderados podían darles en sus casas.  Algunos prefirieron retirar a sus hijos de los colegios o solicitaron repitencia por considerar “año perdido” y sin aprendizaje.

Por esta razón, afirma el candidato Pedro Lozano, “los docentes que vamos a la elección del Colegio nos hemos comprometido viendo la realidad de los estudiantes y sus familias a mantener el sistema educacional en pie”.

La lista G excepcional de Arica

En ese escenario de problemas y luchas los docentes ariqueños harán su elección para renovar la directiva regional del Colegio de Profesores. Y a diferencia de las listas que van a la elección nacional, en Arica no hay una Lista F, sino una Lista G: “Profesores y Profesoras a Recuperar la Educación Pública”, además de la lista A “Fuerza gremial docente” que representa a la derecha, y la lista D “Los profesores despertamos Chile despertó”, que es de continuidad a la actual conducción del Colegio de Mario Aguilar.

Esta Lista G suma a candidatos independientes, socialistas y comunista, que “recoge el anhelo y demanda de los docentes de la región como una alternativa centrada en lo pedagógico como acción política de cambio”, señala Lozano. En ésta, van profesores y profesoras en ejercicio, lo que es “una ventaja a la hora del análisis de la realidad del gremio en la región”, nos dice el candidato comunista. Ellos son: Pamela Figueroa Pizarro, profesora de Historia (independiente); Pedro Lozano Riquelme, profesor de Historia (PC); Verónica Fornés Cárcamo, Orientadora (PS); Alberto Aguirre Aguirre, profesor de Artes (independiente) y Evelyn Sepúlveda Gallardo, profesora de Música (independiente).

Se trata de una lista unitaria, “que ve en nuestra práctica pedagógica una herramienta política para el cambio hacia una sociedad más democrática y justa”. Ellos defienden la educación pública “como el eje orientador de estos cambios, ya que ésta atiende a la gran diversidad de la región y la que efectivamente asegura el derecho a la buena educación de todos y todas”.

Coinciden los candidatos de la Lista G en la unidad de los y las docentes, y en la participación ciudadana.  Tienen la convicción de que “los verdaderos expertos en educación somos los y las profesoras, quienes tenemos mucho que aportar en este proceso y junto a eso como organización cautelar que el proceso constituyente que viene considerando la educación como un derecho que debe asegurar el Estado de Chile”.

Pedro nos señala que a los integrantes de esta Lista G les motiva la recuperación de la dignidad docente: “Es necesario dignificar, no con métodos neoliberales que fomentan la competencia entre nosotros sino, con el reconocimiento pleno de nuestro trabajo y dominio en educación y la vez la igualdad en remuneración para todos y todas las docentes, aquí no hay educadores de primer y segundo nivel y eso debe acabar, tanto el profesor/a de educación media como el de nivel básico, diferencial o educación parvularia desarrollan un trabajo especializado. La remuneración debe ser digna y el tiempo de trabajo ajustarse a las necesidades de un profesional para la preparación de la enseñanza, retomar la lucha por el 50/50 de horas lectivas y no lectivas, como también el pago de las menciones a las educadoras de párvulos y diferencial, igual que el pago de deuda histórica”.

Superar la evaluación docente

La evaluación docente es uno de los problemas históricos del gremio, por eso los candidatos de la Lista G proponen “superar la lógica actual de estandarización y sometimiento a evaluaciones y procesos que responden a un paradigma no pedagógico ni considerador de la diversidad”. Para ellos la evaluación docente es una fuente de agobio e inestabilidad por lo que proponen que “se desarrolle una estrategia desde lo territorial y nacional para enfrentar la evaluación desde un trabajo colectivo e impulsado por el Colegio de Profesores”.

La paridad de género

Dado que es un gremio integrado mayoritariamente por mujeres (70%), la lista G de Arica, lleva tres candidatas y dos candidatos. Y cómo una forma de representar la igualdad quiere que el nombre de la organización pase a ser Colegio de Profesoras y Profesores. Aseguran que de salir elegidos fortalecerán en el Colegio la representatividad, la paridad y el rol dirigencial de la mujer, “recuperando las formas de organización no hegemónicas que den cuenta del trabajo y aprendizaje desde lo colectivo y comunitario”.

Principales ejes de la Lista G

  • Valoración del saber docente y promoción de la investigación y capacitación. Crear el observatorio de la educación al interior del Colegio de Profesores.
  • Despliegue dirigencial, fortalecimiento de la organización propiciando la participación y la información hacia todos y todas las docentes.
  • Reflexiones colectivas sobre la evaluación docente, abordar el proceso desde si debe o no existir.
  • Fortalecer alianzas estratégicas con otros trabajadores y trabajadoras del sistema educativo, incluso más allá con organizaciones ciudadanas como las feministas, pueblos originarios y afrodescendientes, etc.
  • Integración Latino Americana Magisterial, generar espacios de dialogo con el magisterio de diversos países.