LOS ÚLTIMOS DETENIDOS DESAPARECIDOS DE LA DICTADURA MILITAR; SEPTIEMBRE 1987.

El 22 de marzo del 2017, la Corte Suprema condenó a 33 agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), del Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE) y del Comando de Aviación del Ejército, quienes estuvieron involucrados en el secuestro calificado de los cinco frentistas.


En la investigación de la causa el ministro en visita Mario Carroza logró establecer que las cinco víctimas fueron secuestradas en represalia por el plagio del coronel de Ejército Carlos Carreño (ocurrido el 1 de septiembre de 1987) y hechas desaparecer en un operativo conjunto entre la CNI, el BIE y el Comando de Aviación del Ejército donde los cuerpos fueron arrojados al mar en las costas de Quintay.


Los cinco miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez fueron trasladados al Cuartel Borgoño de la CNI, y «antes de la liberación del Coronel Carreño en Brasil, no siendo posible efectuar un canje, se decide por los organismos de seguridad la eliminación de los detenidos», señala uno de los informes del ministro en visita Mario Carroza.


«Organizan un operativo que permite sacar los cinco cuerpos como bultos del recinto en que se encontraban privados de libertad, al parecer sin vida o previamente drogados, y fueron transportados en un helicóptero del Comando de Aviación del Ejército desde el Fuerte Peldehue hasta las costas de Quintay, donde finalmente se arrojaron sus cuerpos al mar atados a durmientes».


Los 33 agentes fueron condenados con penas entre 10 y tres años, además con el privilegio de mantenerse en la cárcel Punta Peuco.

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