Medio litro de Leche. Salvador Allende Gossens.

La desnutrición en Chile se sintió con fuerza desde el año 1900 y se extendió hasta la década del ’90, manteniendo los niveles más altos de mortalidad infantil a nivel mundial. Es un período en que nuestro país convergieron fenómenos sociales, políticos y económicos; siendo la expansión de la educación, del derecho a voto de las mujeres, la formación de los cuadros políticos, las grandes transformaciones culturales y la creación de un sistema público de salud, hitos que no pasarán desapercibidos en nuestra historia.
A la par de medidas para la construcción de la nación y en su modernización, estuvo la preocupación por terminar con la alta mortalidad infantil. Desde el término del gobierno de Jorge Alessandri en los ‘60, el país vuelve a sumergirse en una crisis social importante: luego de un repunte, nuevamente la mortalidad infantil alcanza cifras que impactan, llegando a representar el 60% del total de muertes. Esta situación se ve especialmente agravada por la continua llegada de familias migrantes a la ciudad, que deben enfrentarse a salarios bajos y a la escasez de viviendas. Estas familias terminan por aumentar los conventillos, con sus condiciones de higiene características, o por sumarse a tomas de terreno y poblaciones “callampa” desde la década del ’50, que claramente no cuentan ni con alcantarillado ni con agua potable, agravando las condiciones de salud de los/as niños/as, así como su estado nutricional.
En 1970, Allende asume como el nuevo presidente de Chile, siendo durante el periodo de la Unidad Popular (UP), que se inician las medidas más importantes para la superación de la desnutrición, siguiendo cuatro líneas principales:
a) La distribución de leche para la población en riesgo (embarazadas, madres en período de lactancia, bebés y niños/as);
b) Aumento de infraestructura para el ejercicio de la salud pública, en especial de los consultorios, donde se potencia la educación de las mujeres-madres;
c) Impulso a la educación y a la distribución de alimentos en los establecimientos educacionales;
d) Saneamiento asegurando agua potable y alcantarillado.
De esta forma se instaura en el país el Plan de Emergencia en Salud, que significó medio litro de leche por niño/a al día, además de un plan especial contra las diarreas infantiles. A ello se sumó el Plan de Leche o su repartición gratuita a todos/as los/as menores de 2 años, a preescolares, a mujeres embarazadas y madres en período intergestacional, mientras que los/as escolares estaban cubiertos/as a través de la Junta Nacional de Auxilio Escolar (JUNAEB). Para la sociedad en general, se dictó el decreto de pasteurización de la leche. Se realizaron campañas de acción masiva, en las cuales profesionales de la salud acudían a las bases para solucionar sus problemas médicos, además de capacitar a las mismas pobladoras en trastornos que podían ser solucionados en los hogares, liberando en gran medida los centros asistenciales.

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